«Queremos que siempre haya sensación de seguridad en nuestros conciertos»

En el programa 15, por ejemplo, mantienen todavía la segunda de Mahler con todo el despliegue que requiere. Orquesta, coro, bandas internas, solistas... Más de cien músicos en el escenario.

Pero a estas alturas de pandemia muchos de estos planes suenan más a ilusión que a realidad. «Lo de Mahler todavía lo mantenemos abierto por si hay alguna posibilidad. Pero sabemos que va a ser difícil».

Ha tenido que reescribir casi todo. Se han modificado los cinco programas hasta noviembre y ya trabajan en la remodelación de los siguientes porque todo apunta que el final de temporada no será muy distinto al inicio. «Siempre predomina la calidad y la búsqueda de Álvaro de obras nuevas y originales que no suelen programarse en orquestas sinfónicas de este país».

Ese cambio permitió, por ejemplo, el monográfico de Mahler del estreno de temporada o el de Johan Strauss de la última sesión. Algunas piezas son originalmente para agrupaciones más pequeñas que la Orquesta, pero es lo que al día de hoy se puede poner encima del escenario.

En el día a día, los músicos ensayan en el Palacio de Congresos Manuel Rojas limitando al máximo el tránsito por salas para que no haya que desinfectarlas.

Antes había más libertad para entrar en los camerinos o en salas contiguas para calentar. Ahora cada uno llega a su sitio en el escenario, tiene su propio espacio para el estuche, atiende a la órdenes del director y se vuelve a casa.

«En realidad todo esto va muy en contra de lo que es una orquesta. Somos un conjunto y eso significa hablar, comentar continuamente y no trabajar en una dinámica tan fría, pero trabajamos con seguridad». También atípico por la falta de abonos. Solo en Badajoz hay 700 abonados para un palacio de congresos con un auditorio de 850 butacas. No hay más remedio que pasar a la entrada individual. Debutaron solo con un tercio del aforo porque coincidió con la vuelta a la segunda fase en la ciudad. Para el segundo ya podían ofertar el 75%, pero la Fundación ha optado por mantener el 50% y asegurar de esta forma la distancia entre las butacas ocupadas. «En cuanto se corra la voz y según avance la temporada la gente verá que se celebran sin riesgo alguno. Queremos que en todo momento haya sensación de seguridad en nuestros conciertos».

La Orquesta que hoy conocemos se puso en marcha en el año 2000. Dos décadas recién cumplidas que la convierten en una de las sinfónicas profesionales más jóvenes, aunque con personalidad propia y en buena forma artística. Morales cree que la impronta de Albiach ha sido decisiva para superar la crisis que ocasionó la falta de apoyos de la Junta en el año 2012.

Ahora la Junta muestra más compromiso a largo plazo. Este verano anunciaron que Andrés Salado relevará a Albiach para la temporada 21/22. Fue una elección participativa. A modo de la Filarmónica de Berlín en la que los músicos eligen al director. «Fue un proceso muy transparente. Que los trabajadores formen parte de la elección del director es primordial. Debe ser siempre así porque van a trabajar juntos».

Estos veinte años han servido también para que los jóvenes que estudian en los conservatorios tengan un referente cercano. Algunos chicos que pasaron por la Orquesta Joven tocan ahora como solistas en la formación del Liceo, en la de Barcelona o en la de Oslo.

En 'Afinando' tienen a más de 200 chicos con la orquesta infantil y juvenil. Han visto cómo la convivencia y la cercanía con la Orquesta anima a los chicos estudiar música o instrumentos orquestales.