Segunda RFEF
El Villanovense recuerda qué era eso de la felicidadLos serones logran contra el Cádiz B su primer triunfo de la temporada con un doblete de Farrell junto a los goles de Abreu y Viti
224 días después, Los Cabales volvieron a sonar en el Municipal Villanovense. Muchos aún no lo sabían, pero un tema del grupo extremeño es la banda sonora de los triunfos en el feudo serón y esa canción no sonaba desde el pasado 31 de marzo. Más de siete meses después, el Villanovense saboreó una necesaria victoria, la primera de esta temporada, para júbilo de una afición también necesitada ya de una alegría.
La víctima fue el Cádiz B, colista del grupo, en un partido que era un arma de doble filo para los de Alberto Cifuentes. Ganar se antojaba obligatorio ante un filial que mostró en Villanueva muchas de sus carencias y perder habría supuesto un golpe psicológico más para un equipo ya muy mermado en el aspecto mental tras diez jornadas sin ganar.
A eso se añaden las dificultades en lo físico, con siete bajas, aunque Sergi Brunet estuvo en el banquillo para completar la convocatoria; ausencias a la que había que añadir la del sancionado Iván Robles. Esto obligó a una línea defensiva casi inédita, con Ruymán y Placi como pareja de centrales, Benji retrasando su posición al carril diestro como en la pasada campaña y Carlos Daniel de nuevo como lateral zurdo. Además, Óscar disfrutó de su primera titularidad y Farrell fue la principal referencia ofensiva en un duelo en el que los serones tuvieron toda la eficacia goleadora que les había faltado hasta la fecha. El delantero galés hizo un doblete y asistió en una fiesta a la que se sumaron también Abreu y el juvenil Viti. Y lo mejor fue que esos goles no tardaron en llegar, porque de lo contrario, la sensación es que podían volver esos fantasmas de jornadas anteriores.
Villanovense
José Andrés; Benji, Ruyman, Placi, Carlos Daniel, Pajuelo (Álvaro, min. 80), Abreu (Rusiñol, min. 73), Christian Díaz (Viti, min. 53), Joaquín (Pablo Guerrero, min. 74), Óscar y Farrell.
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Cádiz B
Víctor Aznar; Barea, Morata, Bastida, Viciana, Julio (Raúl Perera, min. 46), Peter (Francisco, min. 68), Romano (Nando, min. 53), Raúl López (Nacho, min. 46), Borja Vázquez (Kattah, min. 53) y Denia.
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Goles : 1-0: Abreu, min. 12; 2-0: Farrell (min. 16); 3-0: Farrell (min. 50); 4-0 Viti, min. 82.
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Árbitro Carlos Castell Orozco (castellano-manchego). Amonestó a los locales Benji, Placi, Rusiñol y Farrell.
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Incidencias Unos 900 espectadores en el Municipal Villanovense donde se guardó un minuto de silencio por las víctimas de Valencia.
Así, tras unos diez primeros minutos intensos, pero con pocas ocasiones claras, apareció Abreu para recordar a la afición villanovense cómo era eso de celebrar un gol. El onubense no se lo pensó y, con un disparo muy ajustado, puso el balón lejos de las manoplas de Víctor Aznar para desatar la alegría sobre el césped, pero también en la grada (1-0).
Ese gol que tantas veces se le había negado, esta vez sí que entró. Sin tiempo para reacciones, el filial cadista vio cómo el Villanovense ponía tierra de por medio, apenas cuatro minutos después, tras una gran transición de los locales que culminó Christian Díaz para poner un balón a placer a Josh Farrell, que apenas tuvo que empujar al fondo de la red (2-0).
El delantero galés sigue en racha y este domingo además con el añadido de que su acierto iba a dar, por fin, un triunfo al Villanovense que, con la ventaja en el marcador, se centró más en controlar los tiempos del partido que en buscar el tercero.
Bajó en cierta medida la marcha el equipo local, algo motivado también por un Cádiz B inoperante que apenas inquietó la portería de José Andrés. Únicamente al filo del descanso la tuvo Bastida tras una buena acción colectiva, pero la mandó fácil a las manos del meta emeritense.
Para lo bueno y para lo malo, la segunda mitad se pareció mucho a la primera. La relajación por los dos goles a favor y por la pasividad del rival no ayudó a mantener el ritmo del partido, pero eso no evitó que el Villanovense convirtiera en festín esta primera victoria. El 3-0 no tardó en llegar y, en el 50, los protagonistas del primer acto volvieron a escena con una asistencia de Abreu para que Josh Farrell anotara su doblete superando de nuevo a Víctor Aznar (3-0).
Si con el 2-0 el Villanovense ya había contemporizado el juego, el tercer tanto hizo que la relajación se instaurara en el equipo de Alberto Cifuentes. Una situación casi inevitable teniendo en cuenta las pocas alternativas que el manchego tenía en el banquillo como posible refresco. Mientras tanto, el Cádiz B apenas llegaba con algún centro lateral que no encontraba rematador o que, si lo hacía, no llegaba a suponer peligro alguno para José Andrés.
Antes de la hora de juego, llegó el descanso para Christian Díaz y la entrada de Viti. Del juvenil, que cuenta con la confianza de Cifuentes, se esperaba que diera de nuevo una chispa al Villanovense, pero un golpe en el tobillo a los pocos minutos de saltar al césped hizo que estuviera renqueante en esa media hora restante. Aunque eso no evitó que terminara siendo también protagonista.
Con el Cádiz B ya hundido por el marcador en contra, Cifuentes dio también entrada a Rusiñol y Pablo Guerrero tratando de insuflar oxígeno al centro del campo, también de dosificar esfuerzos en una plantilla bajo mínimos. El último en entrar al campo fue Álvaro Domínguez en lugar de un siempre incombustible Pajuelo.
La guinda a este dulce pastel que por fin saboreó el Villanovense la puso en el 82 Viti, que no desaprovechó la asistencia de Farrell para hacer el 4-0. El canterano de La Cruz anotó su primer gol en Segunda RFEF y lo celebró con una sonrisa que muchos esbozaron también este domingo recordando, demasiados días después, que la felicidad era esto.
Cifuentes: «El vestuario se siente liberado»
Liberación. Esa fue quizás la palabra más repetida por Alberto Cifuentes tras el primer triunfo del Villanovense esta temporada. «El vestuario, más que contento, se siente liberado», dijo después de esta victoria «muy merecida por el trabajo que hacen diariamente y quizá por los partidos que habíamos hecho anteriormente; hay cierta liberación».
Medirse al colista no era tarea fácil por la teórica obligación de ganar. «Teníamos mucho que ganar por la liberación que supone una victoria y mucho que perder porque si se empataba o perdía era un mazazo muy grande», reconocía el técnico manchego, que también valoraba la portería a cero y la línea defensiva con Benji cambiado de posición, al igual que Carlos Daniel y Ruymán al que volvió a acompañar un sobresaliente Placi.
Nombre destacado fue también Viti, que se marchó con molestias en el tobillo. «Cada vez que venía a la banda me decía que le dolía y yo le contestaba ‘No te duele nada’», bromeaba sobre el juvenil, al que felicitó por su primer gol «es un motivo más de alegría porque es un chaval que trabaja muy bien y tiene una ilusión tremenda por ser futbolista».