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La Kochera, de los años 60, representó un guateque con mesas portátiles incluidas como complemento de baile. :: casimiro moreno
Las comparsas no tienen techo, 50 sorpresas y miles de aplausos

Las comparsas no tienen techo, 50 sorpresas y miles de aplausos

La temática china y el mundo hindú fueron dos de los temas más explorados por las agrupaciones

NATALIA REIGADAS

Lunes, 4 de marzo 2019, 08:46

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Hubo samuráis, mexicanos, monos astronautas, hindús, dioses... 50 comparsas, 50 sorpresas y miles de aplausos. Estas agrupaciones no tienen techo y ayer volvieron a demostrarlo en Badajoz.

Aquelarre, de Aceuchal, abrió el pasacalles con el primer circo de la jornada. Llevan una carpa en su gorro, pero lo más llamativo es el efecto que logran de espalda. Su falda, con vuelo, y la parte trasera de su casaca de jefe de pista, recrean también la carpa de un circo en rojo y blanco. A continuación, desfilaron Los Colegas que se llevaron una gran ovación del público nada más llegar. Su traje está inspirado en el grupo de música Mago de Oz. Su gorro recrea la bruja tocando el violín símbolo de la banda, que también va en sus espaldas. El resto de su ropa es muy roquera. Desafiaron el madrugón que tuvieron que darse para llegar de Miajadas con mucha energía en sus bailes. El momento cumbre fue su coreografía con Fiesta Pagana que el público siguió con palmas. Su carro de instrumentos no decepcionó, no fue el Titanic de 2018, pero recrea una gran catedral.

La tercera en desfilar fue Colorido sobre ruedas, de Aspaceba, que realizó un gran esfuerzo en música. Este año viajan en globo y se visten al estilo 'steampunk'. Como siempre, el público celebró su participación con mucho cariño. Shantala, de Pueblonuevo del Guadiana, fueron faunos con grandes cuernos y una gran interpretación que les hizo tirarse al suelo para contar su historia mitológica. Destacó su maquillaje y las lentillas rojas que llevaban todos los componentes.

Los Bailongos, de Miajadas, debutaron como guardia británica y Los Lorolos, de Mérida, del oeste

Los Pío Pío son brujos. Llamó la atención su abrigo blanco largo y su larga melena del mismo color. Fueron cambiando de complemento de baile variando entre un arma a modo de látigo y bolas en sus coreografías. Les siguieron Los Mismos, de Guadiana del Caudillo, con unos originales monos astronautas. Al público le encantó su propuesta, muy divertida. En el carro de los instrumentos llevaban una escalera que hacía volar a uno de sus componentes a modo de explorador del espacio. Los Tukanes, por su parte, llegaron de zíngaros desde Alange. Su traje está muy trabajado y lleno de detalles y brillos que lucieron mucho en los tramos con sol del recorrido.

La Movida, de Gévora, se inspiraron en el mar para un atuendo azul lleno de escamas brillantes y rematado con un gorro con algas. Su complemento era un tridente y su capa una red. A continuación fue el turno de Yuyubas que este año son aztecas. Su estandarte es una pirámide formada por cajas de huevos y su vestuario es de colores llamativos.

Todo lo contrario que Moracantana que va en blanco y dorado, pero que, con solo estos colores, logró la ovación a su paso. En su 20 aniversario son la diosa que da nombre a su comparsa y que precedía la marcha en una cuadriga llevada por tres pegasos de gran tamaño. Esta agrupación logró un gran efecto, muy vistoso, con sus alas en movimiento.

Cambalada, por su parte, se ha inspirado este año en el antiguo Egipto con un montaje lleno de detalles. Su gorro representa un sarcófago y llevan una máscara dorada que se ponían y se quitaban para descubrir sus caras. En su ropa, con telas muy bonitas, destacó un pecho de plumas que se podía mover para convertir uno de sus brazos en un ala de pájaro. Todo el atuendo estaba lleno de símbolos de esta cultura hasta su cinturón con el escarabajo sagrado.

Bakumba, de Alange, se inspiró en África para ser hechiceros de una tribu. Destacaron sus bailes dando protagonismo a su cetro. Les siguieron, desde Barbaño, Los Pirulfos con un traje hindú que le encantó al público por la delicadeza de sus telas y la combinación de colores en dorado, verde y azul. Con el tocado típico de la India, sus bailes también recrearon esta cultura y su música, como siempre, llamó mucho la atención.

De película

A continuación fue el turno de La Pava and Company, de Torremejía, y su traje inspirado en la película Braveheart. Llevan un traje de guerrero escocés lleno de cuentas y detalles que suenan al bailar. Lo más impresionante fue que incluyeron en su coreografía lanzas de tres metros que creaban un gran efecto en la distancia. Meraki llegó desde Valdebótoa en su segundo año en Badajoz con un traje inspirado también en la India. Entre todos sus componentes portaban 9.500 plumas en sus atuendos. Los de Valdebotoa coronaron su traje con un gorro en forma de elegante.

Dekebais, por su parte, no decepcionó. Como todos los años, su traje fue muy colorido. Este año se inspiran en el libro clásico 'El Rey Mono' por lo que no faltaron las referencias a la cultura china, origen de este texto. No les faltó la cola y un maquillaje muy bonito que incluye espejos.

Caretos Salvavidas, como samuráis, fueron en dorado y azul con mucha pasamanería y paraguas de colores como complemento de baile. La Bullanguera gustó mucho con su propuesta mexicana basada en el largometraje Coco. Emocionaron los bailes al ritmo de las canciones de la película en los que utilizaron su media capa para dar movimiento.

De doma clásica va este año Saqqora, de La Garrovilla. Llevan un traje muy elegante con un sombrero sencillo, pero bonito y en sus bailes imitan las coreografías de los cabellos. También de La Garrovilla pasaron a continuación Los de siempre con unos guerreros que mezclan el estilo vikingo y oriental. Así, en su gorro hay un cuerno y un símbolo samurái y su complemento de baile es un escudo de madera.

Atahualpa, de Talavera la Real, fue después con una indumentaria inspirada en Rusia. Han escogido el color morado para llenar su traje de elementos de este país como la cúpula de San Basilio o la clásica diadema rusa. En su baile llevaron a cabo un juego con lazos.

El público vibró en cuanto asomó La Kochera y no paró de bailar hasta que se marchó. Este año se inspiran en los años 60 y lograron que los espectadores bailasen la Fiesta de Blas, la Yenka o Vivo Cantando. Como complemento de baile llevan una mesa con un batido y cacahuetes que ponen en el suelo para montar su particular guateque. Los Riki's, de Arroyo de San Serván, por su parte, desfilaron como carteros con su particular homenaje a la historia de Correos.

Menudo circo

Una de las reacciones más virales del día la provocaron Las Monjas. Tras un año sin premios, ayer la comparsa más laureada del certamen reconquistó al público volviendo a su estilo, con un traje muy trabajado y un gorro que parecía que llevaba mil elementos. Como preámbulo había payasos en bicicleta, forzudos, siameses... para hacer ver que llegaba el circo y menudo circo. Lo más llamativo, como siempre, fueron sus bailes en los que se apoyaron en unos paraguas que hacían efectos y en los que incluyeron incluso piruetas.

Les siguieron los Infectos Acelerados que cumplen 35 años en la fiesta y su particular homenaje fue inspirarse en la 'Historia Interminable' y en el dragón de esta película. Los Desertores también se basaron en la gran pantalla, en la saga Los juegos del hambre. Simulaban luchas en su coreografía y se acompañaron de un arco y una flecha, elementos indispensables para la protagonista.

Balumba, por su parte, representó una leyenda samurái. Una de sus componentes entró en pista a lomos de un gran lobo blanco, su estandarte. Era una princesa que estaba dispuesta a morir por salvar a su amado de los espíritus del bosque, que llevaban incluidos en su traje. En su ropa destacó una muy buena combinación de colores con una capa amarilla que les dio mucho juego.

Desde Manila llegó Caribe. Esta comparsa pacense se ha basado en el traje típico filipino para sorprender. Gustó mucho su gorro y el brillo de todas las cuentas que cuelgan de su ropa. También fue muy llamativo el efecto que logra la comparsa Montihuakán. Los de Montijo van de cine mudo. Su ropa y sus gestos imitan a Charles Chaplin y su gorro es un proyecto que convierte el rollo de película en su pelo. Luce el blanco y negro de su atuendo en contraste a sus paraguas rojos.

A continuación debutaron Los Bailongos convirtiéndose en la segunda comparsa que llega de la provincia de Cáceres. Vinieron, al igual que Los Colegas, de Miajadas e hicieron un gran papel demostrando que son un gran fichaje para el Carnaval pacense. Su cortejo lo abrió la reina Isabel II y es que este grupo se ha basado en la guardia real. Lo más sorprendente es que su falda de palas incluye los colores de la bandera británica al moverse y en su gorro de pelo se integran elementos como el Big Ben, las cabinas rojas o el London Eye.

Los de Villafranco del Guadiana, Achiweyba, sorprendieron con uno de los mejores carros de instrumentos. Es el Nautilus que imaginó Julio Verne y es que su traje se basa en 20.000 leguas de viaje submarino. Se combina la casaca verde con un gorro hindú. Los bailes también se basado en Bollywood. Tarakanova, sin embargo, no se ha ido tan lejos. Los de Olivenza se han inspirado en la cercana Andalucía para mezclar en su traje la vestimenta jerezana, el vestido de flamenca y las chaquetas goyescas.

Achikitú, de Don Benito, fue muy divertida. Son Pippi Calzaslargas y su gorro son las dos coletas y en su indumentaria llevan muchos elementos de este personaje como el caballo, el mono, su espada y su gorro pirata... En sus bailes simularon jugar incluso con marionetas que llevan en la espalda. Desde Olivenza llegaron un año más 'Donde vamos la liamos', una de las más ovacionadas por el público. Representan la historia de la música. Lo mejor es que en su coreografía van usando elementos como una máscara, un pañuelo, una batuta, un clavel o una pandereta para ir cambiando de estilo y recorrer la trayectoria de este arte.

Debutantes

En Egipto también se ha inspirado este año Wailuku, pero con una propuesta muy original, llena de brillo. Se trata de la diosa Bastet para recordar a este animal, emblemático para la comparsa. Sorprendió mucho al público que en su coreografía se quitan el abrigo para convertirse en una momia-gato.

El segundo debut de la jornada lo protagonizaron Los Lorolos, la primera comparsa de Mérida en participar en el pasacalles pacense. Esta agrupación ha tenido que renunciar a participar en el desfile de su localidad y ayer el público les premió con una gran acogida. Se trata de otro gran nuevo fichaje para este evento. Fueron del oeste con un traje muy cuidado con un contraste de telas muy logrado. Acompañaban su disfraz de vaquero con un caballo, un lazo y una pistola como complementos de bailes. Les siguió Anuba, desde Barcarrota, como guardianes del bosque. Un traje elegante que mezcla una animal con la vegetación que cubre sus cuerpos.

El Vaivén fue otra de las favoritas del público. Son ladrones de almas inspirados en el dios Vasaris y dan un verdaderos espectáculo. En sus bailes usaron tambores que llevaban todos sus componentes en la espalda y, al ser muy numerosa, el efecto de sus gorros, muy altos, fue muy vistoso. A continuación fue el turno de Lancelot inspirados en el dios Anubis por lo que su gorro representaba la cabeza de perro que acompaña a esta deidad egipcia.

Julio Verne gusta

Los Soletes, por su parte, fueron el segundo conjunto que representó un libro de Julio Verne. En su caso fue 'La vuelta al mundo en 80 días', por lo que en su enorme gorro y en su atuendo no faltaron los lugares por los que pasó Fileas Fogg.

Vas como quieres presentó uno de los montajes más originales. Este año son el hombre del saco. Su disfraz, especialmente su maquillaje, da miedo y su complemento de baile es, en efecto, un saco en el que se adivina que está lleno de cabezas. Su ingenio fue muy aplaudido por los asistentes. Tras ellos pasaron Los Lingotes de Talavera la Real y se llevaron una gran ovación del público. Como siempre, no les faltó su tradicional dorado, pero combinado con rojo. Su propuesta está ambientada en Pekín y representa escenas chinas como las artes marciales, el teatro, la danza. Llevaron un enorme artefacto de dragón y una tela roja como complemento con la que crearon efectos muy bonitos.

Los Caprichosos, de Quintana de la Serena, han decidido este año mirar a su propia tierra. Al acercarse sonaba la música de El Candil y el público ya se inspiraba. Más cerca podían apreciar los gorros de Montehermoso y adivinar que esta comparsa representa el folklore extremeño. Marabunta cambio a continuación de estilo por completo porque este conjunto sí que viaja, en concreto, a México. Fueron Pancho Villa y sus revolucionarios con un estilo muy reivindicativo.

De Hawai llegó Umsuka-Imbali, de hecho, de la película Vaina que se inspira en esta zona del planeta. Sus bailarinas, con un traje de la protagonista y, como gorro, un sombrero ceremonial polinesio. Los Makumbas de Barcarrota, tras ellos, fueron un conjunto más que este año ha mirado al sudeste asiático. Su traje recordó a los colores y el estilo tailandés con un templo muy bien recreado en su gorro.

Valkerai, por su parte, se convirtió en Atlas con un traje que parecía las olas del mar. Todo el montaje era en distintos tonos de azul. A continuación Vendaval desfiló como una tribu zulú que admira a los leones, que iban en sus escudos.

El pasacalles, tras más de siete horas solo de comparsas, fue cerrado por el grupo de percusión Batala Badajoz y por Los Superkk que este año son unos mosqueteros muy especiales porque critican al partido Vox.

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