El Cáceres refuerza su juego exterior con T.J. Sapp
Norteamericano con pasaporte jamaicano, este escolta-alero es un trotamundos del basket que procede del Vichy Clermont francés
MARCO A. RODRÍGUEZ
BADAJOZ.
Martes, 20 de noviembre 2018, 08:13
El Cáceres no vive sus mejores momentos en el presente curso, debilitado por una plantilla con carencias que le ha arrojado a una zona de descenso de la que quiere huir cuanto antes. Por eso debe aferrarse a cualquier clavo, aunque esté ardiendo. Debe mover ficha. Este lunes anunció un refuerzo para echar una mano al juego exterior de los de Ñete Bohigas, dependiente en exceso de la producción anotadora de Rakocevic. Ha fichado a TJ Sapp, todo un trotamundos del baloncesto, desde el contienente norteamericano (por el norte y por el sur) hasta numerosos destinos europeos, y todo ello pese a contar con 26 años. Hoy será presentado en el Multiusos tras pasar reconocimiento médico en Cáceres.
Nacido en Fort Lauderdale, Florida (Estados Unidos) y con 1.91 metros de altura, este combo que puedo jugar en las posiciones de 2 y 3 posee también la nacionalidad jamaicana, por lo que es cotonou y no ocupa plaza de extracomunitario. Daniel Timothy inició su carrera en la Universidad de Clemson, año 2011 de la División I de la NCAA, aunque en 2013 fue enviado a Murray State, donde se graduó con promedios de 12,3 y unos tres rebotes y asistencias.
Terminados los estudios, comenzó como profesional en 2015 en el Academics Heidelberg (Segunda División alemana), pero sólo duró ocho encuentros y hasta ahora no ha parado de viajar. De allí se fue a los Búcaros de Bucaramanga de la liga colombiana, su mejor actuación con 18 puntos y presencias finalistas. Después al Boulazac Basket Dordogne, (Segunda francesa), bajando a 9 puntos pero con ascenso a la LNB Pro A.
En la 2017/18, recala en el Willebroek belga, abandonando doce partidos después y regresando a Francia con el Jeanne d'Arc Vichy-Clermont de la LNB Pro B, pero aquí es el físico el que le hace decir adiós a la temporada -rotura del quinto metatarsiano del pie derecho- tras cinco partidos. Lo dicho, un clavo ardiendo, pero hay que mover ficha.