Los familiares y amigos del joven fallecido le despidieron en el tanatorio San Pedro de Alcántara. C. NÚÑEZ

Familia y amigos despiden a Jonathan en un doloroso funeral

Todos los órganos del joven, que falleció el domingo en una reyerta, han podido ser donados; «una situación de muerte da la vida», destaca el párroco Ángel Martín Chapinal

Cristina Núñez

Cáceres

Miércoles, 24 de septiembre 2025, 12:58

Jonathan Espinoza, el joven de 25 años que murió el pasado domingo en una reyerta mortal en la avenida Virgen de Guadalupe ha ... sido despedido esta mañana por su familia y amigos en un emotivo y doloroso funeral en el tanatorio San Pedro de Alcántara. Allí le han brindado su último adiós su madre, Marisol, junto a sus dos hermanas, doblegadas todas por el dolor. La madre y una de las hermanas llegaron el martes desde Nicaragüa para despedir a Jonathan. Allí, en su país natal quedó otro hermano más. En la ceremonia, que ha sido íntima, han estado todos los que han compartido la vida con este joven, muchos de ellos personas migrantes y también del entorno de la Iglesia. El joven, amante del baile, llevaba viviendo en Cáceres tres años.

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El párroco de Virgen de Guadalupe y delegado de migraciones de la Diócesis Coria Cáceres Ángel Martín Chapina, ha sido el encargado de oficiar la ceremonia de despedida de Jonathan, en la que ha reveladoque todos los órganos del joven han sido donados. «De una situación de muerte se da vida». Al parecer el chico era donante y en su filosofía de vida estaba poder ayudar a los demás en esos casos, tal y como explicaba en el sepelio una persona cercana.

El sacerdote ha recordado que la doctrina católica rechaza la violencia. «La vida es sagrada y debe ser protegida» y ha tenido palabras de mucho cariño para la madre de Jonathan: «el viaje que ha hecho desde Nicaragua es para gritarle a Dios: Dios mío, por qué me has abandonado». A ella le ha explicado que Cáceres siempre ha sido una ciudad en la que se puede convivir. «Se puede andar por las calles y las relaciones son muy cercanas, es una ciudad tranquila aunque el domingo en la mañana esto se rompió». Uno de los momentos más difíciles de esta ceremonia se ha producido cuando el sacerdote ha iniciado un ruego por Pirlo, que era cómo se conocía informalmente al chico fallecido. Una de las hermanas ha hecho visible su dolor y sus sollozos han atravesado a los presentes. El cuerpo de Pirlo iba a ser incinerado y sus restos mortales trasladados a su país natal. Al sepelio han asistido la portavoz del grupo municipal socialista y varios concejales de este partido.

Ángel Martín Chapinal, que ha agradecido al IMAS las gestiones para costear el sepelio del joven, ha pedido también dejar a la justicia «hacer su papel» y no hacer caso a los consejos «de las redes sociales». Se ha dirigido especialmente en este caso a los jóvenes. Continúan las acciones para recaudar dinero para esta familia, en una situación económica difícil. Los que conocen a la familia señalan que Pirlo y su hermana eran el sustento de la familia en Nicaragua, un país con graves problemas económicos en el que el 85% de la población, con una economía diezmada, solo puede hacer frente a la mitad de la cesta básica. Las remesas apuntalan el día a día de los nicaragüenses.

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No ha habido palabras públicas por parte de sus familiares, que recibieron abrazos, besos y mucho afecto de los presentes. En una pantalla próxima al féretro podían verse imágenes recientes del joven, algunas de ellas en Cáceres, como el mirador de Galarza o la Plaza de San Mateo, otras en casa, posando con un perro o de fiesta. Estaba siempre sonriendo. Allí podían leerse numerosos mensajes por parte de sus amigos y personas cercanas. Poco a poco los asistentes al funeral fueron abandonando la sala en la que se celebró el sepelio. Marisol y sus hijas lo hicieron juntas, abrazadas, hundidas, como si el mundo, literalmente, se les hubiera venido encima.

Los hechos que arrebataron la vida a Jonathan tuvieron lugar el domingo a las ocho y media de la mañana delante de la tienda 24 horas de Virgen de Guadalupe. Según uno de los testigos el joven venía junto a otros dos amigos, de la Madrila tras pasar una noche de fiesta y, al pasar por el estanco 24 horas de la avenida Virgen de Guadalupe, entraron a comprar tabaco. Dentro, según el testimonio de este testigo, se produjo un primer encontronazo con alguno de los detenidos. Y, ya en la calle, ambos grupos se encararon y tuvo lugar la pelea. En ningún caso, asegura, Jonathan participó en el inicio de la reyerta. Cuando se quiso dar cuenta, vio a la víctima tendido sobre el suelo. Falleció poco después. Actualmente hay una persona en prisión provisional investigado por un delito de homicidio por los hechos. Otros cuatro mantienen el abogado que les fue asignado por el turno de oficio, mientras que el que se encuentra en prisión ha cambiado de letrado. Tienen entre 21 y 29 años y al menos tres proceden de Navalmoral de la Mata.

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