«Para mí el parque del Príncipe es ahora mismo mi forma de vida»

Conocido por todos como 'Tibu', al hostelero Eduardo Rodríguez se le nota contento y a gusto en el parque del Príncipe. «Para mí el parque es ahora mismo mi forma de vida». Con esta sinceridad expresa su vínculo actual con el pulmón verde de la ciudad.

Al frente de La Terraza del Príncipe desde hace seis años, la primera cafetería-restaurante del recinto al margen de la instalación de la piscina municipal, este madrileño afincado en la capital cacereña disfruta como el primer día de su profesión, en la que lleva más de 30 años.

Hoy la ejerce, sin embargo, en un escenario radicalmente opuesto a los que ha dirigido en las noches de apogeo de la Madrila, que algún que otro quebradero de cabeza le han dado. Un capítulo ya escrito que se cerró con final de condena a nueve empresarios de esta zona de ocio nocturno.

En el nuevo, su jornada laboral se antoja más apacible en un entorno puro y al aire libre rodeado de naturaleza. «Del parque me gusta todo, vengo de muchos años en la hostelería y siempre hemos trabajado en bares cerrados y hacerlo ahora en un sitio como este es maravilloso».

El hostelero se adjudicó el contrato que licitó el Consistorio por 25 años y comenta que los inicios no fueron fáciles, entre otras razones, porque los cacereños no estaban acostumbrados a acudir al Príncipe a tomar algo porque nunca antes se había ofrecido este servicio. «Al principio costó un poco, recuerdo que abrimos en agosto y tuvo una gran acogida, pero luego llovió durante un mes y medio y la gente pensó que solo abríamos en agosto. Es cierto que ha costado, pero bueno, la verdad es que estamos contentos».

Seis años después de ese primer y expectante verano la clientela no ha olvidado el camino y las nuevas dotaciones que ha traigo aparejada la ampliación han sumado más público a los jardines. «Le ha dado muchísima más vida y lo conoce más gente, creo que es el parque de la ciudad y ampliarlo ha sido un revulsivo».

«La gente –continúa– viene a conocer los sitios, hay personas que llevaban años sin venir al parque y ahora lo hacen». «Incluso yo tengo clientes que no lo conocían bien y desde que estamos nosotros lo conocen», ilustra el empresario.

Como otros usuarios y protagonistas de esta sección, para Eduardo la única pega del parque es que no disponga de aseos públicos. «Me gustan las instalaciones pero le falta un cuarto de baño. Nosotros no negamos la entrada a nadie pero tenemos verdaderos problemas cuando hay mucha gente», lamenta el hostelero, que este fin de semana pese al descenso de temperaturas ha llenado el establecimiento, en un momento en el que debido a la situación sanitaria se trabaja principalmente con reserva.

«Creo que la gente está buscando los sitios abiertos pero a mí me encantaría que trabajara todo el mundo, no me gusta sacar beneficio de algo que perjudica a otros, soy bastante empático con mi profesión», defiende Tibu en alusión a las dificultades que está atravesando su sector

En la espaciosa terraza, acondicionada con estufas para días frescos, y con su interior climatizado, se puede reservar el moderno 'brunch' o desayuno tardío y copioso de los fines de semana, degustar cualquier especialidad de arroz por encargo o tomar una sencilla caña con una contundente hamburguesa casera. Todo con el horizonte abierto al paisaje del Príncipe. «Es una carta amplia, económica y el sitio es inmejorable», promociona el hostelero, a quien el parque le ha cambiado la vida.