La ocupación de viviendas sociales en Cáceres se agrava con el realquiler ilegal de los pisos
Los vecinos denuncian casos de personas que acceden a casas que quedan vacías para ofrecerlas después a cambio de dinero
EDUARDO SÁNCHEZ-RODRIGO
CÁCERES
Miércoles, 25 de agosto 2021, 21:21
El problema de la ocupación ilegal de viviendas sociales que llevan sufriendo mucho tiempo varios bloques de Aldea Moret se está agravando. Los vecinos denuncian ... ahora que hay personas que se dedican a ocupar viviendas, pero no para su uso propio, sino para venderlas o alquilarlas a otros individuos que disfrutan de su usufructo de manera ilegal. No está claro si los arrendadores o los compradores son conscientes de esta situación.
El fenónemo se está dando en el número 1 de la calle Río Vístula, de propiedad municipal. Los vecinos aseguran que la gente que se dedica a realizar esta actividad ilegal son personas conflictivas y que, según afirman, les están «haciendo la vida imposible». Relatan cómo en ocasiones se quedan casas vacías y hacen agujeros en las paredes desde otros pisos colindantes para apropiarse de ellas, de manera que las ocupan aunque la puerta principal esté tapiada. La última vivienda donde ha ocurrido es un piso al que los adjudicatarios iniciales renunciaron. Al quedarse libre, otras personas que viven en el edificio se dan cuenta y lo ocupan para obtener un beneficio.
Los vecinos que residen allí de manera legal están hartos de estas actividades y de muchas otras que sufren, pero aseguran que cuando llaman a la policía no reciben ninguna solución. «Hemos llamado muchas veces, pero solo les piden el DNI y se van. Estamos desesperados», explica una vecina que prefiere mantener su anonimato. Los altercados entre ellos son constantes. Manifiestan que el problema de la ocupación no se terminará echando a estos individuos del edificio, pero admiten que vivirían más tranquilos. Sobre todo porque es difícil vivir con el enemigo en casa.
Administrador
Jorge Martín, que lleva al frente de la gestión de las comunidades vecinales de Tíber 8 y Vístula 1 diez años, también muestra su preocupación por la situación. «El lunes tuve el conocimiento de este altercado y es un problema más que se suma a todos los que ya tenemos en la zona», manifestaba el administrador. Indica que el problema está dentro del edificio y tiene difícil solución. Estas personas tienen toda la información de lo que pasa en el bloque y se apropian de viviendas, que posteriormente aseguran que son suyas. Después las venden o alquilan a otras personas, las utilizan como puntos de venta de drogas, las desvalijan o las emplean como almacenes de chatarra.
La situación se está volviendo insostenible, porque además son peligrosos, e incluso han tenido varias peleas con los vecinos, llegando a acabar en los juzgados en varias ocasiones.
Desde el Consistorio anunciaron hace casi dos meses que iniciarían desalojos de viviendas ocupadas por la via judicial. Saben que la situación es difícil y que la solución no es para nada sencilla. Pero el administrador no tiene constancia todavía de si estos trámites se han iniciado o se encuentran estancados. «Desde que nos reunimos con ellos no hemos tenido noticias de ninguna solución jurídica al respecto», manifiesta Martín. Explica también que los vecinos exponen sus problemas, le preguntan si va a haber soluciones a corto plazo y no puede dar ninguna respuesta. Se ha intentado poner en contacto con el Ayuntamiento, pero no ha recibido contestación al respecto. Sabe que agosto es una época complicada y va a esperar hasta la primera semana del mes de septiembre para recibir alguna respuesta por parte del gobierno local y poder tener la reunión prometida para intentar paliar los problemas que sufre la zona, que no solo no cesan, sino que se están agravando.
Los vecinos del bloque 1 de la calle Río Vístula no están pasando por su mejor momento. No viven tranquilos por las diferentes situaciones que sufren desde hace tiempo. Hay residentes que, como dicen ellos, les está «haciendo la vida imposible». Denuncian que también se dedica a ocupar pisos para realizar menudeos de droga, que es otro de los problemas que afectan a este edificio.
Denuncias
Los múltiples altercados que ocasionan han llevado a los vecinos a llamar a la Policía Local en primera instancia y, al ver que estos no solucionaban el problema, acudieron a la Policía Nacional en varias ocasiones. «Hemos llamado muchas veces, pero solo la piden el DNI y se van. Estamos desesperados», denuncia otra vecina, que prefiere también mantener su anonimato. No ven, por el momento, solución al problema. Recientemente se ha quedado libre el piso contiguo al suyo y ahora los vecinos no saben qué va a ocurrir con esta vivienda, si van intentar venderla o usarla para actividades ilícitas.
El Ayuntamiento anunció que iniciaría por la vía judicial el desalojo de las viviendas sociales de titularidad municipal ocupadas ilegalmente en esta barriada. Por el momento, los vecinos no han notado que las ocupaciones hayan disminuido después de casi dos meses del anuncio.
Los vecinos siguen temiendo que este edificio se convierta en el siguiente Bloque C de Aldea Moret. Aseguran que se sienten como apartados de la ciudad y que la dejadez de las administraciones ante estos actos, que están provocando mas altercados y además se han incrementado en verano, según afirman.
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