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Sólo media hora de animación en el derbi entre el Cacereño y el Mérida
Legiones Sur, y luego Puerta 13 por solidaridad, abandonaron el Francisco de la Hera sobre el minuto 30 por un incidente con la Policía
R. P.
Mérida
Domingo, 21 de septiembre 2025, 13:45
Más allá del desafío y las necesidades sobre el césped, el derbi en el exilio fue un dechado de confraternización entre verdes y blanquinegros ... antes, durante y después del partido. Aproximadamente, de los 4.653 espectadores que se desplazaron en coches particulares y autobuses, algo más de 1.500 animaron a su Mérida y el resto cumplieron con su Cacereño. De hecho, resultado aparte, lo más noticioso del choque se focalizó en la grada.
Alrededor del minuto 20 del encuentro, poco menos de una veintena de policías nacionales enfilaron el fondo sur, donde se encontraba la afición romana, y comenzaron a levantar las primeras suspicacias entre la hinchada visitante. Se llevaron fuera del estadio a varios seguidores, supuestamente por haber roto un poste del estadio, y el resto de la grada de animación, representada por Legiones Sur, decidió por solidaridad abandonar el estadio a la media hora de partido. Por solidaridad y por «la respuesta desproporcionada de la policía y las amenazas de sanción».
En el fondo de enfrente, donde se encontraban los aficionados más animosos del Cacereño, representados por Puerta 13, y conscientes de lo que les estaba sucediendo a un grupo con el que están hermanados, decidieron también abandonar el fondo norte. Así que, a la media hora de partido, el derbi se quedó sin animación. «Da la casualidad que siempre que venimos a esta localidad, nuestros miembros sufren amenazas de sanción y son expulsados sin razón alguna. Exigimos al Mérida que defienda a sus aficionados y exijan respuestas a los cuerpos que estropean el partido», se expresó Legiones Sur a través de sus redes sociales.
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Lo siguiente más llamativo fue la equipación con la que se vio obligado a salir el Mérida, inédita en toda su historia. Debido a la decisión de jugar completamente de verde oscuro del Cacereño, que esta temporada ha dejado en un segundo plano sus calzonas blancas, los emeritenses jugaron de blanco y con pantalones amarillos. Sí cumplieron las dos aficiones a las llamadas de sus clubes: toda la tribuna y fondo norte se tiñó de verde y todo el fondo sur fue una mancha blanca. Salvo el color de las gradas del Francisco de la Hera, todo lo demás recordó al Príncipe Felipe, José Luis Perales en la megafonía incluido.
De hecho, donde más se concentró la tensión fue en los metros que separan ambos banquillos, durante el choque y en el tiempo de descanso, entre miembros de ambas expediciones. Hasta el VAR quiso incluirle más ingredientes al derbi. Fran Beltrán solicitó un penalti sobre Areso en el 20' que el colegiado, tras asistir a consultarlo con el monitor, decidió que no era. Luego, en el gol anulado al propio Areso en el 61', fue el VAR el que habilitó al extremo del Mérida para que el tanto subiese al marcador. Y al final, en el tiempo de añadido, una falta grotesca de Deco para frenar un contragolpe de Doncel acabó en roja directa para el mediocentro verde que, tras petición con el dedo de Julio Cobos, el árbitro dejó en amarilla tras verla en la pequeña pantalla.
Con el Redoble de fondo, los cacereños celebraron la victoria con los suyos y abandonaron el Francisco de la Hera entre jolgorio. Mientras que los emeritenses, tras afearle a sus jugadores el partido y antes de aplaudirles al final, regresaron a la capital meneando la cabeza porque, las ilusiones con las que comenzaron la temporada, ya son lágrimas en la lluvia.
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