Concurso de murgas del Carnaval de Badajoz 2024

Los Mirinda y Marwan destacan cuando era casi imposible hacerlo

Al Maridi no hizo mal pase pero sin dar un golpe de autoridad, Dakipakasa no logró una letra con el carisma de otros años y Los Mini Folk se pueden conformar con el pase que ya han logrado, pero estuvieron algo planos y les faltan tablas para aspirar a más.

Los Water Closet fueron los encargados de arrancar la primera de las dos semifinales de este año. Demostraron, una vez más, que saben crecerse. Con el mismo popurrí que en preliminares lograron más energía y más risas. Chistes como la carta de despido o «Estoy de escándalo», que pasaron más desapercibidos la semana pasada, lograron ayer hacer reaccionar al público y recordar el humor absurdo por que el quieren a este grupo de amigos. Con 20 años a sus espaldas tienen tablas para defender un repertorio.

Gustaron sus pasodobles, marca Water, muy sentidos, especialmente el dedicado al racismo de los nacionalismos. Sus cuplés, sobre el cartel del Carnaval y jugando al jefe infiltrado, fueron geniales y su estribillo se confirma como uno de los mejores del año.

Salvo sorpresa mayúscula, Marwan montará un tercer show este año. Se ganó su pase a la final, y mira que está cara, demostrando un nivel musical y vocal por encima del resto, y mucho.

Demostraron, una vez más, la capacidad de trabajo que tienen con cambios en su presentación además de los pasodobles y los cuplés. Incluso renovaron sus tanguillos en el popurrí y lograron una ovación tratando la polémica de los artefactos. No ha sido el único aplauso cerrado que han logrado, el público les interrumpió en sus pasodobles, muy críticos, sobre el nacionalismo y contra el nuevo concejal de Ferias y Fiestas.

La única pega, y no es pequeña, es que su estribillo no puede ser más cursi.

Los Mini Folk sí que tienen un estribillo con gancho como astronautas que se alegran de tener espacio, muy carnavalero. Sin embargo en su pase a semifinales, un gran logro para este grupo tan joven, no supieron subir la intensidad. En esta fase hay que salir con hambre aunque se sepa que el pase a la final es muy difícil.

Gustó su segundo cuplé, a otras murgas. No es culpa suya ni un problemas solo de este grupo, pero hay un exceso de cantar al propio concurso. Ya habían dedicado su primer pasodoble a dar las gracias a los que les han precedido y es perder la mitad del nuevo repertorio en lo mismo.

Uno de los mayores méritos de esta murga de la cantera es que dan un buen repaso a la actualidad. De hecho metieron una cuarteta nueva con una mención al problema de los artefactos. Sin embargo, otro de sus fuertes, sus voces, resultaron algo planas. El sonido de coro entra mal en las murgas. Gusta más la interpretación y la intensidad. Han hecho un buen viaje este 2024 pero a los Mini Folk les falta para llegar al viernes de Carnaval.

Tras el descanso llegó el momento. El patio de butacas a reventar y nervios esperando que se levantase el telón. El público estaba ansioso por saber si Los Mirinda habían sido un espejismo en preliminares o hay milagro. En los siguientes 20 minutos el público ovacionó sus pasodobles, coreó su estribillo e interrumpió con carcajadas su delirante popurrí como beatas en la catedral de San Juan. Los espectadores acabaron de pie aplaudiendo.

Se confirma que Los Mirinda apuntan al cielo este año. Si su actuación es el pelotazo del año, indiscutible, han demostrado que además tienen ambición. Muestra de ello es su pasodoble sobre el Casco Antiguo echando en cara a las administraciones que se pasen la pelota y poniendo sobre la mesa que este barrio agoniza. No les hacía falta ser tan críticos para brillar, pero demuestran que ante todo son una murga.

Si Los Mirinda no actúan el viernes de Carnaval en el López de Ayala, el jurado corre el riesgo de que haya más gente en la calle si ellos hacen una actuación callejera que en el teatro, habría una revolución de los aficionados. Están muy altos en muchas quinielas.

Al Maridi también le dedicó un pasodoble emocionante a la situación del Casco Antiguo y arrancó con su crítica una ovación del público.

La vigente campeona, que ha logrado cinco títulos en once años, no afloja. La música de estos hombres abducidos hace 30 años es mejor que el año pasado cuando se impusieron como chinos. En su segundo pase el público ya conocía sus melodías.

Sin duda Al Maridi tiene unas de las voces de mayor calidad y las guitarras más impresionantes del certamen. A ratos dan ganas de que sus punteos sin voces duren más para escucharlas sin más. Tendrán la oportunidad de volver a lucirse con seguridad.

Dakipakasa cerró la primera semifinal con sus Celos. De nuevo destacaron por sus letras sentidas y poéticas, en este caso al amor por el Carnaval, a veces un poco enfermizo y envidioso.

Destacaron sus pasodobles dramáticos, uno de ellos con una lera en portugués que luego tradujeron, pero se confirma que los cuplés no son los suyo. No tiene mucho sentido criticar un gesto obsceno haciendo el mismo gesto obsceno. Se salva que entre sus cuplés hay un estribillo espectacular.

Un fotógrafo del patio de butacas expresó algo que resume el sentir de parte de la afición sobre Dakipakasa: en las fotos queda muy bonito. Pero por casa pacense que no conecta con ella hay un férreo defensor que se muere por sus letras. Es bonito que sea así.