Borrar
Partido de cuartos de la Copa del Rey entre el Mideba y el Ilunion, en Albacete. mideba
BSR

Una temporada de más a menos del Mideba

El conjunto pacense concluye una campaña de grandes aspiraciones desde el inicio que se fueron diluyendo en la recta final

Martes, 8 de junio 2021, 21:53

Comenta

El baloncesto en silla de ruedas español echó el cierre a sus competiciones nacionales el pasado fin de semana con la disputa de la Copa del Rey en Albacete. Un trofeo que levantó el anfitrión Amiab y en el que el Mideba Extremadura había depositado sus esperanzas de un final de temporada brillante. Pero el cuadro pacense no pasó del primer cruce ante el Ilunion, infranqueable para las aspiraciones midebistas desde hace más de una década. Con la derrota (65-50) ante los madrileños, el Mideba concluye una campaña en la que fue de más a menos, con un inicio demoledor en la División de Honor que le otorgó el derecho a proclamarse candidato a cualquier título en juego. Una condición que fue perdiendo a medida que transcurrían los meses, con obstáculos por el camino en forma de lesiones o el covid en la plantilla, además de otras cuestiones de índole personal que propiciaron un cuarto puesto liguero –empatado con el segundo– y la temprana eliminación de la Copa.

Un Mideba que acudía a La Roda (Albacete) en busca del bálsamo que curara la decepción de esta extraña liga 2020-21, sin playoffs por la pandemia y con el campeón de la fase regular levantando el título, algo que, a priori, beneficiaba a los de Jorge Borba. El Ilunion volvió a arrebatarle cualquier conquista en un encuentro donde los pacenses no tuvieron opciones y pagaron la ausencia de George Bates, pieza clave en el ataque. No hizo falta un excelso rival para que cayeran los extremeños. De hecho, su máximo anotador, Warburton (20 puntos) perteneció el pasado curso al Mideba como integrante de la armada británica, y no era el más destacado, si bien ha protagonizado un gran torneo con 20 puntos por partido. «Nos hicieron mucho daño desde el exterior. Notamos mucho la baja de Bates, que son 20 puntos y 10 rebotes, con siete jugadores es muy difícil competir», recuerda Jorge Borba del choque del sábado.

Pese a esta última contrariedad, el técnico midebista –que se marcha ahora a Italia al Europeo con la selección sub 22– hace un balance muy positivo de la temporada. «Creo que hemos hecho una gran temporada. Hemos sido el único equipo que le ha competido hasta el final al campeón de liga. Y todo pese a los parones del calendario, lesiones como la de Billy Bridge, que estuvo fuera más de dos meses, o los problemas que tuvimos al contraer el covid. Es verdad que en momentos determinados y en esta recta final nos vinimos abajo, pero la fatiga del equipo ha sido factor clave al tener poca plantilla». El propio Scott, cuyo ritmo de anotación ha bajado en las últimas semanas, ha jugado tocado más de un encuentro.

El presidente del club, Manuel Díaz, incide también en los inconvenientes de una temporada que califica como difícil y marcada por el virus. «Una temporada difícil marcada por el covid, pues esta situación marcó decisivamente la liga, en la cual el Mideba estuvo luchando hasta el final por el campeonato, si bien al final quedamos cuartos empatados con el segundo. La Euroliga fue suspendida, competición ansiada por este club. Finalmente la Copa deparó el enfrentamiento con el Ilunion, con derrota debido a las bajas», hace balance el máximo dirigente midebista.

Ahora toca mirar al futuro e intentar confeccionar un plantel de garantías para la próxima campaña. Confirmada la marcha de George Bates y la más que posible de Matt Scott, que tiene ofertas suculentas, es necesario fichar uno o dos buenos artilleros para que el ataque no se resienta demasiado. El esqueleto del vestuario permanece con contrato: Pratt, Sandoval, Granados, Bridge..., pero será un nuevo proyecto.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy Una temporada de más a menos del Mideba

Una temporada de más a menos del Mideba