Telefónica pide 3,3 millones de euros por el edificio de la Giralda

La apertura de la antigua juguetería de Las Tres Campanas convertida en un complejo hostelero en abril ha animado este punto del Casco Antiguo hasta el extremo de que un grupo de empresarios locales entraron en contacto con Telefónica para comprárselo. Querían convertir los antiguos almacenes comerciales (que después fueron sede de la empresa de telefonía) en una dotación turística con apartamentos y una cafetería-cervecería. Parte de los servicios de hostelería iban a estar gestionados por Casa Marce, el restaurante de la plaza de Los Alféreces.

Según ha podido saber HOY, esos empresarios han desistido de la iniciativa por el alto precio que pide la compañía y algunos de los interesados, como Marce, están poniendo en marcha una nueva cervecería junto al viejo Vivero en la barriada de la Estación.

Este es el último proyecto que cae en saco roto por el alto precio de venta. Telefónica descartó ayer realizar valoraciones sobre el precio de venta o las posibles negociaciones del inmueble. Aunque los carteles de 'se vende' llevan tiempo en la fachada y HOY ha tenido acceso al documento con el precio de venta.

El edificio tiene 2.346 metros cuadrados distribuidos en sótano, planta baja y otras cuatro superiores. Tiene protección A, lo que significa que se debe conservar integralmente por su carácter singular y monumental, y por razones histórico-artísticas, y preservar todas las características arquitectónicas.

A pesar de esta protección, el interior no se ha conservado como cuando se construyó en los años 20. Telefónica adquirió el inmueble en 1978 y allí operó durante dos décadas, lo que implica que está adaptado para oficinas. Entre los pocos detalles originales que quedan se encuentra el ascensor.

Tiene dos patios interiores. Uno central entre columnas y otro con escalera circundante en forma de herradura. El inmueble es de estilo regionalista con influencia andaluza, como apunta la misma Giralda que le da nombre, y los elementos árabes en ventanas y adornos.

La torre está presidida por el giraldillo, que no es el original. Este se encuentra en el Museo de la ciudad desde hace siete años.

La fachada sí se conserva como era inicialmente, tal y como la ideó el arquitecto Delgado Millán por encargo de la familia Cancho. Adel Pinna, el mismo que hizo Las Tres Campanas, comenzó su construcción en 1927. Lo inauguraron tres años después como almacenes de venta. Posteriormente lo ampliaron.

El inmueble está calificado como equipamiento privado, permitiendo los usos pormenorizados de comercial, hotelero, administrativo, recreativo y social, enseñanza, sanitario, bienestar y asistencial, deportivo y servicios urbanos.

Esto implica que el abanico de opciones es muy amplio. Pero, a pesar de ello, aún ninguna empresa ni institución ha dado el paso definitivo.

Unos años después de cerrar las oficinas, Telefónica anunció que instalaría ahí su sede institucional. Pero esta, como otras propuestas que le siguieron, no salió adelante. En la mayor parte de los casos, por el precio de venta que reclama la compañía.

Ha habido interés de instituciones. La última venía de la Fundación CB. Antes de comprar el solar para construir su gran sede en la plaza de Santa María, iniciaron conversaciones serias con propietarios e intermediarios.

Pero finalmente la Fundación optó por quedarse con el suelo municipal junto al Museo Luis de Morales.

La Diputación de Badajoz, ya con Miguel Ángel Gallardo de presidente, también estuvo interesada. Pero en aquella ocasión tampoco se alcanzó un acuerdo. Años antes, la misma Diputación se había interesado para ampliar el Museo de Bellas Artes. Además de que los dos edificios lindan, en su día pesó que originalmente hubo cinco cuadros de Antonio Juez colgados en el interior de La Giralda que hoy forman parte de la pinacoteca provincial.

En el cuarto de siglo que el edificio está cerrado, el Ayuntamiento también ha tenido conversaciones. Una de las últimas veces, el exalcalde Francisco Fragoso pensó en la posibilidad de habilitar allí la central que reuniera todas las sedes administrativas y dejar el Palacio actual para cuestiones protocolarias. Pero en esta ocasión tampoco alcanzaron un pacto. Finalmente, el Consistorio adquirió hace ya algunos años el conventual de la calle San Juan con este fin, que está aún pendiente de rehabilitar.

Los empresarios locales que se animaron a preguntar por el edificio esta primavera han abandonado la idea. El edificio es atractivo en sí, pero el precio de compra y el coste de la posterior transformación han suspendido el proyecto.

Uno de los atractivos del edificio es su ubicación. Su recuperación supondría un paso más en la regeneración de la plaza de la Soledad y del Casco Antiguo en general.

La hostelería lleva tiempo apostando por este enclave, lo que ha generado cierto tirón con La Casona Baja, Dadá y la heladería Jara. En los últimos tiempos ha habido algunas inauguraciones, como la del hotel A de Alba en la antigua Casa Ramallo y ubicado en la calle Meléndez Valdés. O el propio hotel de Las Campanas, que está muy próximo, y con acceso desde la calle Duque de San Germán. Con la reapertura de la antigua juguetería, esa sí con entrada desde la Plaza de la Soledad y convertida en un complejo de hostelería, muchos pacenses han recorrido de nuevo esta zona y pasado por delante de La Giralda. Por lo que se han preguntado cuándo llegaría la hora de recuperar el inmueble.

Suele ser uno de los edificios más visitados durante la Noche en Blanco, que se celebra el próximo 7 de septiembre.