Dos tercios de la necropólis romana hallada en julio en Cáceres siguen sin excavarse
Fomento aún no ha finalizado los trabajos en el yacimiento, por lo cual no se dispone de informes técnicos
El pasado mes de julio se hallaron en las proximidades de la urbanización La Cañada una importante cantidad de restos romanos en las obras de la autovía Cáceres-Badajoz. En concreto, se trata de 38 tumbas de una necrópolis romana de considerable extensión que podría adscribirse provisionalmente al periodo romano imperial, abarcando posiblemente desde el siglo I d.C. hasta el Bajo Imperio (siglos IV-V d.C).
Más de un mes después del hallazgo desde la dirección de Patrimonio de la Junta de Extremadura se sigue trabajando en el seguimiento y control de los restos que van apareciendo, pero la obra, aclara la Consejería de Cultura, es del Ministerio de Fomento y es esta entidad la que deben documentarlos e informar. De momento solo está excavado un 30%.
Fomento debe encargar la excavación a una empresa de arqueología y hasta que no finalicen los trabajos, señala la Junta, no tienen obligación de entregar los informes técnicos a los que les obliga la ley. No obstante, arqueólogos de la dirección general de Bibliotecas, Archivos y Patrimonio Cultural ya han visitado el terreno para hacer el seguimiento y control de los mismos. Este diario ha consultado a fuentes de la institución responsable de la obra sobre la marcha de la investigación de estos vestigios sin obtener respuesta por el momento.
Tal y como se explicó después de que se hiciera público este hallazgo el protocolo que maneja la Consejería de Cultura para este tipo de descubrimientos establece que el primer paso consiste en catalogar y documentar las piezas. Más tarde, si los restos tienen entidad y pueden transportarse, pasarían a los depósitos del Museo de Cáceres. Si los vestigios no tienen mucha relevancia, se cubren. Y si son muy importantes pero no se pueden desplazar, se modificaría el proyecto de obra.
Cerro de los Romanos
Los restos se localizaron específicamente cerca del conocido Cerro de los Romanos de Cáceres, y geográficamente situados entre las antiguas 'turris' o torres de vigilancia romanas de Cuarto del Roble y El Junquillo. Esta ubicación es de particular interés, ya que sitúa el hallazgo en la proximidad de la Vía de la Plata, una de las principales calzadas que vertebraban la Hispania romana y que discurre por el territorio extremeño. Los campamentos de Castra Caecilia y Castra Servilia se hallan en los orígenes romanos de Cáceres. Norba Caesarina se fundó en el último tercio del siglo I a. C. y ocupada hasta el siglo V d.C.
Las recientes intervenciones arqueológicas que se han llevado a cabo han puesto al descubierto cimientos de muros y delimitaciones que sugieren la existencia de estructuras funerarias o recintos asociados al área de enterramiento. En los restos se observa con claridad la configuración de estas construcciones de mampostería, realizadas con piedra local.
El análisis preliminar de las tumbas revela que se trata mayoritariamente de inhumaciones excavadas directamente en la roca madre o en estratos geológicos compactos. Las sepulturas presentan indicios de haber estado cubiertas con 'tégulas' (tejas curvas romanas dispuestas a dos aguas, formando lo que se conoce como enterramientos 'a la capuccina'), una práctica funeraria característica y extendida en el mundo romano durante el periodo imperial.
El contexto de este descubrimiento refuerza su relevancia histórica. La 'turris' de Cuarto del Roble, distante apenas 2 kilómetros, ha proporcionado materiales romanos como tégulas y fragmentos cerámicos, lo que apuntaría la presencia de una villa rural asociada a esta torre de control.
El hallazgo no ha interferido en las obras que se están llevado a cabo. Hace cuatro años, en marzo de 2021 y a 500 metros de la ermita de Santa Lucía, es decir, en la misma zona en donde se han hallado los 38 sepulcros romanos en las obras de la autovía Cáceres-Badajoz se encontraron los restos de una antigua explotación agraria de época romana.
Así lo confirmaron en aquellos momentos los arqueólogos de la Junta de Extremadura después de desplazarse hasta esta zona vertebrada por el camino de Santa Olalla, próxima también a la urbanización La Cañada y el Poblado Minero.
El yacimiento surgió a lo largo de las obras que Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) ejecutó en este punto para suprimir el paso a nivel existente y sustituirlo por un paso inferior. Salió a la luz un contrapeso de granito, sillares, material cerámico en superficie y mampuestos alineados formando estancias y estructuras hidráulicas, correspondientes a una antigua explotación agraria que tendría relación con el vino y el aceite.
Las visitas a Maltravieso continúan abiertas hasta el inicio de las obras
La previsión del inicio de las obras hizo que se previera el cierre de las visitas a la cueva de Maltravieso en el mes de julio, pero su retraso mantiene este recurso abierto. Alrededor de 200 personas visitan la cueva de Maltravieso al año, un recorrido de 90 metros que pueden descubrir cinco personas a la semana, los viernes a las 11 de la mañana, y que desde principios de año ya no es por sorteo, sino que los viajeros pueden reservar para una mejor organización de las visitas.
El Ayuntamiento de Cáceres ha vuelto a sacar a concurso la construcción del edificio que albergará la réplica de la cueva de Maltravieso, después de que a finales de julio quedara desierta la licitación convocada el mes anterior. La convocatoria es para levantar la estructura en cuyo interior se ubicará la réplica, puesto que la neocueva en sí ya se adjudicó en febrero de 2024 por 1.456.060 euros más IVA a la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Imandra Proyect, Tecmolde y el arquitecto Federico Soriano.