Libros clásicos para enseñar a debatir a niños de las 800
Lectura. ·
En el colegio Nuestra Señora de Fátima leen La Odisea o el Cid para impulsar el pensamiento crítico con tertulias de los tres a los doce añosEn los pasillos del colegio Nuestra Señora de Fátima, ubicado en el barrio pacense de las 800, comienza a sonar 'Yellow' de Coldplay. Un ritmo ... que sustituye al incómodo sonido del timbre para indicar el cambio de clase.
Eran las once de la mañana, y los alumnos de quinto de Primaria cogieron sus estuches y se encaminaron hacía la biblioteca. La clase de Tertulia Literaria Dialógica estaba a punto de comenzar. Esta asignatura se imparte en el centro desde hace más de una década, y este es el único de la región que la ofrece como asignatura reglada.
«Dylan, léenos la frase del capítulo que tocaba leer hoy, que tienes subrayada, y cuéntanos por qué has elegido esa», le pedía a un alumno la profesora de Tertulia Literaria, Pilar Montero, que imparte la esta asignatura en Primaria.
Este contó que le había llamado la atención la escena en la que El mago de Oz, que es el libro que están leyendo, pidió tiempo a Dorothy, una de sus amigas, para regresar a la ciudad. «Me he sentido identificado con él porque a veces mis amigos me proponen planes y necesito tiempo para pensar si quiero o no hacerlos, porque no me gusta levantarme temprano», le decía el estudiante a la profesora. Esto abrió el debate sobre uno de los problemas que atañe a los jóvenes, el del uso de pantallas hasta altas horas de la noche.
«Con esto no solo fomentamos el hábito lector, también conseguimos trabajar las emociones, la comprensión oral y la expresión escrita», subrayaba Pilar.
Las Tertulias Literarias Dialógicas, son independientes de la clase de Lengua. Esta nueva materia forma parte del proyecto de comunidades de aprendizaje, a través del cual el centro abre las puertas a las personas del entorno para que puedan participar en la educación de los niños.
«En las tertulias se trabaja la reflexión y el sentido crítico para que aprendan a dialogar, debatir y escuchar a los demás», cuenta la jefa de estudios del colegio, Marisol Díaz.
«A través de los libros le estamos haciendo ver que hay una vida diferente a la que ellos ven», dice Pilar
Esta asignatura está basada en la lectura de la Literatura Universal, que son los que asientan los principios del aprendizaje dialógico. «Está demostrado que los clásicos son los que tienen mayor éxito educativo. Hemos leído La Odisea o el Cid, estas obras se basan en los valores, y tratan lo mejor del arte y de la cultura en general», explica Pilar, que cuenta que la lectura del Cid despertó el interés y la preocupación de sus alumnos con la dana en Valencia.
En función del tema que quieran abordar con los estudiantes eligen unos libros u otros. «Este curso hemos elegido obras que hablen de la valentía, ya que en el centro tenemos el club de los valientes, y queremos a través de estas historias darle importancia al ayudar al agredido en casos de acoso escolar», justifica.
De ahí que los cuatro libros que han leído hasta ahora hablen de personajes valientes.
Con esta excusa, los alumnos no solo adquieren el hábito de leer a diario ya que para participar en los debates tienen que leer en casa, sino que se fijan en libros en los que de otro modo no lo harían. «La literatura que hoy día les llega a los chicos es de otras características, aunque lo importante es que lean. Y que tengan el libro porque no suelen tener libros en casa y tampoco suelen ir a la biblioteca. Como sabemos que tienen esta carencia, se la queremos dar aquí, para que conozcan otros pensamientos y otro concepto de la vida diferente al que están acostumbrados», señala la profesora.
Leer desde los tres años
Lo positivo de las tertulias es que los profesores no esperan a que los alumnos lleguen a Primaria para que se familiaricen con el libro, en Infantil ya realizan actividades de pretertulia.
«Trabajamos con libros que tienen muchas ilustraciones y antes de empezar les explico las partes del libro», cuenta la profesora de Infantil, Laura Gordillo.
Una actividad aparentemente complicada para los más pequeños, que abrieron su libro de La ratita presumida por la primera página y lo primero que hicieron fue analizar el dibujo. «La ratita presumida está limpiando las escaleras y se encuentra una moneda», dijo Nelson mientras levantaba la mano. A sus cuatro años, María le dijo a Nelson que la moneda se la habían dado a la ratita por limpiar la casa, y empezó el debate.
Laura les preguntó qué harían ellos con el dinero, unos lo emplearían en chuches, otros en la merienda de la tarde, pero ninguno se quería comprar un lazo para el pelo como el de la protagonista. «No me gusta el color rosa», dijo Dylan dando paso a una segunda disputa por los colores y su uso según el género.
Una actividad con la que más que leer aprenden a respetar el turno de palabra y la opinión de los demás. Hábitos con los que el colegio pretende enseñarles no solo en lo académico, sino en la vida.
En este colegio enseñan a los niños a ver otras realidades y una vida diferente a la que encuentran en el barrio.
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