Aparecen 38 tumbas romanas en las obras de la autovía Cáceres-Badajoz
Los restos, que están siendo estudiados y serán datados por la Junta, pertenecen a una villa situada en el entorno
Una gran cantidad de restos arqueológicos de la época romana han aparecido en las proximidades del barrio de la Cañada durante las obras de la ... autovía Cáceres-Badajoz, tal y como confirma la Junta de Extremadura. Se trata, según fuentes consultadas por este diario, de al menos 38 tumbas funerarias ubicadas estratégicamente en un área de probada presencia romana, lo que configuraría una necrópolis de considerable extensión que podría adscribirse provisionalmente al periodo romano imperial, abarcando posiblemente desde el siglo I d.C. hasta el Bajo Imperio (siglos IV-V d.C). La consejería de Cultura señala que estos restos pertenecen a una villa situada en el entorno.
Tras tener conocimiento de ello dirección general de Bibliotecas, Archivos y Patrimonio Cultural, estos restos están siendo actualmente «notificados» y serán «documentados y estudiados en detalle para proceder a su preservación y conservación». El descubrimiento no ha afectado a las obras de la autovía, que continúan en marcha en ese tramo.
Los restos se han localizado específicamente cerca del conocido Cerro de los Romanos de Cáceres, y geográficamente situados entre las antiguas 'turris' o torres de vigilancia romanas de Cuarto del Roble y El Junquillo. Esta ubicación es de particular interés, ya que sitúa el hallazgo en la proximidad de la Vía de la Plata, una de las principales calzadas que vertebraban la Hispania romana y que discurre por el territorio extremeño. Los campamentos de Castra Caecilia y Castra Servilia se hallan en los orígenes romanos de Cáceres. Norba Caesarina se fundó en el último tercio del siglo I a. C. y ocupada hasta el siglo V d.C.
Las recientes intervenciones arqueológicas que se han llevado a cabo han puesto al descubierto cimientos de muros y delimitaciones que sugieren la existencia de estructuras funerarias o recintos asociados al área de enterramiento. En los restos se observa con claridad la configuración de estas construcciones de mampostería, realizadas con piedra local.
En roca
El análisis preliminar de las tumbas revela que se trata mayoritariamente de inhumaciones excavadas directamente en la roca madre o en estratos geológicos compactos. Las sepulturas presentan indicios de haber estado cubiertas con 'tégulas' (tejas curvas romanas dispuestas a dos aguas, formando lo que se conoce como enterramientos 'a la capuccina'), una práctica funeraria característica y extendida en el mundo romano durante el periodo imperial.
El contexto de este descubrimiento refuerza su relevancia histórica. La 'turris' de Cuarto del Roble, distante apenas 2 kilómetros, ha proporcionado materiales romanos como tégulas y fragmentos cerámicos, lo que apuntaría la presencia de una villa rural asociada a esta torre de control.
De igual manera en El Junquillo, a menos de un kilómetro, se ha documentado la presencia de abundante cerámica y tégulas romanas en una «cresta rocosa», lo que indica actividad romana en un entorno topográfico similar al de esta necrópolis, según la tesis de un experto consultado por HOY. La proximidad de ambos puntos de vigilancia y el yacimiento funerario a una vía de comunicación tan vital como la Vía de la Plata sugiere que pudo servir a una comunidad asentada en las cercanías o a los que transitaban esta vía.
«Este hallazgo contribuye al conocimiento de las dinámicas demográficas y funerarias en la Extremadura romana y subraya el vasto patrimonio arqueológico aún por descubrir en la región. Se espera que futuras campañas de estudio y excavación aporten datos más precisos sobre la cronología, las costumbres funerarias y la identidad de las poblaciones que utilizaron esta necrópolis», señala un estudioso de la materia.
Los vestigios aparecidos en 2021 en la zona fueron tapados
Hace cuatro años, en marzo de 2021 y a 500 metros de la ermita de Santa Lucía, es decir, en la misma zona en donde se han hallado los 38 sepulcros romanos en las obras de la autovía Cáceres-Badajoz se encontraron los restos de una antigua explotación agraria de época romana.
Así lo confirmaron en aquellos momentos los arqueólogos de la Junta de Extremadura después de desplazarse hasta esta zona vertebrada por el camino de Santa Olalla, próxima también a la urbanización La Cañada y el Poblado Minero.
El yacimiento surgió a lo largo de las obras que Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) ejecutó en este punto para suprimir el paso a nivel existente y sustituirlo por un paso inferior. Salió a la luz un contrapeso de granito, sillares, material cerámico en superficie y mampuestos alineados formando estancias y estructuras hidráulicas, correspondientes a una antigua explotación agraria. Se trataría de uno de los campos que rodeaban a Norba Caesarina y que se dedicaría al cultivo de la aceituna, la uva y el trigo.
En este caso, una vez estudiados estos vestigios, se optó por taparlos y no hubo ninguna modificación del proyecto. El protocolo que maneja la Consejería de Cultura para este tipo de hallazgos establece que el primer paso consiste en catalogar y documentar las piezas. Más tarde, si los restos tienen entidad y pueden transportarse, pasarían a los depósitos del Museo de Cáceres, como ha sucedido con hallazgos de monedas romana que ahora
Si los vestigios no tienen mucha relevancia, se cubren. Y si son muy importantes pero no se pueden desplazar, se modificaría el proyecto de obra, cosa que no se produjo en este caso. En diferentes localidades de la provincia, como Arroyo de la Luz o Alcuéscar, existen yacimientos de similares características.
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