Arranca la obra del nuevo colegio de Proa en Cáceres, que llevaba casi dos décadas a la espera

La Consejería de Educación confirmó la semana pasada que estaba a la espera de los «replanteos topográficos para el inicio del movimiento y el acondicionamiento de los terrenos». Las primeras máquinas ya se ven en el solar, una triple parcela de Casa Plata en la que se habilitará el colegio sobre una superficie útil de 5.777 metros cuadrados. Tendrá importantes mejoras en accesibilidad y seguridad. Con dos áreas diferenciadas.

La tramitación del contrato de la dirección de la ejecución de las obras provocó un primer retraso ya subsanado con estos últimos pasos administrativos. En principio se había dado como fecha probable de inicio de la obra el mes de agosto.

El proyecto ha requerido dos contratos distintos, cuyos procedimientos no siempre han ido a la par. Uno para la construcción y otro para la dirección así como la coordinación de seguridad y salud y apoyo técnico. El colegio de educación especial Proa lo construirá Joca Ingeniería y Construcciones SA. En la Consejería se recibieron una docena de ofertas. Si el presupuesto inicial era de 6.950,430 euros, finalmente la adjudicación se cerró en 6.064.250 euros, es decir, con una baja de casi el 13 por ciento. 886.180 euros menos.

El contrato de obra se formalizó el 28 de julio pasado. La Junta confirma que, una vez firmada el acta de replanteo, «formalmente», los trabajos se consideran iniciados y también «los plazos de ejecución del contrato», recuerda.

Los técnicos del Servicio de Obras de la Consejería de Educación han visitado recientemente la zona de intervención y han podido comprobar que ya se ha efectuado el preceptivo vallado de la parcela. Posteriormente, esa actividad se ha intensificado y las próximas semanas irá a más.

Con vía libre para afrontar la construcción, el nuevo Proa se levantará sobre una parcela cedida por el Ayuntamiento al sur de la capital. Allí se efectuará el traslado desde las vetustas instalaciones de Aldea Moret. Ese cambio pendiente acumula casi dos décadas de larga espera. Los alumnos podrán disponer de unas dependencias mucho más modernas y mejor dotadas en una de las urbanizaciones de la ciudad que más ha crecido.

El proyecto fue redactado por la Arquivir, e incluye un doble edificio. El principal será semicircular. Dispone de un área educativa y residencia y en el centro se libera un espacio de gran amplitud con jardines, área deportiva y hasta huerto. Talleres, vestuarios o invernadero figuran en el segundo inmueble, con forma de paralelepípedo. Los edificios son de una sola planta, sin ascensor. En el resto de la parcela, exterior al semicírculo, irá un aparcamiento.

Se mejora la accesibilidad por las condiciones del centro y sus usuarios y a la vez hay un avance en las garantías de la dotación. De hecho, lo que prima es la seguridad, tal y como se recoge al aplicar el código técnico de edificación en clave de recinto hospitalario. La memoria técnica refleja los recorridos de evacuación y reseña que la distancia hasta un punto en el que confluyan dos alternativas de salida no debe superar los 15 metros.

Desde la asociación de madres y padres de Proa ha sido una reivindicación continua la construcción del centro. En el actual trabajan unos 100 profesionales que atienden a 90 alumnos. La mitad son internos. «Hay pocos colegios en España que vayan a tener las dotaciones del nuevo Proa», explicaba en HOY en enero Sixto Iglesias, histórico director del centro, hoy jubilado. Según él, uno de los problemas es que las instalaciones de Aldea Moret no estaban preparadas por un cometido como el que corresponde a un colegio de educación especial: «Ni siquiera estaban adaptadas».

Promovido por la Obra Social de la Caja de Ahorros hace más de 50 años, no se concibió como centro de educación y menos para acometer las funciones que realiza. En la en Casa Plata, ese escenario cambiará y también el día a día de las 200 personas y sus familias cuyas vidas están ligadas a Proa.