Un punto para seguir creyendo

Ante el Ceuta pudo ganar, pero también perder. Así que no ha de disgustarle el empate. Porque, resultado aparte, el equipo jugó el partido que quería jugar. De hecho, el plan le salió a la primera. Robó en campo propio y diseñó seguramente la mejor contra de lo que llevamos de temporada: Chuma aguantó y abrió a Felipe Alfonso, Felipe Alfonso lanzó en profundidad a Beneit, Beneit vio la incorporación por banda contraria de Sandoval y Sandoval, a la segunda tras la parada en el mano a mano de Pedro López, atinó casi sin ángulo para adelantar al equipo de David Rocha. No se habían cumplido aún los dos minutos de juego cuando el gol reforzaba el guion con el que había viajado el Mérida.

El gol le dio alas al conjunto emeritense, porque en los primeros diez minutos fue capaz de armar rápido y finalizar hasta tres jugadas, con Acosta de central e Ismael Gutiérrez en la medular. Y lo más importante: estaba consiguiendo que los locales no se encontraran cómodos en ninguna fase ni del juego ni del campo. Pero otra vez la falta de contundencia en defensa le volvió a condenar. Un centro desde la derecha al cuarto de hora acabó con el remate de Ñito en el primer palo y con el balón entrando incomprensiblemente ante el mal posicionamiento de los centrales y Palomares.

A partir de ahí, el dominio fue por completo del Ceuta. El Mérida se juntó e intentó robar para armar jugadas rápidas, pero la falta de precisión en la zona de tres cuartos le impedía finalizarlas. La que mejor le salió de todas acabó con un disparo demasiado cruzado de Sandoval desde la frontal en el 38'. Y para mayor desdicha romana, el que no se lesiona nunca se lesionó: Chuma. El único que no tiene casi suplente específico se rompió y dejó a la media hora de partido su hueco a Busi, que se acomodó en la derecha para mandar a Padilla a la punta de ataque.

Tras el descanso, el Mérida resultó un equipo más aseadito que en el tramo final de la primera mitad. Dentro de la falta de confianza que le provoca la situación, el equipo igualó el choque. Dentro de lo poco que estaba pasando, Sandoval desbarató una contra por tirar desde lejos por encima del larguero en el 52' y Padilla, tras revolverse dentro del área, acabó disparando a puerta una jugada individual.

Lo que cambió el choque fue la marcha obligada de Beneit por lesión a falta de un cuarto de hora y las entradas de Jota y Dani Romera en el Ceuta. En ese tramo final le sucedieron más cosas al partido que en los 75 minutos anteriores. El Ceuta se fue descaradamente a por el partido y a punto estuvo de llevárselo con dos remates de cabeza de Danese y Dani Romero que no fueron gol por poco. Aunque también la tuvo Sandoval tras un gran pase de Escardó en el 88' que desbarató Pedro López.

El Mérida sigue (aunque paulatinamente) mejorando su imagen, vuelve a sumar y lo que necesita ahora y por fin es creer.