El Alcoyano seca la euforia del Romano

Esta vez el conjunto emeritense se equivocó a la hora de interpretar las revoluciones. Cuando tenía el cuero, se aceleraba demasiado; y cuando lo perdía, reducía marchas. Así que en mitad de la nada, nada ofreció con balón y una vez que se equivocó sin él, se le puso el partido muy cuesta arriba: el primer tiro a puerta del Alcoyano acabó en la red. Al filo del descanso, un despeje largo cayó a los pies de Lara, que aceleró mientras Damián recuperaba y Eliseo reculaba. Tantos metros así que al final se plantó dentro del área y tras un recorte y un tiro cruzado batió muy fácil y muy bien a Palomares.

Fue lo único destacable de ambos equipos en una primera parte lenta, imprecisa y de demasiados parones. Cayó el Mérida en la trampa del Alcoyano, al que le importaba poco que pasasen cosas. Todo lo contrario que los emeritenses, que necesitaban al menos sumar para alejarse un poco más del descenso y sumó poco: otra vez sin ganar segundas jugadas, muy imprecisos en cada pase, a pesar de que estaba ya Acosta en la medular, y muy poco peligroso en ataque, a pesar de la entrada de Sandoval a la titularidad. Pisaron los de Rocha tantas veces el área como veces las desperdició.

De ahí que el técnico romano les pidiera a los suyos en el descanso mayor activación sin balón y mayor atrevimiento con él. Y la manera de entrar a la segunda parte fue la obligada: en seis minutos el Mérida creó e hizo más que en los 45 minutos anteriores. Valens se la sacó a Mizzian a bocajarro desde área pequeña en el 48' y Busi lanzó al larguero con toda la portería para él en el 51'. Ambas jugadas, tras romper por fuera y centrar por abajo al corazón del área.

Pero si el Mérida encontró la manera de castigar al Alcoyano, el Alcoyano encontró la manera de matar al Mérida: a través de faltas laterales. Ya avisó en el 54' con una que acabó en un mal despeje de Palomares y terminó de concretar en el 61' con otra que se coló para adentro sin que la melé del área pequeña la tocara. Y aunque el Mérida lo siguió intentando, con los cambios, con disparos desde media distancia de Sandoval y Bourdal, presionando arriba… el partido estaba muerto, porque así lo quería el poso del Alcoyano.

Hubo esperanzas con el 1-2 de Mizzian a falta de veinte minutos, cuando cazó en el primer palo otra internada y buen centro lateral (esta vez) de Álvaro Juan. Y ahí el Mérida volvió a ir, aunque con más corazón que cabeza… hasta que volvió a conceder una falta lateral. Y ahí decidió matar el partido el Alcoyano, con un centro perfecto y un remate espectacular de Álvaro Vega en la frontal de área pequeña, sin oposición ni de la defensa ni del portero.

Y así se acabó la gran racha del Mérida y así empezará de nuevo el sufrimiento, porque aún le queda mucho por remar.