El Congreso rechaza una iniciativa de Vox para mantener la Cruz de los Caídos
El PP apoya la propuesta presentada en la Comisión Constitucional, Cs se abstiene y el resto de grupos votan en contra de la permanencia
REDACCIÓN / EFE
CÁCERES / MADRID.
Martes, 20 de octubre 2020
Vox no ha conseguido sacar adelante una iniciativa que pretendía una declaración del Congreso de los Diputados a favor de mantener la Cruz de los Caídos de Cáceres e instaba al Gobierno a que no se dirigiera a la Junta de Extremadura «conminando» a su retirada. A favor de la propuesta, que se debatió ayer en la Comisión Constitucional, se manifestó, además de Vox, el PP, mientras que Ciudadanos se abstuvo y el resto de grupos votaron en contra.
José María Sánchez, de Vox, argumentó que la Cruz no es «un monumento de odio y enfrentamiento de los españoles, sino de recuerdo de aquellos cacereños que lucharon por España en uno y otro bando, sin exaltación de los enfrentados», así como un símbolo de concordia y un elemento fundamental para la comprensión de la historia de la ciudad. Promover su retirada, dijo, se debe a la aplicación de la ley de Memoria Histórica «sin fundamento jurídico, ni político, y sí con perversión». Insistió en que hay «ciertos vínculos religiosos que han sido secularizados» por el Tribunal Constitucional y aseguró que la Cruz tiene «valor civil, que no excluye el religioso», además de ser «centro de reunión» para los cacereños.
Jaime Mateu, del PP, recordó por su parte que se cambió la placa del monumento en 1984, de manera que ahora «es democrático y no provoca la exaltación del franquismo, ya que solo es un símbolo religioso, sin constituir motivo de odio o enfrentamiento para los cacereños».
Mikel Legarda, del PNV, dijo que serán las autoridades cacereñas las que determinen qué hacer con el monumento e hizo notar que el asunto provoca controversia en la ciudad, mientras que el portavoz de Ciudadanos, Guillermo Díaz, abundó en esa idea y señaló que el alcalde, Luis Salaya, ya ha manifestado públicamente que la Corporación se hará cargo del asunto.
Desde Unidas Podemos, Enrique Santiago insistió en que no se puede negar que hubo víctimas del franquismo, ni la represión y que estas cruces son una «humillación». Recordó a Vox que la ley no impone destruir los símbolos franquistas y que, si se quieren conservar, se lleven a espacios privados.
Valentín García, del PSOE, acusó a Vox de desarrollar el frentismo y el populismo con una estrategia «tóxica» para Cáceres, donde el cambio de los nombres de las calles y la retirada de vestigios franquistas «siempre se ha hecho en paz». Tanto García como Santiago contrastaron esa actitud con Madrid, con la destrucción del memorial del cementerio de La Almudena o de las placas de Largo Caballero.
García precisó que no duda de que el Ayuntamiento de Cáceres cumplirá la ley «con diálogo», aunque ahora la Cruz no es una prioridad ni una urgencia porque centra su política en «ayudar a los vecinos ante la crisis por la pandemia».
La Cruz de los Caídos de Cáceres ha protagonizado ya varias iniciativas tanto en el Congreso como en el Senado. En una respuesta a un senador de Compromís en marzo de este año, el Gobierno de España manifestó que el Ayuntamiento cacereño debía retirar la Cruz, o de lo contrario le pediría a la Junta de Extremadura que «adopte las medidas oportunas», aunque sin concretar cuáles. Las reacciones a esa respuesta gubernamental se sucedieron en las semanas siguientes y Luis Salaya dijo que se encargarían diversos informes. La posición oficial que mantiene el gobierno municipal es que la retirada de la Cruz no es una prioridad ni se abordará probablemente esta legislatura, y que en todo caso cuando se decida actuar no se destruirá sino que se trasladará seguramente al cementerio cacereño.