El futuro alojamiento turístico en el Vostell, pendiente del último informe

Se anunció hace un año y la espera continúa. El alojamiento turístico de Los Barruecos fue presentado por la antigua Consejería de Fomento y Turismo como un «novedoso» proyecto que ofrecería a los visitantes de Extremadura una «experiencia singular». El propio consejero, Víctor del Moral, se desplazó entonces hasta Malpartida de Cáceres para compartir con el alcalde de la localidad, Alfredo Aguilera, las primeras imágenes y planos de una iniciativa que arrancaría en breve. Esos eran los planes, pero la realidad ha caminado por un sendero muy diferente.

Los trámites se han prolongado. De hecho, aún continúan. Falta un último informe que resulta preceptivo para poder desarrollar el proyecto básico, según la Consejería de Infraestructuras. Dicho trabajo corresponde a la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) por la cercanía del futuro alojamiento con la presa de la Charca.

Cuando se presentó al público en agosto de 2014 ese «novedoso alojamiento turístico» en pleno Museo Vostell todo parecía sencillo. Era una propuesta innovadora, todas las partes implicadas (Junta, Ayuntamiento y Consorcio del Museo Vostell Malpartida) estaban de acuerdo, la tramitación, en marcha y el comienzo de la obra parecía cuestión de semanas. Por supuesto se daba por sentado que para estas fechas el edificio ya se habría finalizado. Los hechos han sido distintos.

La nueva administración surgida del resultado electoral de los comicios de mayo hace algunos matices. No es que vaya a renunciar a proyecto, aunque sí aclara que se deben cumplir varios requerimientos ineludibles. Ese proyecto básico se propone como «área de alojamiento turístico, para investigadores y público en general» y además «requiere varios informes y permisos sectoriales de distintas administraciones y organismos», detalla Infraestructuras. Entre los mismos los hay de varios tipos. Urbanístico, al estar el futuro edificio «en suelo no urbanizable de especial protección»; medioambiental, «debido al entorno del Monumento Natural»; y cultural. Incide la Junta de Extremadura en que «al tratarse de un bien de interés cultural el proyecto debe ser valorado por la comisión provincial de patrimonio histórico-artístico de Cáceres».

Hay un último informe que corresponde a la Confederación Hidrográfica del Tajo. La Consejería de Infraestructuras, a consultas de HOY, apunta que es «este último trámite con la CHT» el que falta. «Sigue pendiente de recibirse el preceptivo informe», corrobora. Mientras no estén «todos los permisos e informes necesarios -abunda-, no es posible encargar el proyecto de ejecución ni la contratación de las obras».

La tramitación está siendo larga y también ha generado controversia. Organizaciones conservacionistas han seguido el caso y han consultado en el Ayuntamiento malpartideño. Allí supieron que el diseño del edificio es de tipo «vostelliano de dos lazos de hormigón que se cruzan», en principio con un impacto visual limitado. La adaptación de las normas urbanísticas en teoría deja vía libre a un proyecto que, según las citadas fuentes, tuvo un rechazo inicial por parte de la comisión provincial.

La Junta, en todo caso, alude al informe pendiente de la CHT. En este punto hay versiones contrapuestas. El organismo regulador de cuenca también ha hecho algunas apreciaciones en este sentido, en respuesta a la consulta de este diario. Recuerda que hasta el pasado 16 de abril, es decir ocho meses después de ser presentado al público ese alojamiento turístico, no se solicitó desde la Dirección General de Turismo «la tramitación del oportuno expediente».

La Confederación lo resolvió con bastante agilidad, a tenor de lo que explica en su contestación. El 27 de mayo ya estaba listo. «El sentido del informe -dice la CHT- incluía los condicionantes tradicionales que se suelen trasladar» en este tipo de documentos.

Lo más significativo es que en el mismo no figuraba «ningún problema especial que impidiera el desarrollo del proyecto». Cuando se ponga ese estudio sobre la mesa, la palabra definitiva la tendrá la propia Junta de Extremadura.