El ganchillo se reivindica en Cáceres: «Está de moda, ya no es solo cosa de abuelas»
La capital cacereña se suma a la celebración del Día mundial de tejer en público con diversos talleres que ensalzan el papel creativo y los beneficios terapéuticos del ahora denominado 'crochet'
El ganchillo de toda la vida, ahora también denominado 'crochet', se reivindica en Cáceres. La ciudad se ha sumado este sábado a la celebración ... del Día mundial de tejer en público, que se conmemora el segundo sábado de junio, de la mano de dos emprendedoras. Ana Isabel Llanos y Elena María Pérez, dueñas del taller de manualidades Kekeña, han organizado el primer encuentro de ganchillo con actividades abiertas y gratuitas para todo el público. La mañana ha comenzado con una clase para confeccionar pendientes. Pasadas las doce el mediodía ha arrancado otra de punto básico, a modo de iniciación. Y ya por la tarde hay previsto un taller para hacer collares.
«Queríamos dar visibilidad a este día y brindar un sitio al público para que la gente venga a tejer y facilitar un punto de encuentro para reunirnos en algún espacio», resume Ana Isabel.
Alumnas de estas instalaciones e inscritas por un día comparten este sábado ovillos, agujas y conversación en torno a una mesa. «El ganchillo está de moda, ya no es solo cosa de abuelas. Si te acercas a las tiendas y ves la temporada de verano hay muchas prendas que llevan cositas de ganchillo», apunta Elena.

Más allá su labor creativa, al 'crochet' se le atribuyen también beneficios terapéuticos. Y de ellos dan buena cuenta las profesoras de este establecimiento. «El ganchillo potencia la concentración. Además, llegas a conseguir un estado de relajación bastante importante. Nosotros aquí lo notamos con nuestras alumnas. Nosotras procuramos crear un ambiente propicio para que ellas estén cómodas», relata Ana Isabel Llanos. «Es bastante terapéutico. Hablo en primera persona pero también hablo profesional porque lo veo día a día», apostilla.
La entrada en juego del diseño ha cambiado también el tipo de piezas que se confeccionan con este técnica. A los cuadros, paños, tapetes, manteles y colchas se han sumado piezas como sombrillas decorativas o collares.
«El ganchillo potencia la concentración. Además, llegas a conseguir un estado de relajación bastante importante. Nosotros aquí lo notamos con nuestras alumnas»
Ana Isabel Llanos
Socia de Kekeña y profesora de ganchillo
«Siempre me ha llamado la atención el ganchillo y para mí era como una asignatura pendiente. Una vez que lo pruebas, engancha»
Luisa Trujillo
Alumna
Entre las tejedoras que este sábado han pasado por Kekeña (el establecimiento está situado en la calle Casas de Cotallo, junto al Gran Teatro) se encuentra Luisa Trujillo. Es alumna del establecimiento desde hace un año. «Empecé de cero porque no sabía nada. Siempre me ha llamado la atención el ganchillo y para mí era como una asignatura pendiente. Una vez que lo pruebas, engancha. Relaja mogollón», describe esta mujer de 41 años. El 'crochet' atrae a un público intergeneracional.
Entre las participantes más jóvenes se encuentra Esther Espárrago, de 18 años. Acaba de terminar Selectividad (PAU) y este sábado ha acudido al taller básico. Luce un top confeccionado por ella misma. «Me ha enseñado mi abuela y a partir de ahí he intentado seguir aprendiendo con tutoriales de Youtube. Aunque no conozco a mucha gente que haga ganchillo, en redes sociales se ve mucho», comenta.
El Día mundial de tejer en público surgió en 2005 como una convocatoria para realizar tejidos en un contexto social, en la que compartir el valor de las prendas realizadas a mano y dar a conocer la gran diversidad de personas que realizan estas labores.
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