«¿Por qué tenemos que vivir en un estercolero?», afirman vecinos del barrio cacereño de La Mejostilla
Compradores y alquilados de viviendas de la Junta de Extremadura, junto al Centro de Salud, se quejan de la insalubridad de la zona
«Yo compré la vivienda a la Junta de Extremadura –dice Inés– y en maldita la hora que lo hice, porque llevo 16 años viviendo ... en la basura. ¿Por qué la gente que ocupamos uno de estos pisos tenemos que vivir en un estercolero, entre mierda de perro y con grietas y humedad?». Lo dice en la Plaza de María Latorre Saborid, al lado del Centro de Salud de la Mejostilla.
«Hace unos días hemos bajado de nuestras casas varios vecinos y hemos limpiado la plaza de cacas de perros, porque nadie las limpia» señala otra mujer. «El problema que tenemos aquí es que estamos abandonados –recalca José–. El alcalde y los concejales ponen en sus redes sociales fotos desde el balcón del Ayuntamiento, y dicen que es muy bonita la Ciudad Monumental. Lo que queremos es que vengan aquí y hagan también fotos, porque esto también es Cáceres. Cáceres no es solo la Ciudad Monumental».
Los vecinos de Cáceres que se quejan de abandono viven en dos edificios construidos hace 16 años por la Junta de Extremadura. Un edificio en cada lateral largo de la plaza rectangular. Son en total 96 viviendas, repartidas en ocho bloques de vecinos. En los edificios hay alguna grieta y zonas de humedad por problemas con los bajantes de agua, también desconchones y hasta cables de la luz colgando.
En la plaza, que está justo al lado de la entrada al Centro de Salud de La Mejostilla, hay muchas pintadas, y alguna barandilla peligrosas que está a punto de caerse. «Cualquier día pasa algo con un niño con estas barandillas que no están sujetas ni a la pared ni al suelo –dice una vecina–. Aquí hay jóvenes que hacen botellón y muchos que vienen aquí a sacar a los perros. Son gente incívica porque sus perros hacen aquí sus necesidades y ellos no las retiran, las dejan en la acera y es difícil pasar sin pisar alguna. Hay vecinos que nos atrevemos a llamarles la atención, pero no nos hacen caso».
Inés dice lo que piensan también otros vecinos: «Nosotros no tenemos que enfrentarnos con estas personas incívicas. Lo que tiene que hacer el Ayuntamiento es mandar aquí a policías locales de paisano, que vean lo que está ocurriendo y que multen a estas personas».
El aspecto de la plaza María Latorre Saborid es de abandono. Además de barandillas rotas, hay una alcantarilla destrozada que es un peligro para los viandantes. En el centro hay grandes paneles de metal oxidados, que se tenían que haber retirado hace tiempo, y hay una zona verde que está totalmente descuidada y origina malos olores.
Vecinos de las 96 viviendas están intentando hacer una asociación para ver si de esta manera consiguen que les hagan caso. «Es que la mayoría estamos quemados de quejarnos y que todo siga igual», dice Inés.
Postura de la Junta
La Junta de Extremadura ha señalado al Diario HOY, que de los ocho bloques siete son en copropiedad, por lo que la comunidad de propietarios deberá decidir si se acometen actuaciones de mejora, «a las que se sumará la Junta de Extremadura como copropietario», asegura.
En el bloque que es propiedad íntegra de la Junta de Extremadura, afirma que se hará una valoración técnica del mismo para comprobar el estado del edificio y las viviendas.
«Asimismo –añade–, alguna vivienda de estos bloques se ha incluido dentro de las actuaciones de recuperación de vivienda para ponerlas a disposición de alquiler social e incorporarlas al parque público de vivienda, y en este momento tiene contemplado ya intervenciones para su adecuación».
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