El Hospital Universitario de Cáceres cumple dos años sin apenas avances en su segunda fase

Con más de la mitad de los servicios hospitalarios ya en funcionamiento la pregunta es cuándo arrancará la segunda fase de este centro hospitalario que está llamado a concentrar toda la actividad del área, absorbiendo los recursos del San Pedro de Alcántara. En la memoria colectiva está la cantidad de años que se tardó en ejecutar la primera fase, cerca de 14 desde que se puso la primera piedra. No hay cambios a la vista. El anteproyecto del diseño de la segunda fase se sacó a concurso pero aún no hay una fecha establecida de resolución del mismo. Se mantiene el compás de espera. «No está resuelto y todavía no hay una fecha, es algo que está ahí y que va a ir para adelante», señala David Zambrano sin poder avanzar más. «Queremos que haya otra fase, aunque funcionamos bien como estamos ahora, y en la crisis del coronavirus ha sido muy útil tener un hospital para covid y otro para continuar con las labores asistenciales», justifica el gerente del área de salud. «La primera fase tardó un tiempo inasumible, durante toda una legislatura estuvo parada y cuando se retomó había cosas que estaban obsoletas, fueron cuatro años perdidos». Sobre la necesidad de dar relevo al San Pedro de Alcántara indica que en este recinto se han hecho reformas y mejorías. «Ha pegado un cambio que es casi un hospital nuevo, aunque no negamos la evidencia de que tiene sus años».

Zambrano, que fue director médico del HUC, echa la vista atrás para recordar cómo fue la puesta en marcha de este recinto en 2019, un año complejo en el que no faltaron reclamaciones por parte de usuarios. Arrancó en enero con consultas externas, y hasta finales de mayo no tuvieron lugar las hospitalizaciones e intervenciones. «Fue un año complicado porque supuso el cierre del Hospital de la Montaña, el traslado de los servicios que había hasta el Hospital Universitario y traslado de muchos servicios quirúrgicos que había en el San Pedro». «Recibimos muchas críticas por parte de población cacereña o de sociedades científicas por considerar que era medio hospital, pero yo siempre digo que es hospital y medio, porque ha crecido mucho, y el haber tenido en la ciudad de Cáceres dos hospitales y tener un tercero ha sido fundamental para poder parar la pandemia, sobre todo en la primera ola, y ahora estamos haciendo lo mismo», indica. Obligados por la situación se han llegado a trasladar servicios enteros.

Desde su apertura las camas máximas disponibles del HUC son 233. Las 15 de UCI se han tenido que aumentar a una decena más dentro del plan de contingencia para afrontar la pandemia y dar servicio a los pacientes con coronavirus que no podía ser atendidos en el San Pedro de Alcántara. Fue en noviembre de 2019 cuando se puso en marcha la UCI del Universitario, un modelo mixto con cuidados médicos y cuidados quirúrgicos.

Zambrano reconoce que ha habido un parón asistencial considerable sobre todo durante la primera ola de la pandemia. «A pesar de todo ello seguíamos manteniendo abiertos bastantes quirófanos, se seguían haciendo todas las cirugías de urgencia, cirugías oncológicas y cirugías no demorables», explica. «En los peores momentos, cuando teníamos 220 enfermos hospitalizados con covid entre los tres hospitales pudimos mantener actividad quirúrgica». No se tienen datos concretos, aunque sí se sabe que repercutió en las listas del espera la incidencia de la covid en las operaciones. «Se paró actividad programada sobre todo en marzo y abril, en mayo cuando empezamos a salir de la primera ola recuperamos y junio fue un mes que estuvimos al 100%, tuvimos todos los quirófanos al completo».

Desde que se abrió el hospital se han hecho 15.343 intervenciones quirúrgicas (cirugías programadas, con anestesia general, cirugías ambulatorias). Este año ha habido 9.364 operaciones, 6.000 más de las que se hicieron en 2019. Hay que tener en cuenta que ese año solo se llevaron a cabo operaciones desde el mes de junio.

En cuanto a las consultas externas, se han realizado un total de 190.527 desde su apertura, siendo 103.000 las correspondientes a este año 2020. Las hospitalizaciones llevadas a cabo durante todo el tiempo de vida de este centro hospitalario es de 34.487.

Otra de las grandes carencias del HUC, todavía pendiente, es la puesta en marcha de una cafetería permanente. Está a punto de abrirse un servicio que permita poder comer caliente y reponer fuerzas para afrontar la estancia de una manera cómoda y digna. Hasta ahora, desde hace más de un año, esas funciones se han desempeñado en una carpa temporal. Tras un importante retraso burocrático en el que intervino también la pandemia, las obras comenzaron el pasado mes de septiembre y tenían un plazo de cinco meses. «Es una obra externa a nosotros, no quiero hablar de fecha, pero lo que nos han dicho es que a finales de este mes o principios del que viene podremos tener una cafetería acorde al hospital tan bueno que tenemos», indica Zambrano. «Lo que tenemos es una cosa temporal que por desgracia se ha prolongado más de lo que queríamos».

Desde la apertura del HUC hasta el mes de noviembre del año pasado, los familiares de las personas ingresadas no podían optar a alimentos preparados, ya que solamente se contaba con máquinas de vending.

Cuando arrancó el periodo de hospitalizaciones se hicieron más acuciantes las quejas de los familiares de los ingresados. La ubicación del hospital hace que para optar a un restaurante haya que desplazarse hasta la ciudad.

El recinto, que tendrá un aforo de 200 personas (limitado por las restricciones de la pandemia y que va a contar con zona wifi, fue adjudicado por un periodo de 15 años. Según las recreaciones que ya han podido verse la nueva cafetería del Hospital Universitario contará con un diseño moderno y luz natural a través de grandes ventanales.