El Hospital Provincial de Cáceres cumple cuatro años cerrado sin certezas sobre sus nuevos usos
Tras la presentación hace un año del plan director que establecía el reparto de sus 20.000 metros, no ha habido ningún avance sobre su futuro
20.000 metros cuadrados en pleno centro de la ciudad, un edificio con muchas posibilidades pero con las complicaciones propias de los inmuebles históricos. El ... antiguo Hospital Provincial de Cáceres, el Virgen de la Montaña, cumple cuatro años cerrado (en octubre de 2019 se trasladó la última unidad al San Pedro de Alcántara) sin certezas sobre sus nuevos usos. El centro de Salud Zona Centro y el PAC (Punto de Atención Continuada), ubicados en una pequeña parte del hospital son los únicos espacios activos del gran recinto, que la Diputación ha cedido al Servicio Extremeño de Salud (SES).
Ayer viernes hizo justamente un año que se presentó el plan director del proyecto de rehabilitación que capitanea el SES pese a que sus usos no son netamente sanitarios. En ese momento se anunció que la Escuela Superior de Arte Dramático (ESAD), el Conservatorio de Música y un auditorio central, la ampliación de la Biblioteca Pública y la unidad de Salud Mental además del Centro de Drogodependencias de Extremadura (CEDEX) iban a ocupar el antiguo espacio del Hospital Provincial. En ese momento se dio también una hoja de ruta que marcaba que a lo largo de 2023 se redactaría el proyecto de obra y que la licitación se llevaría a cabo en 2024. Estaba previsto que los trabajos arrancaran en 2025.
Este diario ha pedido reiteradamente información al SES sobre la marcha de este proyecto sin obtener respuesta sobre si se mantendrán los usos anunciados hace un año por los anteriores responsables institucionales. Los presupuestos regionales para 2024, presentados hace dos semanas, sí que mantienen la inversión anunciada. Para el próximo año son 245.630 euros de usos sanitarios, 768.900 en educativos y 85.470 en culturales. En total, y hasta después de 2027, se han reservado 28,7 millones, pero el alcalde, Rafael Mateos, ya avanzó que se acometerán cambios sobre la actuación prevista con vistas a conciliar los diferentes usos.
Aunque durante la presentación del plan director no se dieron las dimensiones exactas que tendrá cada uno de los usos establecidos, sí que se dijo que el Conservatorio Hermanos Berzosa se llevaría la mayor parte del espacio. Desde este centro educativo, ubicado en el complejo cultural San Francisco y con graves carencias de espacio se explica que desde que se anunciaron los usos del antiguo hospital no han sabido nada nuevo. Su directora, Rosana Garay, indica que «en principio todo sigue adelante, pero seguimos a la espera de que se publique algo en relación al proyecto y que se empiecen a dar los pasos pertinentes para llegar a la licitación del proyecto y todo lo demás».
Una de las cuestiones más significativas que plantea la reforma del Hospital Nuestra Señora de la Montaña es la unión del Paseo de Cánovas con Hernán Cortés, con el objetivo de que fluyera el tráfico en una zona en la que se espera un movimiento de personas considerable, sobre todo de alumnos del Conservatorio, niños y jóvenes a los que suelen llevar sus padres porque portan instrumentos en muchos casos voluminosos.
Tres plantas
El Hospital Provincial se distribuye en tres plantas (baja, planta primera y planta segunda) con sus respectivas entreplantas y un sótano. Este recinto, que dio servicio de hospital durante 127 años, a los que hay que añadir los meses que funcionó como hospital de campaña y como vacunódromo durante la covid, es casi tan grande como el Palacio de Congresos de Cáceres (que tiene en total 22.000 metros cuadrados).
El origen del hospital se encuentra en el Hospital General Civil que se creó en 1833. Dependía del Ayuntamiento y estaba ubicado en el convento de Santo Domingo. Dos años después pasó a ser provincial y a estar bajo el cuidado y administración de la Diputación Provincial, instituida ese mismo año.
En 1849 se trasladó al Convento de San Francisco, pero las condiciones de insalubridad de este hicieron que a partir de 1859 se abordaran diversos proyectos para construir de nueva planta en otra localización, la actual, a donde se trasladaron los enfermos en 1893. La obra costó 573.000 pesetas, según la documentación de la Diputación. En el año 1987 la gestión del hospital pasó a manos del Insalud y posteriormente, al Servicio Extremeño de Salud.
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