Una masiva quema del pelele enciende el Carnaval cacereño
Mayores y niños protagonizan la fiesta de las Lavanderas, en la que han ardido un total de 14 muñecos en la Plaza Mayor
«¡Cuánta gente, qué alegría!» El arranque del desfile de las Lavanderas en el parque de Gloria Fuertes anunciaba este viernes el éxito de una ... cita a la que cada año desde hace 34 se apuntan más y más colectivos. La frase la pronunciaba en este punto una mujer con pañuelo en cabeza, falda negra y mandil de cuadros. El augurio no falló, la riada de personas se iba incrementado por San Pedro y Pintores y una multitud presenciaba en la Plaza Mayor la quema del pelele, que en realidad debería llamarse de los peleles, ya que al oficial, el elaborado por el aula de la Tercera Edad de la Universidad Popular, se sumaban otros 13 muñecos de distintos colectivos. Niños y mayores protagonizan este pintoresco arranque del Carnaval en Cáceres.
Colegios como el Castra Caecilia, el Virgen de la Montaña, el Prácticas o el Diocesano, Aspace, la Casa de Cultura de Mejostilla, la Cañada, Novaforma o los Hermanos de la Cruz Blanca participaron, entre otros, en esta fiesta de coquillos y ritmos tradicionales con los que se rememora el trabajo de las lavanderas de principios del siglo XX, que trabajaban para las casas pudientes limpiándoles la ropa en las fuentes de la ciudad.
«Cada grupo de lavanderas hacía su muñeco y el 1 de febrero se colgaba en el lavadero. Lo tenían todo el mes colgado, si el día salía bueno le echaban piropos y se salía malo le llamaban de todo, el último día paseaban el muñeco y lo quemaban o lo tiraban a las fuentes, luego se iban de merienda, era un día gremial y femenino, eran mujeres trabajadoras, que aportaban a la economía familiar y muchas veces eran mujeres viudas, por lo que este era el sustento principal de sus casas». Así lo contaba el cronista de la ciudad Fernando Jiménez Berrocal minutos antes de que se prendiera la pira en la que ardieron todos los muñecos y que iban controlado los bomberos.
Pilar González, coordinadora del Aula de Mayores de la Universidad Popular jubilada, fue la encargada de pronunciar el pregón
«Es un éxito tremendo desde que empezamos los primeros años con el único pelele del aula de la Universidad Popular», valoraba en mitad de una mañana soleada aunque fresca. Para él es adecuado que esta fiesta, cuya intención inicial del Ayuntamiento era llevarla al Paseo Alto debido a la exposición de Leonardo da Vinci, se celebre en la Plaza Mayor. «Es una fiesta urbana, estas mujeres aunque trabajaban en el extrarradio venían a la ciudad».
Pasadas las 12 de la mañana el alcalde Luis Salaya daba la bienvenida con un sonoro «¡Vivan las lavanderas!» y «¡Viva Cáceres!» en la Plaza a niños y mayores. Pilar González, que fue hasta su jubilación hace dos años la coordinadora del Aula de Mayores de la Universidad Popular, se encargó de leer el pregón. «Me hace muchísima ilusión que hayan pensado en mí, estoy muy emocionada». En su discurso aludió a la trayectoria de esta fiesta y a su recuerdo. «Aún llevo pegado a mi piel aquel olor a coquillos elaborados en nuestro aula, esas mangas remangadas, la harina y el azúcar que se deslizaba mientras regaba las encimeras y el perfume del aceite de la consabida fritura que impregnaba el aceite», leyó. Recordó la figura de la lavandera Feliciana Méndez, con quien compartió «ratos, experiencia y más de una risa».
Algunas participantes en la fiesta de las Lavanderas recordaban las tareas de estas mujeres. «Lo hacía mi madre, me acuerdo de cuando celebraban el Febrero, le daban una buena paliza y se lo pasaban muy bien, era una buena convivencia», explicaba Bibiana Núñez ataviada con el traje típico de lavandera.
No estuvo en la Plaza Mayor la comunidad educativa del Delicias, que organizaron su día de convivencia en una zona que les es muy cercana, en Aguas Vivas. El colegio Sagrado Corazón también llevó a cabo su desfile particular y homenajeó a los servicios que hacen que la comunidad funcione mejor, como el de limpieza, seguridad o salud. Salieron del centro y llegaron hasta Cánovas.
Una nube de pavesas y un intenso olor a humo invadió la Plaza, pero los bomberos y ARA, con una docena de voluntarios, controlaron que todo se desarrollara sin problemas. A esa hora comenzaba ya en la carpa el 'chup-chup' de las paellas que se van a despachar en este punto. Esta tarde, barrilada para universitarios y a las 21.30 Tamara Alegre pronunciará el pregón. Empieza el Carnaval.
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