El plan de respiro familiar beneficiará en Cáceres a cerca de 300 hogares

A Cáceres le corresponden 156.004 euros. Es uno de los núcleos urbanos que presenta una estadística más alta de personas dependientes con grado I, II o III y discapacidad igual o superior al 33 por ciento. En este caso, la cifra supera el 10,4 por ciento. En Badajoz llega al 12 por ciento, mientras que en Mérida se acerca al siete, en Plasencia se queda en el tres por ciento y en Coria, entre otras ciudades, solo es del 0,9 por ciento.

El año pasado el Gobierno dejó se dejó fuera a municipios de menos de 4.000 habitantes. Son unos 300.000 extremeños, pero esta vez la Junta ha rectificado. «Cáceres va a adherirse a este programa. Se incluyen mejoras como, por ejemplo, un incremento del presupuesto, una ampliación del número de horas de asistencia domiciliaria pasando de 48 a 65 y se suma el servicio de acompañamiento circunstancial con horas sueltas acorde a las demandas de las familias», ha detallado este viernes el concejal de Economía y portavoz del Gobierno del PP en la capital cacereña. El asunto ha pasado por la sesión semanal de la Junta de Gobierno Local, que ha tenido conocimiento de la publicación del plan en el Diario Oficial de Extremadura (DOE).

La primera estimación apunta a que «hasta 300 familias» se beneficiarán de los recursos disponibles, 156.000 euros. Se trata, insiste Orgaz, de «una buena medida para nuestra ciudad, una apuesta del Gobierno de María Guardiola por las políticas sociales». El Ejecutivo que preside Rafael Mateos critica «que otros ayuntamientos de nuestra comunidad autónoma antepongan sus intereses políticos y partidistas frente a los intereses de los ciudadanos y politicen las instituciones», ha reseñado el portavoz municipal en alusión a la decisión del PSOE de renunciar en los consistorios que gobierna a este plan. «Es un ataque a frontal a la presidenta y a las personas más vulnerables de la región y no lo vamos a permitir», ha respondido ya la consejera de Salud, Sara García Espada.

El programa financia con su aportación la actividad de personas cuidadoras habituales no profesionales en entidades locales. Facilita un servicio o ayuda para contratar el mismo destinado a favorecer la conciliación de la vida personal, familiar y laboral a esos residentes que atienden a familiares. Beneficia a personas en situación de dependencia (grado I, II o III) y que tengan un grado de discapacidad igual o superior al 33 por ciento.

Según la convocatoria, aquellas personas con un grado de discapacidad de al menos un 75 por ciento podrán beneficiarse aunque no exista la situación de dependencia reconocida, si dicha necesidad se justifica desde el servicio de atención social básica. En ambos casos, solo se podrá acceder al programa si la persona atendida no tiene reconocida una plaza pública en servicio de atención residencial o una prestación económica vinculada.