Olmedo, del Villanovense: «Nos toca poner el pecho al frente y tragar mierda»
El portero del conjunto serón se mostró muy crítico tras la derrota contra el Antoniano el pasado domingo
Avergonzado y sin saber qué decir. Así decía sentirse Javier Olmedo, portero del Villanovense, tras la sonrojante derrota del pasado domingo contra el ... Antoniano (1-4). La imagen no fue buena y el enfado de la grada se trasladaba también al césped para después llegar hasta la sala de prensa, donde el guardameta quiso pedir perdón a la afición. «Es lo único que puedo decir, pero es que no estamos ni en derecho de pedir perdón», expresaba ante los medios en una intervención cargada de autocrítica por la actuación del equipo.
«No sé qué ha pasado, pero no se puede dar esta imagen y no puede verse un equipo sin alma, que parece que no se está jugando nada», empezaba diciendo el experimentado portero de 30 años. «Tengo una gran impotencia por dentro, pero es lo que nos estamos buscando y esto es de nosotros... Ni fichajes ni entrenador», proseguía en referencia a posibles movimientos en el mercado de invierno y recordando entre líneas la llegada de Alberto Cifuentes tras la destitución, en la jornada 7, de José González 'Gus'.
El enfado de Olmedo fue subiendo, aunque trataba de medir sus palabras, sin éxito, y tras no haber querido hablar en exceso con sus compañeros en el vestuario tras la derrota. «Es que esto no vale con ir a hablar, aquí necesito 23 hijos de puta, perdón por la expresión, que salgan a comerse los huevos; luego me puede salir mejor o peor, pero irme a mi casa con la conciencia tranquila», espetaba el toledano, que reconocía no irse del Municipal Villanovense este pasado domingo con esta tranquilidad, «me voy diciéndome que estoy para dejar el fútbol, que no valgo para esto visto lo visto; si yo fuese abonado... Demasiado lo que está aguantando la gente».
Aunque reconocía que se habían dado durante el partido errores individuales, Olmedo se centraba en la parte colectiva: «Esto es de todos y no sirve echar la culpa a uno o a otro, aquí tenemos que poner el pecho al frente y tragar mierda, que es lo que nos toca».
Por eso, de cara a los próximos partidos y con vistas a seguir vivos en la lucha por la salvación, pide a los suyos «un poco de orgullo, un poco de corazón y saber lo que estamos representando, que no es solamente venir a jugar o a pasar el rato; estamos en una institución y representando a una ciudad y a un club». Además, al igual que Cifuentes, cree que algo tiene que cambiar, «darle una vuelta, dos, tres... Las que sean, pero encontrar la solución».
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