El Príncipe Felipe, ante su día más histórico

La historia llama a la puerta del Cacereño. Este sábado, el equipo verde puede sellar su ascenso a Primera RFEF si vence al Estepona en el Príncipe Felipe. No es un partido más. Se trata del desenlace de una temporada sobresaliente que ha llevado al club a las puertas de una categoría a la que no se acerca desde hace más de siete décadas.

Para encontrar un precedente que supere lo que está en juego hoy hay que remontarse a la temporada 1952/53. Entonces, el Cacereño logró militar, por única vez, en aquella Segunda División que tenía dos grupos. Aquella experiencia en el fútbol profesional fue tan breve como significativa: solo duró un curso y terminó con el equipo descendido como colista. Desde entonces, generaciones enteras han soñado con repetir aquella hazaña. Este sábado, ese anhelo colectivo se resume en 90 minutos.

El equipo verde llega con la desventaja mínima del 1-0 cosechado en Estepona, pero con la motivación intacta. «Este es el tipo de partido por el que uno decide ser futbolista», reconoció en la previa Julio Cobos. El técnico reconoció la trascendencia histórica del choque y por eso subraya la preparación mental como una de las claves del éxito: «En partidos así, la cabeza es fundamental. Hay que jugar con inteligencia y sin precipitarse».

Cobos ha huido del discurso triunfalista durante toda la semana. Ha preferido centrarse en el trabajo, la concentración y el orden táctico. Ni la ilusión ni la presión deben nublar el objetivo principal: ganar el partido. El Cacereño no necesita una goleada, ni una remontada épica: basta con imponerse por la mínima para cumplir el sueño del ascenso.

El Estepona no llega como una víctima. Todo lo contrario. El conjunto malagueño ha sido uno de los equipos más sólidos a domicilio durante la temporada, con un rendimiento que respalda su ambición. Su entrenador, Ángel Rodríguez 'Cura', dejó claro en la previa que no saltarán al estadio extremeñi a encerrarse: «No podemos regalarle el balón al rival. Hay que jugar con inteligencia, pero sin miedo».

Cura también apeló al temple y al control emocional como herramientas decisivas para manejar el ritmo del encuentro. Aunque evitó confirmar el once titular, todo apunta a que mantendrá el bloque que se impuso en la ida. Las bajas por lesión de Callejón y Hugo Rodríguez no deberían alterar en exceso el plan de juego del Estepona, que buscará aprovechar cualquier espacio para sentenciar la eliminatoria.

El Príncipe Felipe vivirá una de sus tardes más intensas. El club ha movilizado todos sus recursos para crear un ambiente digno de una final, con una entrada que no se recordaba en un partido de liga (8.000 espectadores) y una ciudad volcada con su equipo.

La conexión entre equipo y afición ha sido una de las grandes fortalezas del Cacereño este curso. No es casualidad. La afición ha acompañado al equipo incluso en desplazamientos complicados, algo que Cobos quiso poner en valor en todo momento: «Nunca hemos estado solos. Ese respaldo constante es lo que hace especial esta temporada».

De todas formas, Cobos no quiere que el entusiasmo de la grada distraiga al equipo del guion del encuentro y tampoco quiere pensar en celebraciones anticipadas. «Mi única preocupación es que el equipo compita bien, que mantenga la calma y sepa leer el partido», dijo.

El técnico también quiso cerrar cualquier herida del pasado. Ni una palabra sobre la ascenso frustrado ante el Recreativo de Huelva hace dos años en una eliminatoria igualada. «Eso quedó atrás. Hoy el rival es el Estepona y lo único que importa es lo que pase en estos 90 minutos», afirmó Julio Cobos.

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