El Mérida merece más en Ceuta

Si el Mérida hubiera jugado con el mismo ritmo y la misma precisión que hace siete días ante el Antequera, hubiera ganado plácidamente en Ceuta. Y aun con una versión mucho más blanda que la de la semana pasada, el equipo de Sergi Guilló no mereció venirse de vacío del feudo del líder. De hecho, el mejor equipo de la categoría ha sido el que menos miedo le ha infligido a Palomares en muchos meses. Si no hubiera sido por un paradón a bocajarro del emeritense Pedro López en el último minuto, el Mérida hubiera salido más contento del Alfonso Murube. Pero, por momentos, le faltó precisión y, en ocasiones, mala leche. De habérselo creído más, hubiera dado paso y medio hacia el playoff.

El que sí ha metido pie y medio en Segunda División es el Ceuta. En muchísimos tramos del partido fue inferior al Mérida, pero al 'otro' fútbol no le superaron ni un solo minuto. Siempre supo cuándo chocar, cuándo defender, cuándo ralentizar el partido, cuándo perder tiempo, cuándo parar el juego y cuándo aprovechar una de las tres que tuvo. Koné, autor del gol y de las otras dos ocasiones en el tramo final del choque, fue el único que inquietó a los emeritenses en todo el partido.

Y el gol llegó porque el Mérida volvió a tirar varios segundos del partido. Cuando Rodri peinó ante Falcón, Ismael tardó un segundo de más en reaccionar e ir al cierre para evitar el mano a mano de Koné. Cuando Pablo Ganet recibió un córner sólo en la frontal del área, el mediocentro tardó un segundo de más en controlar, armar la pierna y disparar. Cuando Álvaro Juan la puso desde la línea de fondo desde la izquierda, Herculano (la gran novedad en el 'once' titular) tardó un segundo de más en ir al remate. Cuando los jugadores del Ceuta merodeaban el área o entraban en ella, los emeritenses le flotaban y tardaban un segundo en encimar. Igual que en el chut que dio lugar al 1-1 del Fuenlabrada hace quince días.

Los otros puntos negros fueron la falta de precisión en pases fáciles cuando el equipo salía en superioridad o en centros laterales y los disparos francos pero flojitos o desviados. Y a pesar de esto, el equipo de Guilló le compitió muy bien al líder que lleva ya 22 partidos sin perder, fue mejor que él en su casi inexpugnable feudo y mereció mucho más de lo que se trajo. De ahí que el grupo sea optimista de cara a los tres partidos que le quedan: aunque los resultados de los rivales directos sean nada favorables, las opciones de playoff están intactas.

Porque lo más esperanzador fue ver al Mérida presionando arriba, controlando el choque, no sufriendo atrás, jugándole al Ceuta de tú a tú en su estadio lleno… Salvo los primeros minutos, el resto de la primera parte fue emeritense. Encontraba muy bien al hombre libre y las incorporaciones de Álvaro Juan por la izquierda, presionaba arriba y alejaba a Koné y Rodri del área de Palomares, inquietó en varias acciones a Pedro López (sobre todo en un disparo desde el punto de penalti de Doncel en el 26'). Pero a la primera clara que tuvo el Ceuta, a diez minutos del descanso, la aprovechó.

Así que, en ventaja tras el descanso, los de José Juan Romero tiraron de practicidad y le inyectaron mucho cloroformo al partido. Y el Mérida cayó en el sueño. Tanto, que ni los cambios le ayudaron a darle continuidad al juego. Entraron Eslava y Liberto por Herculano e Ismael para atacar con más (Álvaro Juan pasó al extremo derecho), luego Busi por Beneit para darle más pulmones al equipo, pero hasta el tramo final, con el crono al cuello, al equipo no le entraron las prisas por llegar. Y ahí se rompió el choque: Koné tuvo otras dos a la contra y Pareja tuvo la más clara del partido en el 89' que le sacó Pedro López casi en la línea.

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