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M. Gª Garrido
Badajoz
Martes, 13 de mayo 2025, 21:45
El fútbol suele dejar facturas pendientes y ajusta cuentas de manera azarosa. Muchos clubes persiguen durante años sufragar el débito contraído por un escurridizo moroso ... que a veces cumple y otras engorda su deuda. Al Cacereño Femenino le debía una, y no una cualquiera. No hay que remontarse mucho para rescatar aquella semifinal de la fase de ascenso a Liga F en mayo de 2023.
Apenas unos centímetros privaron a las extremeñas de conseguir un pase histórico al último escollo para pelear por acceder a la élite. Los dedos de Yohana, la guardameta del Deportivo, desviaron lo suficiente un esférico servido desde la esquina para que el travesaño lo escupiera lejos de la red con 1-1 en el marcador (0-0 en la ida) en el minuto 93. No quedaba tiempo para la reacción y la eliminatoria habría expirado su última bocanada de aire. Pero el partido quedó abocado a 30 minutos más en una prórroga que otorgó la clasificación a las gallegas por su mejor clasificación en la temporada regular. Sería injusto calificarlo como un fracaso, pero la decepción de acariciar una cota tan elevada y perder pie en el último instante era inevitable.
Era un colofón agridulce a un milagro, porque la simple presencia en ese escenario de tanta alcurnia ya era un obsequio que se concedieron a base de sufrimiento hasta la última jornada. Al igual que en este curso, las cacereñas debieron esperar hasta el final para sellar su billete entre las seis mejores (el Barça B finalizó líder, pero corría el escalafón al contar con el primer equipo en la máxima categoría).
En esa ocasión fue mucho más agónico, porque no dependían de ellas mismas, de hecho, necesitaban una carambola improbable para descabalgar de la sexta plaza a un SE AEM ante el que empataron en la penúltima cita. Las catalanas partían con dos puntos de ventaja y pese a contar con el 'golaverage' particular igualado, en el coeficiente general las ilerdenses tenían un gol más como exigua pero suficiente renta. Las pupilas de Ernesto Sánchez necesitaban ganar y una derrota de sus rivales, una combinación que se cumplió a rajatabla.
El playoff le deparaba un cruce de mucha exigencia ante un Deportivo que, como el Alavés hace unas semanas, cosechó los mismos puntos que el equipo que subió directamente, en ese caso el Eibar. Sin embargo, las extremeñas les tenían cogida la medida tras endosarles un 4-0 y un 0-2 en liga. En el duelo que abrió la serie, en Pinilla se registraron una tablas sin goles y quedaba todo por decidir en Abegondo, donde esta vez el Cacereño Femenino no pudo dar la sorpresa.
Como en ese precedente, el cuadro verdiblanco afrontó el desenlace de este ejercicio con su pase para la fase de ascenso en el aire. Eran quintas, empatadas a 38 puntos con Osasuna, aunque con la diferencia particular a favor; el triunfo ante el Dux Logroño era suficiente y cumplieron. De nuevo ocupaban la última plaza con premio y se medían a uno de los máximos favoritos a quedar campeón de Primera RFEF, un Alavés que pugnó hasta el último suspiro con el Alhama por ese privilegio.
En el primer asalto, de nuevo el combate fue nulo, esta vez con un 2-2 merced a la reacción local por dos veces que permitió nivelar la contienda. En la vuelta, el guion fue parecido al que se fraguó frente al Deportivo (marcó Cris Martínez en el 57 y empató Edna en el 59), adelantándose las vitorianas con el gol de Inés de penalti en el 68, obligando a la heroica con el tanto de Gaste en propia puerta a cuatro de la conclusión del tiempo reglamentario. Y como aquel balón postrero que dos años antes se resistió a cobijarse en las mallas, Sara Rubio tampoco acertó en una ocasión que Encarni sacó bajo palos cuando se agotaba el cronómetro. En la media hora extra de juego, los hados del balompié parecían dispuestos a escabullirse para negarle al Cacereño Femenino su revancha cuando Natalia Montilla falló un penalti en el 98. Un revés que se unía a la expulsión de Macías en el 117. La trama añadía ingentes dosis de crueldad para las verdiblancas, que se resistieron a doblegarse.
Un disparo de Noko Matlou en el último segundo del descuento permitió a las extremeñas cobrarse los réditos atrasados, arrebatando a un destino funambulista las riendas de un final que parecía hipotecar de nuevo sus aspiraciones. Por primera vez disputará una final del playoff a Liga F ante un Dux Logroño al que recibe este domingo (18.00 horas) en el partido que inaugura la batalla definitiva, en la que el Cacereño Femenino tratará de cobrar los intereses de demora de esa gesta inconclusa de 2023.
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