«Cuando alguien muere hay que sacarlo en silla de ruedas, la calle es intransitable»
Los vecinos llegaron hace 40 años y ahora que se hacen mayores tienen problemas para entrar y salir de sus casas
Hace cuatro décadas llegaron los primeros vecinos a las calles Amado Nervo y Gabriela Mistral, en Cerro de Reyes, a unas viviendas entregadas por la Junta de Extremadura. Casi todos eran jóvenes que empezaban una nueva vida en familia. Pero hoy superan los 70 años y muchos de ellos no salen de sus casas. Las familias saben que, si uno de ellos fallece dentro de la vivienda, tendrá problemas. «Sacamos a los muertos en sillas de ruedas».
Las calles están llenas de desniveles, asfaltadas a parches, con escaleras y rampas alternándose. Cada una de las márgenes de la calle está construida a distinta altura, de manera que entre las dos estrechas aceras hay un terraplén que en su día fue de arena y hoy es asfalto.
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Las calles son inaccesibles, de manera que no pueden acceder los servicios de emergencia, ni un vehículo puede llegar a la puerta de la casa, ni tampoco pueden andar dos personas sosteniendo una camilla. No tienen espacio para girarlas.
El problema se agudiza cuando la mayoría de los vecinos se han hecho mayores y necesitan sillas de rueda para salir de casa, caminan con andador o están encamados. Cuentan hasta tres fallecidos que han salido de las viviendas en sillas de ruedas sujetadas por varias personas, después de que los enfermeros tuvieran que rendirse por temor a que se les cayera la camilla.
José Pereira se cayó cuatro veces, vivo, cuando salía de su casa en silla de ruedas. Como no podía subir las escaleras, un sobrino le sujetaba la silla, hasta que se cayeron los dos. El sobrino terminó con una lesión y los dos con miedo a que la caída se volviera a repetir. Los celadores que le recogían para la rehabilitación y que le desplazaban en una camilla hasta la ambulancia, se resbalaron y cayeron hasta en tres ocasiones. Necesitaba entre dos y tres personas para sujetarle.
Así que a sus 72 años y postrado en una silla de ruedas tras la operación que le cortó una pierna, llevaba dos años sin salir de su vivienda hasta que el Ayuntamiento le ha ampliado la salida y construido una rampa junto a la escalera hace varias semanas. Pero esa obra no es suficiente ni para él, ni para sus vecinos. Reclaman al Ayuntamiento que les arregle las dos calles para que todos puedan caminar sin miedo.
El edil de Urbanismo, Carlos Urueña, explica que están analizando la solución para estas calles y otras dos en una situación similar, y confía en poder desarrollar un proyecto que cumpla con las normativas de accesibilidad.
A parches
En los 40 años que han pasado, los residentes ha reformado sus casas, pero nadie ha arreglado las aceras. Así que algunos han parcheado la parte delantera, eliminando tramos formados por piedras asentadas con asfalto. Pero aún permanecen tramos así.
El padre de Juan Montes, con 77 años, tiene esclerosis múltiple. Solo no puede salir y Juan requería de la ayuda de al menos otra persona para sacarlo de casa. Ellos mismos han ampliado la acera justo delante de su casa en un arreglo puntual para poder girar la silla de ruedas. «Cada uno ha arreglado el tramo que queda delante de su casa y de una manera distinta, hay obstáculos y no pueden salir», explica antes de añadir que a él mismo se le ha caído su padre en alguna ocasión al intentar desplazarle por la acera.
Juan Raposo cree que la única solución es dividir la calle y crear dos aceras a dos alturas distintas separadas con una barandilla. Él puede salir de casa, pero su esposa tiene una discapacidad y teme el momento en que tampoco pueda hacerlo.
Al lado vive Lali Vila, cuya madre está encamada desde hace años. «Cada dos por tres tenemos que salir con ella, pero a la ambulancia les cuesta la vida sacarla y traerla de nuevo», señala. «La camilla no dobla porque no hay espacio para girar». Su hermano falleció hace dos años dentro de la vivienda y resultó muy complicado sacarlo. Los vecinos alrededor insisten en que es muy complicado y que ya han sido varios amigos a quienes han visto salir en silla de ruedas.
Apamex: «Hay que actuar en las barriadas de forma planificada»
En Apamex conocen los problemas de algunas calles del Cerro de Reyes que, como en Las 800, requieren de una obra de accesibilidad completa. El presidente de la asociación, Jesús Gumiel, reclama que es necesario «actuar en las barriadas de forma planificada». Y pone como ejemplo la actuación de Juan Carlos I. Recuerda que Apamex propuso un proyecto firmado por técnicos que solucionaba los problemas de todas Las 800 con 800.000 euros. A pesar del reducido coste, el Ayuntamiento no lo ejecutó. Gumiel explica que la ciudad creció sin planificación por el extrarradio hace décadas y los vecinos han parcheado las calles después para buscar una solución puntual que no soluciona las necesidades. Al contrario, en ocasiones supone otro obstáculo.