La empresa plantea por primera vez pedir la explotación directa de la mina de litio de Cáceres
Extremadura New Energies lo solicitará si los tribunales rechazan su recurso sobre el permiso de investigación denegado por la Junta
La empresa que promueve la mina y planta de tratamiento de litio de Valdeflores en Cáceres ha decidido no retirar el recurso judicial que presentó contra la resolución de la Junta de Extremadura que en abril de 2021 le denegó el permiso de investigación. Así lo anunció este martes Extremadura New Energies (ENE), la filial con la que opera Infinity Lithium, que avanzó además por primera vez que, en caso de perder el recurso en los tribunales, solicitará directamente el permiso de explotación, una posibilidad que permite la Ley de Minas cuando se considera que un yacimiento es bien conocido y su aprovechamiento es viable. Recurriría para ello a alguna de las otras solicitudes sobre Valdeflores que ya tenía presentadas Infinity Lithium en la Junta por medio de distintas filiales.
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El consejero delegado de ENE, Ramón Jiménez, llevaba diciendo desde junio que los servicios jurídicos de la empresa estaban estudiando la posibilidad de retirar el recurso e iniciar un nuevo procedimiento administrativo con la solicitud directa del permiso de explotación para una mina subterránea. Avisó de que solo lo harían si constataban que los intereses de la empresa no se verían perjudicados. Finalmente han decidido mantener abierta la vía judicial, ya que consideran que hay «suficientes argumentos jurídicos que sostienen la validez del permiso de investigación concedido en su momento y posteriormente anulado». Además, entienden que la obtención de los permisos para explotar la mina será más rápida si los tribunales les dan la razón que abriendo un nuevo proceso.
Yacimiento viable
La Consejería de Transición Ecológica ya confirmó en una información publicada por HOY en agosto que la empresa puede solicitar ya el permiso de explotación si lo considera viable, sin necesidad de esperar a la resolución de los tribunales sobre el recurso. Sobre esta posibilidad, ENE indica que «al tratarse de un yacimiento que ha estado en explotación durante muchos años, existen numerosos estudios e investigaciones que permiten conocer con detalle su tamaño y sus características».
La empresa entiende por lo tanto que no sería necesario realizar nuevas investigaciones «una vez que el yacimiento se considera suficientemente conocido y se estima viable su aprovechamiento racional a lo largo de las próximas décadas, tal y como contempla la Ley de Minas».
Extremadura New Energies asegura que el modelo de explotación que tiene diseñado permitiría «extraer el 50% del litio sin usar materiales contaminantes, una cantidad con la que la explotación sería viable durante los próximos 30 años», según los modelos económicos que maneja la empresa para su proyecto.
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En todo caso, ENE espera que la resolución judicial sobre su recurso sea favorable y se retome de ese modo la vía el permiso de investigación, en cuyo caso la empresa «impulsaría de manera inmediata la tramitación administrativa ordinaria, con la presentación ante las administraciones del proyecto industrial de procesado de litio».
Sea cual sea finalmente la opción que se adopte, Extremadura New Energies mantiene su compromiso firme de presentar un nuevo proyecto que incluya una explotación subterránea y una planta de procesado de litio que será «única en Europa» y que incorporará «los máximos estándares de sostenibilidad medioambiental», según afirma.
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La Junta no opina
El portavoz de la Junta de Extremadura, Juan Antonio González, rechazó este martes entrar a valorar el anuncio de la empresa minera por no contar de momento con ningún proyecto de explotación bajo tierra presentado. «Sobre especulaciones es muy difícil responder», señaló. «Si presentan el proyecto algún día tendrán un respuesta, a la que habrá que aplicar toda la normativa de la Junta de Extremadura y sobre protección medioambiental», apuntó.
El alcalde de Cáceres, Luis Salaya, dijo por su parte que este nuevo escenario es el que «esperábamos todos», pues va en la línea de la petición hecha a la empresa de que «si iban en serio, pidiesen el permiso de explotación», para poder iniciar así el procedimiento para el estudio de impacto ambiental.
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