«La labor de Extremadura con los toros durante la pandemia es irreprochable»

–Está usted inmerso en la temporada más complicada que se recuerda ¿cómo está viviendo esta situación tan atípica?

–Como todos los españoles, con mucha incertidumbre y la preocupación añadida de pertenecer a uno de los sectores más afectados. Nosotros somos 'feriantes', vamos al calor de las fiestas y cuando estas se suspenden nos quedamos sin trabajo.

–¿Cree que todos los profesionales están empujando en la misma dirección o echa de menos a alguien para salvar esta temporada?

–Se hace lo que se puede. Cada uno lo hace con la mejor intención pero mi criterio es que hay que dar toros en todo aquel sitio que sea posible, siempre que haya garantías de que los festejos puedan celebrarse sin demasiada alteración. El problema es que nos hemos encontrado con comunidades autónomas que han puesto más problemas que otras.

–Usted se ha significado políticamente de forma muy clara, ¿cree que le afecta de algún modo como profesional?

–Sé que cualquiera que se moje un poco políticamente está condenado a que le pongan un sello, pero no me duelen prendas en reconocer que la labor que ha hecho la Junta de Extremadura con los toros es irreprochable. Ni yo, ni Vox sabríamos hacerlo mejor que lo han hecho ellos. Yo les he puesto de ejemplo ante la Junta de Andalucía. Les dije que, si en Extremadura se permite un aforo del 75%, cómo ellos, que son del PP y dicen apoyar tanto los toros, solo permitían el 50%. Reformaron el reglamento para aplicar el metro y medio de distancia entre espectadores, después de lo de El Puerto de Santa María, y al final, han demostrado no estar a la altura. Yo tenía que haber toreado en la Goyesca de Ronda y en Linares y no he podido hacerlo porque el PP andaluz impuso el metro y medio. No se dan cuenta de que quienes más sufren son las cuadrillas, que tienen que torear un mínimo de festejos para poder cobrar las ayudas y este año no van a llegar.

–Incidiendo en esto, usted ha salido en defensa de las cuadrillas cuando estas se han quedado fuera de las ayudas del SEPE por su cese de actividad, ¿a qué cree que se ha debido este agravio?

–No lo sé, porque tampoco estoy muy dentro de la Fundación Toro de Lidia que es quien más ha llevado este tema. Es más, yo soy 'antifundación' porque creo más en la libertad individual que en la de un estamento que quiere parecerse un poco a la FIFA. Creo que el toreo tiene otra forma de moverse, más parecida al cante, al folklore, a la fiesta o a la feria. Me propusieron ir a ver al ministro y me negué, porque no iba a ir a que se rieran en mi cara. Si el ministro hubiera aportado alguna salida al problema, yo hubiera ido a darle las gracias, pero no estaba dispuesto a ir a que me cogiera del codo.

–¿Usted tiene una estrecha relación con banderilleros, picadores y mozos que lo están pasando realmente mal, ¿le han hecho llegar lo dramático de su situación?

–Por supuesto, sé que están muy desesperados. Una vez más, no entiendo que los banderilleros tengan un ataque de desesperación para llamar la atención con la quema de neumáticos o haciendo pintadas y la Fundación se haya puesto en su contra. Yo apoyo la libertad individual de cada uno y que cada uno se exprese a su manera.

–¿Qué papel cree que debe jugar la televisión para la supervivencia de la fiesta en estas circunstancias?

–Ahora mismo la televisión es muy importante, pero en el caso de Canal Toros, su director, Ignacio Frauca, creo que está haciendo mal las cosas. Creo que deberían televisar todo lo poquito que se está celebrando. Ya que se han ahorrado el dinero de las grandes ferias, deberían hacer el esfuerzo de televisarlo todo.

–Recientemente hemos comprobado cómo se le falta al respeto desde los tendidos a un matador por su vida fuera de la plaza ¿está usted ya curado de espanto en ese sentido?

–Yo en eso no me meto. Creo que el público es soberano. Cuando yo estoy mal delante de un toro, si no me dan una bronca, no me quedo tranquilo. La bronca a veces es un consuelo de duelo compartido. El torero nunca debe de arremeter contra el público. Siempre ha habido broncas y el torero debe saber mantener el tipo. Con lo que no estoy de acuerdo es con los comentarios de los profesionales en televisión.

–La corrida del viernes es un homenaje a la figura de Borja Domecq, tras su desaparición durante los primeros días de la pandemia, ¿qué recuerdo le queda del ganadero?

–Yo estuve tentando en su casa veinte días antes de su muerte y sentí mucho su fallecimiento. Sabíamos que tenía problemas respiratorios, pero nunca esperas que pase esto. Fue el primero de los nuestros en caer por el dichoso coronavirus y nos impactó bastante. Espero que la corrida del viernes sirva para homenajearle como se merece.