Policías locales y bomberos denuncian el estado de los caminos de la Montaña en Cáceres
La Diputación provincial ha elaborado un inventario de patologías y el Ayuntamiento prepara un calendario de intervenciones en la zona antes del verano
El mal estado de los caminos de acceso a la Montaña provoca las quejas de los profesionales a los que más riesgo genera esa situación. Agentes de la Policía Local y profesionales del Servicio de Extinción de Incendios (Sepei) coinciden en que la zona se encuentra abandonada, con vías de acceso de enorme dificultad, maleza que se mete en los propios caminos o estrechez de muchos de ellos hasta el punto de que apenas pueden pasar los vehículos. Lo que ya de por sí es un problema para quienes transitan por allí se multiplica en el caso de los policías locales o bomberos. «A veces nos tenemos que bajar del camión y cortar con la motosierra para poder pasar», relata un afectado del Sepei. Aunque la competencia es puramente municipal, se reseña desde la Diputación, ya se ha elaborado un estudio completo a modo de inventario en el que se recoge la situación de las pistas.
No es la primera vez que surge la queja. Sin embargo, los afectados en los cuerpos de seguridad inciden en que este es el momento de actuar, y no a partir de junio cuando comienza oficialmente la temporada de alto riesgo de incendios, que se prolonga hasta octubre. El Consistorio responde que ya trabaja en un plan de intervenciones para antes del verano.
En ocasiones anteriores el Ayuntamiento ya solicitó ayuda para acondicionar la zona a la Diputación. En 2017 hubo algunas actuaciones incipientes. Los trabajos de limpieza se suspendieron porque arrancó la ola de calor y el Consistorio no tenía los permisos ambientales, se reconoció entonces desde el Sepei. El desbroce comenzó tarde. Una orden de la Consejería responsable de Medio Ambiente limitaba las intervenciones en el campo con ciertos elementos como «maquinaria, herramientas, aperos...» una vez que se inicia la temporada de alto riesgo.
«La sierra está abandonada y si se produce un incendio el riesgo de propagación será imparable», llegó a denunciar en la oposición el entonces portavoz del PSOE y actual alcalde, Luis Salaya.
El grupo municipal socialista exigió al equipo de Gobierno del PP que tomase medidas de forma urgente y calificó el estado de la sierra como «un polvorín». En el Ayuntamiento se dice ahora que el asunto no está olvidado. Se están manteniendo reuniones de trabajo a varias bandas para concretar el plan de actuación y garantizar la seguridad de los vecinos y personas en general que frecuentan la zona.
En la Diputación se confirman, asimismo, esos contactos en busca de soluciones. Están implicadas las tres grandes administraciones: el Ayuntamiento, la institución provincial con el cuerpo de bomberos y la Junta de Extremadura con el Infoex, el Servicio de Prevención y Extinción de Incendios Forestales.
En las conversaciones a tres bandas, explica la Diputación, «se ha estudiado la situación» y la administración provincial «se comprometió a realizar un inventario de la patología de cada camino», avanzan en el Gobierno de Rosario Cordero.
El trabajo elaborado se pondrá a disposición del Consistorio y serán el Ejecutivo de Luis Salaya y los técnicos municipales quienes deban pronunciarse sobre aquellas intervenciones de mayor urgencia o necesidad. La fecha, antes de junio.
«Toda la Montaña se ve afectada. Hay tramos sinuosos y otros apenas accesibles en coche. Un auténtico peligro en caso de incendio y necesidad de evacuación», se queja un profesional de la Policía Local, buen conocedor del terreno. No duda en aludir a la Sierra de la Mosca, la Solana y, muy especialmente, a ciertos tramos de Valdeflores. «Eso es una ratonera», resume. En la Policía Local y en el Sepei admiten que sus vehículos pasan con serias dificultades: «Nos quedamos enganchados con todo tipo de vegetación». Coinciden en que el momento de intervenir es este, con la temporada de incendios aún lejana y antes de que ocurra una desgracia. Uno de los aspectos en los que reparan es la ausencia de apartaderos, por lo que en una emergencia, un camión de bomberos que se cruzara con otro vehículo quedaría bloqueado.
La limpieza está entre las medidas preventivas que se exigen en el Plan de Prevención de Incendios Forestales (Preifex). La competencia en áreas periurbanas es municipal. «En la Montaña hay puntos inaccesibles. Lo hemos comprobado nosotros mismos. Si se produce un incendio importante, la situación será realmente grave», sugiere un bombero que destaca el hecho de tener que actuar con la motosierra para poder pasar en algunos tramos.
La Diputación se ha encargado de realizar un inventario audiovisual. Es un trabajo completo que recoge la «patología de cada camino». Ya está terminado, remarcan en la institución. La idea es entregárselo al Ayuntamiento «en los próximos días».
Andrés Licerán, portavoz municipal, asume que la competencia corresponde al Consistorio y se va a intervenir, adelanta. El objetivo es que los caminos se adapten a la normativa de seguridad. «Son muchos y casi todos de titularidad municipal. Vamos a actuar antes del verano con un calendario de ejecución», corrobora el concejal delegado de Seguridad. Una intervención municipal en 2010 ya mejoró seis kilómetros de vías en la Montaña, el punto más castigado por el fuego cada verano.