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MANUEL M. NÚÑEZ
CÁCERES.
Martes, 10 de diciembre 2019, 08:14
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Se pusieron en marcha en agosto de 2015 en cuatro puntos de la ciudad y la lista se ampliará en los próximos meses. Son los fotorrojos, un sistema de visión artificial que detecta las infracciones que cometen los conductores al volante en los semáforos. Este mecanismo identifica la matrícula del vehículo en movimiento y tramita mediante una aplicación informática la correspondiente denuncia ante la Policía Local. Hasta ahora han venido funcionando en Hernán Cortés, a la altura de la plaza de toros y el cruce de la Madrila; la Cruz de los Caídos y Antonio Hurtado. El Ayuntamiento ya tiene en proyecto dos nuevas instalaciones, en la avenida Ruta de la Plata, justo en la intersección con Virgen de Guadalupe, y en un punto crítico para la circulación como es el cruce de la Fuente Luminosa, en este caso en su conexión con la avenida Virgen de la Montaña.
Los fotorrojos 'cazaron' a cerca de 2.000 conductores en su primer año de funcionamiento. La cifra ha ido bajando de forma progresiva, tanto por el efecto disuasorio de los mismos como por una mayor concienciación de los cacereños cuando se suben al coche. Entre julio de 2018 y junio de 2019 fueron 1.276 las infracciones detectadas, según los datos facilitados por la Policía Local. Suponen una caída del 18 por ciento con respecto a los 1.567 conductores que se saltaron el semáforo en rojo en alguno de esos puntos en 2016. El semáforo que más se saltan los automovilistas de la capital es el de la plaza de toros. Acumuló 386 denuncias.
Este sistema de detección de infracciones mediante la identificación de matrículas se refuerza en el centro. Se ubicarán las nuevas cámaras en Virgen de la Montaña y Ruta de la Plata con el nuevo contrato de conservación de instalaciones semafóricas, tráfico y restricción de accesos.
El punto de control se dota de un ordenador y dos cámaras por carril en un báculo de semáforos, una cámara monocroma sensible a infrarrojos para identificar la matrícula y otra en color para tomar la fotografía que sirve como prueba. Se registran fecha, hora, minuto y segundo de la infracción, así como datos de localización y otros que confirman que la imagen no ha sido alterada. La fiabilidad de lectura de las matrículas será del 95 por ciento para coches y furgonetas y del 90 por ciento para camiones.
Las cámaras se montarán a una altura máxima de siete metros y mínima de seis. La distancia máxima al carril será de 20 metros.
La inversión en este apartado llegará a 75.449 euros. Cada cámara se cuantifica en algo más de 31.000. El Gobierno local incluye esa actuación en el contrato de conservación de semáforos. El mismo tendrá una duración de cuatro años y un coste anual de 270.000 euros, según recoge la resolución de Alcaldía que firmó Luis Salaya el pasado miércoles día 4.
El concejal de Seguridad, Andrés Licerán, ya detalló poco después de la toma de posesión del nuevo gobierno que el sistema de fotorrojos «hace que la ciudad sea cada día más segura». Está previsto, además, ampliar la red de cámaras de monitorización del tráfico de la ciudad. Hay siete en la actualidad, en servicio en la avenida del Ferrocarril, a la altura de la Hispanidad, Virgen de la Montaña (Fuente Luminosa), plaza de América, Gil Cordero, Cervantes, Hernán Cortés y plaza de toros.
El objetivo, también en busca de mejorar la fluidez del tráfico y reducir las infracciones, es ubicar dos cámaras más a Isabel de Moctezuma, intersección con Sánchez Manzano, y la avenida de la Universidad en el cruce con la ronda del Puente de Vadillo. Todas esas cámaras se dotarán de tecnología IP con tres megapíxeles de resolución y conexión por fibra óptica.
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