«Trabajamos para acercar el teatro al público joven, ellos son el futuro»

–Las cifras de público de esta edición son mejores que la anterior ¿Está satisfecha por ello en su primer año al frente?

–Los resultados han supuesto una gran alegría y satisfacción, pero son sobre todo la consolidación del trabajo bien hecho. Es mi primera edición como directora y hemos trabajado mucho para esto. Hemos dedicado de seis a nueve meses a buscar compañías y a ver qué formato es el que se puede adaptar al pulso de la ciudad. Después de 47 ediciones, no es fácil traer algo que pueda sorprender y que sea reflexivo para atraer al público.

–Fueron 15 días de funciones...

–Sí, y en ese tiempo han pasado más de 6.000 espectadores. Además, hemos llegado casi al centenar de abonados, que son aquellas personas que vienen a ver todas las obras programadas. Pero no es un festival pensado solo para ellos. También trabajamos para acercar el teatro al público joven, que es un público con muchas ganas e interés pero mucho más complicado. Ellos junto al infantil son el futuro.

–¿Cómo se consigue acercar a los jóvenes hasta el teatro y alejarlos de las pantallas?

–Tenemos un programa por el que invitamos a los institutos, y entre todas las obras que tenemos seleccionamos aquellas que más pueden llamar su atención. Hemos conseguido que más de 400 jóvenes de doce institutos vengan al teatro. Para ellos hemos analizado temas muy actuales de los que hablan en sus casas. Se ha abordado la violencia sexual, la infertilidad o la inmigración.

–Precisamente la política ha puesto en el debate público la violencia sexual...

–Sí, son temas muy actuales que a la gente joven les puede llamar su atención. Hay que pulsar mucho la esencia de la ciudadanía porque la sociedad pacense tiene un carácter muy abierto y participativo, y eso hace que nos tengamos que plantear cómo traer a los espectáculos al teatro. Hemos hablado de la violencia sexual desde un monólogo y de la inmigración desde un lenguaje teatral, desde donde es difícil reconvertir las realidades.

–¿Es fácil atraer público en un festival donde el atractivo no está en las caras de los actores?

–Apostamos por que las obras cuenten algo, que inviten a reflexionar. Todas las obras que traemos son de calidad. El público no viene buscando ese teatro de caras conocidas, ni de series de televisión, nos fijamos más en el contenido que en la obra. Tenemos un carácter muy internacional, no pueden faltar los portugueses y nos han traído un espectáculo de danza maravilloso. Este año queríamos dar el salto a hispanoamérica y hemos tenido una compañía de Argentina que ha gustado.

–¿Es fácil despertar el interés de lo internacional en lo local?

–Hay que trabajar mucho, estar muy informados y buscar otros formatos que puedan llamar la atención. Para nosotros el público es muy importante, sin ellos esto no tendría ningún sentido. De hecho los abonados cuentan con una ficha en la que eligen la obra que más les ha gustado, que es lo que llamamos el premio del público, y que ha sido para la obra 'Forever' de la compañía Culunca. Realizaron un teatro de máscaras impresionante en el que hacen el guiño a los actores que con máscaras son capaces de transmitir emociones.

–También habéis sacado el teatro a la calle. ¿Qué se consigue con esto?

–No queremos que el público sea solo un espectador. Hemos hecho talleres en colaboración con la Fundación CB para que los pequeños conozcan el teatro desde el lado de la interpretación. También se han realizado jornadas de debate con la unión de los actores y actrices de Extremadura porque queríamos que ellos pudieran debatir y qué el público a través de los talleres conozca lo que se siente sobre el escenario.

–Con estos datos ¿Seguirá la misma línea en la próxima edición?

–El tipo de público que tenemos son principalmente personas mayores, que son los que se abonan. Nuestra intención es mantener al público infantil. De hecho ya trabajamos para organizar los talleres del próximo año donde plantearemos nuevos escenarios para el público joven.

–¿Qué situación atraviesa el teatro en Badajoz?

–La cultura nos salva la vida, se vio en la pandemia todos nos refugiábamos en la música o en la lectura. Desde entonces la gente quiere vivir todo con intensidad y eso lo encuentran en el teatro. Lo que se palpa en el teatro solo se puede sentir sentado en estas butacas. Aquí se da una conjunción de sentimientos que no se pueden plasmar fuera de aquí. Esto es la magia del teatro, que es mucho más que un edificio. Es el encuentro cultural en el que está el alma. Y yo percibo que el público quiere palparlo.

–¿Habrá cambios en el teatro más allá del Festival?

–Me he encontrado un teatro con una actividad impresionante, pero sí es cierto que hay cosas que hay que ir mejorando. La programación está consolidada pero estamos aumentando el número de espectáculos. En este primer año he podido reforzar la actividad de la terraza del teatro, ya que es lo que nos identifica y que nos permite hacer actividades en primavera y verano, convirtiéndose en un núcleo social y cultural.

–¿Qué proyectos próximos tiene para el López de Ayala?

–Hay que seguir ganando nuevos públicos. Para eso vamos a hacer jornadas de puertas abiertas, donde vamos a enseñar lo que no se ve del teatro. También hemos dado un cambio importante en las redes sociales para acercarnos al espectador. En unos días comenzamos el Festival de Jazz. Con la programación de Navidad mostraremos unos cambios estéticos para adaptarnos a los nuevos tiempos que vienen y el sótano también será importante en la nueva programación.

–¿Qué ocurrirá en ese sótano?

–Actualmente recibe visitas guiadas, a las que el público se puede apuntar desde la web, pero estamos trabajando en programación para ese sótano. Es un espacio más reducido y queremos hacerlo en otro formato para recuperar otro tipo de funciones para los jóvenes.