El motorista fallecido en Badajoz frenó más de 30 metros antes de impactar con la rotonda
La frenada comenzó en el paso de peatones previo a la glorieta, pero no pudo evitar el impacto con el anillo exterior
Una frenada recta de mas de 30 metros marca el lugar en el que perdió la vida un motorista en torno a la medianoche del sábado al domingo. Ese accidente ocurrió en la glorieta donde luce el escudo de Badajoz, una amplia rotonda a la que se accede por una larga recta de 570 metros.
Las circunstancias en las que se produjo ese accidente mortal se desconocen, por lo que no es posible determinar de momento cuáles fueron las razones del choque. Lo único que parece evidente es que el motorista accionó con fuerza el freno a la altura del paso de peatones previo a la rotonda y que no lo soltó hasta impactar con el anillo exterior, donde se produjo un choque seco.
De ello hablan los fragmentos que se desprendieron del bordillo de hormigón que protege la glorieta. También las dos marcas que dibujó la Policía Local en el interior de la rotonda: una está situada a unos 13 metros del lugar en el se produjo el impacto, en línea recta; la otra, más próxima al bordillo exterior, debe estar a unos 6 o 7 metros del lugar del golpe.
Fue en esos puntos donde los agentes localizaron la motocicleta y el cuerpo del motorista, que debió morir casi en el acto a consecuencia de las lesiones que sufrió.
El 112 Extremadura ha indicado que hasta el lugar de los hechos se desplazaron la Unidad Medicalizada de Emergencia (UME) con base en Badajoz, el vehículo de Soporte Vital Básico de Badajoz y personal del Punto de Atención Continuada de Badajoz.
El despliegue médico fue importante pero desde el SES se ha indicado que el paciente estaba «policontusionado» y que murió en el mismo lugar del accidente.
El fallecido es Oliver González Amado, vecino de la calle Benegas del Casco Antiguo de Badajoz, donde era muy conocido. Trabajaba como técnico de sonido autónomo en la empresa Cero decibelios, en la que estaba asociado con otro empresario también muy conocido en Badajoz, Fernando Utrera, antiguo gerente y dueño del pub Mercantil.
De la fuerza del choque hablan los restos que todavía permanecían este domingo por la mañana en el interior de la glorieta: un espejo retrovisor, pequeñas piezas metálicas y algunos fragmentos de los pilotos de la moto.
Por la frenada que se observa en el firme, el motorista debía circular por el carril derecho de ese vial en sentido Gévora hasta llegar a las proximidades del paso de peatones, momento en el que frenó con fuerza sin poder girar a la derecha, razón por la que se adentró en el carril izquierdo una vez rebasado el paso de cebra y después hizo un recto hasta chocar con la rotonda.