Borrar
¿Qué ha pasado hoy, 27 de marzo, en Extremadura?
Leo Messi, abatido tras caer eliminado el Barça ante el Chelsea en 2012. Afp
La noche del llanto de Messi y del insomnio de Cesc
Octavos de final | Vuelta

La noche del llanto de Messi y del insomnio de Cesc

Grandes amigos, hoy rivales, los dos sufrieron el KO ante el Chelsea en el último precedente en el Camp Nou, aunque la historia de la ida ya no se pareció en nada

P. Ríos

Barcelona

Miércoles, 14 de marzo 2018, 07:27

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Cuando Antonio Conte estaba en la cuerda floja hace unas semanas por el pésimo inicio del Chelsea en 2018, con varios tropiezos ligueros y el KO ante el Arsenal en semifinales de la Copa de la Liga, en el Barça muchos se echaron las manos a la cabeza. La posibilidad de un técnico interino y de una autogestión del vestuario en el equipo inglés inquietaba más de cara a los octavos de final de la Liga de Campeones que un proceso normal de irregularidad en el fútbol sin cambio de entrenador.

La culpa de ese temor la tenía el último precedente en los pulsos entre los dos clubs, en las semifinales de la temporada 2011-12, cuando los 'blues' eliminaron al impresionante Barça de Pep Guardiola con Roberto di Matteo de marioneta en el banquillo y los Terry, Lampard y Drogba tomando las decisiones tras la destitución de André Villas-Boas. En esta ocasión, la afición de Stamford Bridge frenó los impulsos de Román Abramovich al mostrar su apoyo a Conte coreando su nombre en distintos partidos como reconocimiento a la Premier League conquistada la pasada campaña con brillo. Si ha sido mejor o peor para el Barça se sabrá este miércoles.

El desarrollo de estos octavos de final no tiene nada que ver, de momento, con el de aquella semifinal. El Barça, que era vigente campeón, fue muy superior en 2012, tanto en la ida en Londres (1-0) como en la vuelta en el Camp Nou (2-2), pero entre ambos partidos falló no menos de 20 ocasiones claras de gol, incluido un penalti de Leo Messi al travesaño de Petr Cech que hubiese supuesto el 3-1 en la vuelta ante un Chelsea con diez por roja a Terry. Sergio Busquets y Andrés Iniesta ya habían remontado con sus goles en la primera parte, pero el Barça buscó el 3-0 en el tiempo añadido antes del descanso, Xavi se precipitó en un pase (ya era raro que sucediese eso) y se originó una contra que Ramires resolvió con el mejor gol de su carrera, una vaselina descomunal a Víctor Valdés.

La segunda parte fue un acoso y derribo con claras oportunidades, el penalti de Messi y, ya en el minuto 92, con todo el Barça en campo rival, un mano a mano que Fernando Torres no desaprovechó ante Valdés. El Camp Nou reaccionó con una emotiva ovación a sus jugadores, tirados y desperdigados por el césped, que se fundió con el pitido final. Sirvió de despedida a Pep Guardiola, que anunció su adiós pocos días después en el mismo acto en el que el club comunicó que Tito Vilanova, su segundo, sería el próximo técnico para sorpresa e indignación del de Santpedor, que se sintió traicionado por todos y nunca perdonó.

Esta vez el que perdonó en la ida fue el Chelsea, con dos balones a los postes de Willian antes de lograr el 1-0 que igualó Messi tras un regalo defensivo de Christensen que aprovechó Iniesta para asistir al argentino. No fueron mejores los de Conte, pero sí se encerraron bien y salieron como flechas a la contra ante un Barça que cayó en la trampa. En aquella ida de 2012, el Chelsea sólo tiró una vez a portería en 90 minutos, el gol de Drogba, mientras que el poste fue de Pedro, hoy rival, y las múltiples ocasiones de sus compañeros.

Curiosamente, estos días se han conocido detalles íntimos de cómo acabó ese último precedente. Alexis Sánchez, hoy en el Manchester United tras pasar por el Arsenal, reveló que vio llorar a Messi de forma desconsolada en el vestuario, algo que se le quedó marcado y de lo que aprendió. Dentro de la leyenda había una persona que se autoinculpaba por fallar un penalti. Y Cesc Fàbregas, hoy en el Chelsea, gran amigo desde la infancia de Leo, reconoce que no pudo dormir por la frustración. El Barça intentará ahora que el de Arenys tenga otra noche de insomnio.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios