Confían en que los permisos del complejo budista cacereño estén en 2022
La delegación nepalí está desde este martes en la región para oficializar el jueves el hermanamiento de Lumbini con Cáceres
Tanto el equipo de Gobierno cacereño como la Fundación Lumbini Garden, promotora del complejo budista en el Arropé, confían en que los permisos urbanísticos estén concedidos en el 2022 para iniciar la edificación al año siguiente.
«Si todo va bien y para finales del año que viene tenemos una primera licencia, en el 2023 empezaremos la construcción del Buda», manifestó este martes a HOY el presidente de la Fundación, José Manuel Vilanova, durante la recepción a la delegación nepalí que ha llegado a Cáceres para rubricar el hermanamiento con la localidad de Lumbini.
El concejal de Urbanismo, José Ramón Bello, por su parte, corroboró que esta semana será «crucial» para avanzar en el proyecto, ya que, según afirmó, se va a trabajar sobre el terreno con los arquitectos e ingenieros llegados de Nepal. Precisamente, el equipo técnico permanecerá una semana más en la ciudad coordinándose con los arquitectos cacereños del proyecto, Tomás Vega, Serafín Noguera y Francisco Acosta, y los técnicos municipales.
Vilanova señaló que la Fundación ha presentado en el Ayuntamiento «toda» la documentación relativa al proyecto y que ahora dependen de los plazos de la administración. En este sentido, el edil de Urbanismo sí avanzó que se está trabajando tanto en el documento de edificación como en el desarrollo del plan especial, un trámite necesario para ejecutar la actuación que plantean los técnicos, entre los que se encontrarían dos arquitectos de reconocido prestigio en Asia.
«Estoy muy contento de que vengan, porque es una visualización clara del apoyo a este proyecto de los responsables institucionales y políticos del país», subrayó Vilanova sobre el viaje de la delegación nepalí. Un desplazamiento, según dijo, que no ha resultado fácil en el actual contexto sanitario. Pese a ello, el grupo, integrado entre otros representantes nepalíes por el alcalde de Lumbini y el presidente de la Asamblea Nacional de Nepal, está ya en Extremadura para «cumplir sus compromisos».
Su anfitriona privada en la ciudad, la empresaria Pilar Acosta, agasajó a los miembros de la comitiva internacional con una cena de bienvenida en el establecimiento de su propiedad, el hotel Don Manuel. Fue una velada posterior a la recepción de las autoridades locales, a la que asistieron, además de Bello, el edil de Turismo, Jorge Villar, y el diputado de Cultura, Fernando J. Grande Cano. El primer edil, recuperándose de su intervención de anginas, no podrá participar en los actos programados hasta el domingo. Sí ejerció de máximo dirigente de la ciudad en el viaje de la delegación extremeña a Nepal en enero del año pasado.
En este casi año y medio, la ciudad ha sido obsequiada con un Buda de jade blanco tasado en medio millón de euros y se ha decidido donde se ubicarán los templos budistas. Será en el cerro Arropé, una sierra de casi 600 metros de altitud cuya cima coronará una gigantesca estatua.
La agenda de este miércoles transcurre casi en su totalidad en Mérida, donde los budistas serán recibidos por el presidente extremeño y la presidenta de la Asamblea. En la capital extremeña se presentará un vídeo promocional y tras una visita a los principales monumentos romanos, el Teatro y el Anfiteatro, la delegación regresa por la tarde a Cáceres.
