Recurren la prisión provisional del joven investigado por la muerte de Jonathan en Cáceres
Argumentan que no hay riesgo de fuga y que el investigado no actuó «a sangre fría», sino que fue un acto reflejo al agarrarle la víctima por la espalda
La inexistencia del riesgo de fuga y el hecho de que no actuara «a sangre fría» son dos de los principales argumentos que ha usado ... la defensa del joven investigado como presunto autor de la muerte de Jonathan Espinoza para recurrir la medida de prisión provisional impuesta al joven de 29 años de Navalmoral de la Mata que derribó de un puñetazo a la víctima en la reyerta entre dos grupos de chicos que no se habían visto antes. Los hechos se produjeron en la Avenida Virgen de Guadalupe el pasado domingo y quedaron registrados en las imágenes tomadas por las cámaras del entorno. Jonathan, de nacionalidad nicaragüense, quedó tendido en el suelo y fue ingresado en estado crítico en el hospital, poco después falleció.
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El recurso, que se presentó el pasado miércoles en el Juzgado de Instrucción número 2 de Cáceres, rebate la idea de que el presunto autor de los hechos actuara «con absoluta frialdad», como detalla el auto judicial que se emitió el pasado lunes . Señalan que durante la pelea tumultuaria la víctima intenta separar al acusado agarrándole del cuello, «cuestión que es interpretada en décimas de segundo por el supuesto agresor como un potencial ataque y responde de inmediato con un puñetazo en la zona de la cara, lo que provoque que se desplome la víctima». Se argumenta que la agresión se produce «después de que la víctima hubiera tomado contacto con él y esto hubiera sido interpretado como un potencial ataque, después de ser agredido por un amigo de la víctima y por supuesto sin prever que el resultado pudiera ser fatal» Por ello, y aunque las grabaciones muestran que el joven participó en los hechos y fue el autor del puñetazo mortal, se apunta que pudieran enmarcarse en un homicidio imprudente, lo que tampoco justificaría la prisión preventiva.
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El recurso señala que agresor y víctima «no cruzan palabras, no se miran ni intercambian ningún golpe, por lo que resulta evidente que la agresión se configura como un mecanismo de defensa inmediato ante la interpretación de que pudiera recibir un mal inducido por el entorno de violencia en el que se presentan los hechos». Es, señala, «lo contrario a agredir a alguien a sangre fría».
Delito de odio
En el auto judicial se aborda el riesgo de fuga al declarar el investigado durante el interrogatorio de la juez que no se produjeron insultos racistas ya que él mismo tiene ascendencia latinoamericana al ser su padre de Perú. Este motivo induce a pensar que pudiera intentar reunirse con su padre, algo que echa por tierra el recurso, ya que el joven no tiene ningún tipo de relación con su padre, ya que fue la familia materna la que le crio desde que nació.
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Tampoco hay posibilidad de reiteración delictiva al no haber delitos similares, ya que el joven no se relaciona «con ambientes violentos cuando sale de fiesta», es decir que se considera que el suceso ocurrió en «un contexto excepcional de una trifulca entre grupos de jóvenes tras los efectos del alcohol y tras una noche de fiesta», y que no muestra una actitud representativa de su comportamiento.
Jonathan Espinoza Castellano fue despedido el pasado miércoles por su familia y amigos en un emotivo y doloroso funeral en el tanatorio San Pedro de Alcántara. Allí le brindaron su último adiós su madre, Marisol, junto a sus dos hermanas, doblegadas todas por el dolor. Estaba previsto que las cenizas del joven, que llevaba tres años viviendo en Cáceres, fuera trasladados a su país natal.
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