El Badajoz honra su escudo

Fue fiel Fernando Estévez a lo narrado estos días sobre que el once no será muy distinto del que armará a la hora de la verdad. Tiró de artillería, si bien refrescó piernas con el paso del tiempo. La única baja de Saldaña fue cubierta en el banquillo por el meta Miguel Narváez, del filial. Sobre el césped, en un mediodía muy desapacible, el técnico granadino apostó por un centrocampista más con Otegui en detrimento de Gorka, con Aquino en punta, Corredera por detrás, Guzmán por la izquierda y Concha por el flanco diestro, aunque ambos se alternaron.

Tras el deportivo pasillo de honor del Sanse, arrancó un encuentro parejo en el que los madrileños intentaron controlar la posesión y apretaron más de lo esperado. Corredera fue el primero en probar fortuna para los locales con una falta lejana que se fue a la izquierda de Manojlovic. Más ajustado lanzaría el catalán el penalti sobre David Concha en el minuto 12, una falta máxima absurda propiciada por el rápido control en el área del extremo blanquinegro. 1-0 y partido con el viento a favor, de momento. El Badajoz no era el vendaval de otras ocasiones, pero ya estaba por delante.

La respuesta foránea la puso Mario González en el minuto 20 con un trallazo que se fue envenenando al palo derecho de Kike Royo. Como réplica, buena internada de Guzmán en el 22 con pase atrás que le llega a Concha, que envía el esférico a las nubes. Poco más hasta el descanso. Posesión poco fructífera del Sanse, algún despeje sin inconveniente para un Kike Royo en modo espectador, algún intento de caño en pase al área de Corredera que no salió por los pelos y algún remate de cabeza sin peligro de Morgado.

Mismos protagonistas tras la reanudación y primera ocasión a la contra para el Badajoz, con un pase de Aquino para la carrera de Guzmán, algo largo para que el veterano pudiera concretar ante el cancerbero. Como el Sanse adelantaba líneas los pacenses encontraban autovías hacia el área, y pensaron que sin peaje. Estévez introdujo a Jesús Clemente pero no sustituyó a Guzmán sino al lateral Dani Fernández. Aquino pudo ampliar la ventaja en el 59 pero su lanzamiento se marchó al exterior de la red. El choque se animaba y aparecía un clásico del Nuevo Vivero, 'San Kike Royo', que desbarató el empate con una doble parada. En el 62 repetiría intervención ante Dani Pichín, pero el rebote lo aprovecha el ariete rojillo para igualar la contienda.

Eran lo peores momentos del Badajoz porque Royo cada vez se hacía más presente. Estévez movía ficha y ponía sobre el tapete a Chica y Gorka Santamaría con la idea de adelantar a Clemente y a Corredera y renovar la ofensiva. Había que despedirse del estadio con victoria. Y más viniendo de una derrota abultada ante el Castilla. También haría otro doble cambio con Alayeto y Adilson, cuyas altas revoluciones dieron respiro. El Sanse demostró ser un valioso sparring de cara al playoff y fue a por el encuentro mientras los albinegros no daban con la tecla para sobrepasar su tela de araña. A Gorka se le quedó atrás un balón rebotado tras una buena arrancada de Adilson, quien en el 85 se planta ante Manojlovic pero el disparo se le escapa por encima del travesaño. Último arreón local y de nuevo la tiene el portugués, aunque su remate de cabeza vuelve a marcharse alto. Santamaría se tropezaría con el larguero en el último suspiro y el Sanse pudo anotar también el segundo en un final loco en el que Pablo Vázquez dio el susto con un golpe en la rodilla. Después se confirmaría que no fue nada.

Con el cántico de la grada como hilo musical, el Badajoz cerró una temporada maravillosa, dura en lo emocional al no poder lucirla ante la mirada de todos sus hinchas, pero espectacular en lo deportivo. Solo cuatro puntos se dejó el cuadro pacense en el Nuevo Vivero, 32 de 36, y solo dos derrotas en todo el curso, dígitos escandalosos para el mejor equipo de Segunda B que permiten llegar al tramo decisivo del playoff con euforia, aunque sea contenida. Badajoz sueña con el fútbol profesional por derecho propio. Le quedan 180 minutos para lograrlo.