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Alejandro Valverde celebra el pasado 30 de septiembre su victoria en Innsbruck. Herbert Neubauer (Afp)
Valverde, un arcoíris labrado a pulso
Resumen 2018

Valverde, un arcoíris labrado a pulso

Tras dos platas y cuatro bronces, el murciano logró a los 38 años su ansiado Mundial

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Domingo, 30 de diciembre 2018, 00:16

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Octubre del año 2003 en Hamilton, Canadá. Tras una extraordinaria puesta en escena táctica, el equipo español de ciclismo logra el doblete en la prueba en ruta del Mundial. Igor Astarloa centra todos los focos con su medalla de oro y un joven ciclista de 23 años llamado Alejandro Valverde irrumpe en la élite con una brillante plata. Esa promesa de Las Lumbreras (Murcia) se convertirá a lo largo de la década y media siguiente en uno de los mejores clasicómanos a pesar de la tendencia del ciclismo español hacia las grandes vueltas por etapas.

Cinco Flechas Valona, cuatro Lieja-Bastoña-Lieja, dos Clásicas de San Sebastián y varios podios en la Amstel Gold Race, la Milán-Turín y el Giro de Lombardia, dos oros, cinco platas y un bronce en los Campeonatos de España en ruta y un oro y un bronce en contrarreloj hablan a las claras de un palmarés incomparable más allá de los triunfos de Miguel Induráin o Alberto Contador en las tres grandes rondas por etapas, un ámbito en el que Valverde también conquistó una Vuelta a España además de otros cinco podios y cuatro clasificaciones por puntos en la ronda española y sendos terceros puestos en Tour de Francia y Giro de Italia.

Sin embargo, tras tres lustros de brillante carrera la espina seguía clavada en forma de maillot arcoíris. Desde aquella primera plata lograda en Canadá, a Valverde se le había resistido el tan ansiado oro mundial a pesar de haber logrado un segundo lugar más y otros cuatro bronces. De esta manera y a los 38 años, cuando la mayoría de ciclistas profesionales ya han colgado la bici hace tiempo, el murciano se plantaba en Innsbruck (Austria) ante una de sus últimas balas. Después de una gran Vuelta a España, con dos etapas y la clasificación por puntos en el bolsillo, Valverde volvía a partir entre la nómina de favoritos en el Mundial tras una recuperación milagrosa después de una caída en la crono individual del Tour de Francia 2017, cuando sufrió una fractura en la rótula de la pierna izquierda y otra en el astrágalo, además de un profundo corte en la tibia, lesiones que pusieron en duda su continuidad a los 37 años. «Pensé que ahí se acababa mi carrera deportiva», reconoce.

Cuerda para rato

A un excelente trabajo de la selección española dirigida por Javier Mínguez y formada por David De la Cruz, Ion Izaguirre, Jonathan Castroviejo, Jesús Herrada, Omar Fraile, Enric Mas y Mikel Nieve para arropar a su líder hasta el tramo decisivo de la carrera, se unió el desfallecimiento del francés Julian Alaphilippe, que no pudo seguir el duro ritmo impuesto por su compatriota Romain Bardet en las infernales rampas de hasta el 28% de desnivel de una subida final por carreteras estrechas e irregulares. Era el Mundial más duro de los últimos años y Valverde aguantó en la selección definitiva de tres hombres junto al propio Bardet y al canadiense Michael Woods, a los que derrotó en un esprint final a su medida. Era la consagración a una carrera única, propia de un ciclista de leyenda capaz de competir en el primer nivel a una edad inimaginable y de conquistar carreras que parecían hechas para ciclistas belgas, franceses o italianos, pero rara vez españoles.

Valverde posa con la medalla de oro conquistada en Austria.
Valverde posa con la medalla de oro conquistada en Austria. Christian Bruna (Efe)

«La medalla que más ilusión me hacía era la plata de 2003 detrás de Igor Astarloa, que fue algo increíble, pero esto lo supera. Todos hemos sido culpables de que todo haya salido bien. Todo el mundo funcionó de diez. También en otros Mundiales, aunque al final, por una cosa o por otra, por un error mío o de mis compañeros, no se corrió de la manera que se corrió en Innsbruck», reconocía exultante unos días después de la prueba el ciclista de Las Lumbreras, que recuperó el maillot arcoíris para el ciclismo español catorce años después y unió así su nombre a una lista formada por Óscar Freire en tres ocasiones -1999, 2001 y 2004-, Abraham Olano -1995- e Igor Astarloa -2003- en la modalidad de ruta y por Miguel Induráin -1995- y el anteriormente mencionado Abraham Olano -1998- contra el crono.

«Todos hemos sido culpables de que todo haya salido bien. Todo el mundo funcionó de diez»

Sin embargo, la ambición de Valverde parece insaciable y el horizonte profesional del ciclista del Movistar se amplía ahora hasta el verano de 2020, cuando ya superados los 40 pretende competir en los que serían sus quintos Juegos Olímpicos. «Tengo un año más de contrato con Movistar, pero alargaré uno más, hasta los Juegos, y entonces será el momento de dejarlo», anunció a su regreso de Innsbruck.

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