Semifinal por la permanencia para el Badajoz

Por eso, se espera la mejor entrada de la temporada en las gradas del Cívitas Nuevo Vivero. En la tarde-noche se contabilizaban unas 6.000 entradas de venta anticipada que, junto a los abonados, podrían subir la cifra a más de 10.000, un contexto que consiguió, al menos durante unos instantes, dejar sin palabras al técnico granadino. «Privilegio», acertó a espetar tras una pausa. «El único mensaje a la afición es gracias, gracias y gracias», prosiguió, para mandar un último guiño a los fieles del conjunto pacense: «Jugamos todos, los once, los siete del banquillo, el cuerpo técnico, el club entero, la ciudad, la provincia y la región».

Ese ambiente, todo lo que se dirime en el verde y la responsabilidad que entraña se traduce en revoluciones y nervios que Tenorio insiste en que será necesario controlar, pero confía totalmente en la preparación de sus jugadores. «Preocupa el nivel de activación óptimo, a veces va por defecto, y es cuando hay que acelerar y apretar, otras, como mañana, es por exceso, y hay que dejarlo en su punto». Para relativizar y contener el caudal de la presión y nerviosismo derivado de ese contexto, el preparador andaluz ha realizado un trabajo concienzudo esta semana dotando de herramientas simbólicas a sus futbolistas. «Tienen que volver a la esencia, pensar en por qué están aquí». Trató de encauzar los pensamientos a esos orígenes que marcaron sus destinos y que los cargaron de ilusiones. «El patio del colegio, el primer equipo del fútbol base, esa sensación de ser niño, volver a lo bonito. Cuánta gente daría lo que fuera por jugar un partido profesional con 12.000 personas alentándote, es un puñetero privilegio», argumentó.

Una vez más, aprovechó la ocasión para expresar su confianza ciega en el grupo y la implicación de cada uno de sus integrantes. «Veo a la gente que está metida, percibo cada día en los entrenamientos esa cara de ambición, la felicidad de querer darlo todo, que llegue el sábado. Con ellos me voy a la guerra, con los 21».

Respecto a los daños anímicos de la cita en Ferrol, reconoció que el revés fue duro, pero se centró en la capacidad de regeneración de la plantilla, muy curtida en esas vicisitudes, pese a que más allá de la pérdida de los tres puntos el envite tuvo consecuencias a otros niveles. «Es complicado cuando ves lo que ves, pero noto a la gente muy metida, tenemos bajas, pero lo vamos a solventar muy bien». Era su enfoque optimista sobre un escenario desolador en cuanto a las ausencias que asolan al cuadro pacense. Josete, que se despide de la temporada, cumple su primer partido de sanción tras la roja que vio la pasada semana. En defensa, tampoco estará uno de los máximos puntales, Mariano Gómez, que vio la segunda amarilla a la conclusión del choque. Misma situación que Mancuso, expulsado en los últimos instantes y que dejará completamente huérfana la medular, sin relevos naturales para la labor tan insondable del centrocampista argentino. Especialmente teniendo en cuenta que tampoco podrá participar Raúl Palma, lesionado y que no estará disponible en lo que resta de curso. «En esa posición, blanco y en botella», comentaba Tenorio resignado, que solo cuenta con Jannick Buyla y Alfaro (reconvertido) para esa demarcación. «Tendremos pocas posibilidades de alterar cosas desde el banquillo y tendrán que ser desde el propio juego».

Toda vez que Borja García, una de las pocas variantes que ha barajado como solución improvisada, probablemente ocupe una de las vacantes en el eje de la zaga, algún canterano del División de Honor Juvenil acudirá a la convocatoria para proporcionar alternativas. «Están entrenando en dinámica del primer equipo casi desde que llegué y algunos de manera permanente. Si tenemos que utilizarlos, sin ningún miedo, aquí somos atrevidos desde el principio y hasta el último segundo».

El entrenador blanquinegro comentó además que hay varias dudas por jugadores tocados y que hasta los instantes previos no sabrá si podrá incluirlos en la lista. En el apartado de altas, regresan Matías Pérez Acuña tras cumplir sus dos encuentros de sanción al ser expulsado en el duelo en Linares, y Francis Ferrón, que cumplió el ciclo de cinco amonestaciones. Por ese motivo se pierde el duelo de este sábado Víctor Vázquez 'Churre' en el Pontevedra.

En cuanto al rival, los gallegos rinden visita ya desahuciados, una condición que supone un arma de doble filo para el Badajoz, ya que, sin objetivos clasificatorios, intentarán darse una alegría para cerrar una campaña aciaga. «Nadie regala nada, van a darlo todo, yo haría lo mismo. Es muy buen equipo y competitivo». Resaltó el dominio del juego directo y a balón parado, «hacen cosas interesantes y se han metido en competición hasta casi el final. Me espero el mejor Pontevedra».

Su técnico, Juan Señor, fue taxativo sobre si su equipo irá con todo y la mentalidad con la que se enfrentan a un duelo a priori intrascendente para ellos. «Nosotros tenemos que competir profesional y dignamente», «el guion es darlo todo hasta el final, aunque el estado de ánimo sea diferente», «no me planteo otra cosa que no sea ganar el partido».