El Cacereño Femenino necesita sacar nota en su reválida como forastero
Las verdiblancas solo han cosechado tres victorias fuera de casa y deberán enmendar esa tendencia para dejar en la cuneta al Alavés y pasar a la final
M. Gª Garrido
Badajoz
Miércoles, 7 de mayo 2025, 21:30
El Cacereño Femenino persigue una catarsis, redimirse de sus vicios pretéritos, liberarse de unos pecados recurrentes como forastero que durante la fase regular lograba expiar satisfactoriamente en Pinilla. Ese refugio redentor ya no le ampara tras el 2-2 de la ida de las semifinales del playoff de ascenso a Liga F y deberá ganar sí o sí al Alavés en la contienda que dilucida el finalista este domingo a las 18.30 horas. Un empate conduciría el cruce a la prórroga, pero en caso de persistir la igualada, serían las babazorras las que accederían a la siguiente fase por mejor clasificación en la tabla de Primera RFEF.
Por tanto, las verdiblancas afrontan el desenlace de la serie sin red de seguridad, con la obligación de romper con una versión como visitante en la que menguan sus prestaciones. Porque en la víspera del asalto inicial ante el Alavés, todo eran loas a su consistencia como local y un porcentaje elevado de las posibilidades de amarrar una renta pasaban por su idilio con las instalaciones Manuel Sánchez Delgado, donde nadie les ha doblegado en más de un año de competición (a excepción de la prórroga ante el Atlético de Madrid en Copa de la Reina). Allí han recolectado más de un 70% de las victorias que refleja su casillero (8 de 11), lo que le ha permitido mantenerse en la pelea por ser uno de los cuatro contendientes que se juegan el asalto a la élite.
Sin embargo, la otra cara de la moneda no es tan halagüeña y ahí reside uno de los principales desafíos para las extremeñas. Como visitantes únicamente han sumado 12 puntos en toda la campaña, un botín que apenas les habría servido para escapar por los pelos de la zona de la quema. Cuando ha tocado carretera, han registrado tres triunfos, el último hace más de tres meses, en febrero, por la mínima (0-1), ante un Baleares que terminó consumando su descenso a Segunda RFEF.
Además, lejos de su feudo, solo han anotado 8 de sus 25 goles, mientras que han encajado 18 de 21. El enfoque alentador es que, más allá de lo que dicten unas estadísticas ciertamente demoledoras, el trabajo en las trincheras tácticas ha dado su fruto y fueron capaces de enmendar una deriva que era tan preocupante que les abocó al descenso en los primeros compases de la temporada. Perdieron los tres desplazamientos inaugurales exhibiendo una fragilidad defensiva impropia de un equipo dirigido por Ernesto Sánchez, pero la hemorragia se taponó, especialmente en la segunda vuelta, en la que solo el Barcelona B fue capaz de marcarles más de un tanto (3-1) y dieron una cara mucho más reconocible y acorde a su identidad.
«Ahora hay que ir a Vitoria a ganar, a trabajar para que las jugadoras sigan creyendo, sigan trabajando como hasta ahora y podamos tener esa personalidad de demostrar ya fuera de casa, que ya nos toca hacer un buen partido», resaltaba el preparador cacereño tras el duelo del pasado domingo. La plantilla se ha ejercitado esta semana en el césped del Príncipe Felipe para preparar el compromiso en una superficie que se asemeje lo máximo posible a la hierba natural que se encontrarán en el campo de la Ciudad Deportiva José Luis Compañón.
De cara a esa cita, dos análisis, el negativo que urge corregir, «esto es un playoff de ascenso y esos fallos, esos dos goles que hemos recibido, quizás nos puedan suponer un lastre muy fuerte, muy grande para el partido de vuelta. Sacando hoy una victoria ya le pones a ellas en un aprieto», argumentaba el técnico del Cacereño Femenino.
En el otro lado, el oficio y la capacidad para incomodar a un adversario diseñado para ocupar el liderato y que se quedó a las puertas de subir igualando a puntos al Alhama. Ese es el camino por el que transitan las opciones de las verdiblancas de plantarse en la ansiada final. «Hemos tenido ese carácter de pedir el balón, de que las medios vengan a ofrecerse, de generar en base a un juego más combinativo ante un rival que está en bloque bajo, y eso antes nos costaba y lo hemos hecho muy bien». Y ahí reside una de las claves, dominar un registro que puede ser fundamental por la ventaja que las vascas tratarán de proteger, «reforzar eso porque puede haber momentos que ellas, como les vale el empate, den un pasito atrás y estén más replegadas; que nosotras tengamos el carácter para saber hacerlo y poder ponerlas en aprietos en base a tener el balón».