El Supremo ratifica el archivo del accidente del F-5 que mató a un comandante en Talavera
Ocho mandos del Ejército del Aire fueron imputados por este siniestro que costó la vida a Ángel Álvarez Raigada y dejó herido muy grave al alférez alumno Sergio Santamaría de Felipe
redacción
Jueves, 26 de enero 2023
El Tribunal Supremo ha desestimado el recurso presentado contra un auto del Tribunal Militar Central que acordó el sobreseimiento de las actuaciones judiciales abiertas ... por el accidente de un caza F-5 el 2 de noviembre de 2012 en la base aérea de Talavera la Real. El siniestro ocurrió durante un vuelo de instrucción, en el que murió un piloto y otro resultó gravemente herido.
Hay que recordar que en el accidente perdió la vida el comandante instructor del vuelo, Ángel Álvarez Raigada, de 38 años, natural de Coreses (Zamora), y resultó herido muy grave el alférez alumno Sergio Santamaría de Felipe.
Ocho mandos del Ejército del Aire, entre ellos dos coroneles, tres tenientes coroneles, dos comandantes y un teniente fueron imputados por esta causa. El Tribunal Militar Central dictó un auto el pasado 23 de febrero de 2022 por el que se acordó el sobreseimiento definitivo.
El titular del Juzgado Togado Militar Central número dos, coronel auditor Álvaro Lafita, desechó en el auto recurrido ante el Supremo los indicios delictivos recopilados durante seis años de instrucción por la comandante Patricia Moncada, del Juzgado Togado Territorial número 12 de Madrid. La investigación de la oficial removió los cimientos de la cúpula del Ejército del Aire y llegó al Gobierno del PP, que desclasificó en 2015 el informe de seguridad en vuelo del caza.
El Supremo desestima el recurso presentado por el alférez al no constatar error en la sentencia del tribunal militar, que razonaba la prescripción de todos los delitos imputados, salvo el de omisión de socorro, al entender que los hechos investigados no son constitutivos del mismo.
Cabe recordar que el accidente ocurrió a las 9.47 horas en la maniobra de aterrizaje a la pista durante el vuelo de instrucción, después de que avión retornara a la base tras sufrir la parada del motor izquierdo. El siniestro se produjo en la maniobra de aproximación para el aterrizaje cuando se precipitaron contra el suelo junto a la cabecera de la pista.
Antes del accidente, el caza F-5 sufrió una avería y estuvo orbitando durante 17 minutos y 56 segundos sobre la base aérea, pero, en vez de eyectarse en paracaídas, el comandante Álvarez Raigada intentó un aterrizaje de emergencia, lo que hizo que el avión se desplomara antes de alcanzar la pista. Al tratarse de una misión de instrucción, fue seguida en directo desde la sala de operaciones de la base, donde se reproducen todos los parámetros del vuelo, pero nadie intentó disuadirle de intentar la maniobra.
El auto de archivo del tribunal castrense justificó que el «silencio» del coronel, apartado detrás de un mostrador aquella fatídica mañana de otoño, en lugar de infringir un deber de garante, «lo que hizo fue no entorpecer la labor de auxilio que desde la sala estaba dando al comandante fallecido».
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