Inauguración de la XXXVIII edición de la Feria del Libro de Badajoz: pasen y lean

Estos días, la capital pacense huele más que nunca a páginas por descubrir, a literatura. Y es que, este viernes arrancó la XXXVIII edición de la Feria del Libro de Badajoz. Uno de los eventos culturales más importantes de la ciudad que tendrá lugar hasta el 19 de mayo en el Paseo de San Francisco.

Un gris anodino tintó durante la mayor parte del día el cielo pacense pero sorprendentemente, un par de horas antes de la inauguración, las nubes blancas y el color azul se conjugaron para pintar una bonita y primaveral bóveda sobre las casi 30 casetas que durante estos días estarán ofreciendo libros, así como charlas, firmas de ejemplares o actos enfocados a los más jóvenes de los hogares.

Precisamente por estas librerías ambulantes se paseó el alcalde de Badajoz, Francisco Javier Fragoso tras la foto oficial en la entrada del parque. Lo hizo al lado de la secretaria General de Cultura, Miriam Cabezas; de la concejala de Cutura, Paloma Morcillo; del director de la Editora Regional, Francisco Amaya y de la pregonera Palmira Márquez, entre otras personalidades relevantes de la ciudad. Fragoso saludó personalmente a todos los dependientes y les deseó una buena feria.

Mientras tanto, un ambiente familiar reinaba en el Paseo de San Francisco, cuyos veladores estaban abarrotados. Incluso hubo quien no pudo esperar a llegar a casa y se entregó a las páginas de un ejemplar recién adquirido en los bancos situados a la sombra.

Tras este recorrido por la feria, el alcalde dio un canutazo acompañado de Palmira Márquez y Miriam Cabezas, que definió el evento como un referente a nivel regional. Minutos después la comitiva se dirigió hacia otra de las carpas del Ayuntamiento, donde está expuesta la muestra bibliográfica 'La frontera de papel. Literatura portuguesa en España a principios del siglo XX'. El propio dueño de la obra, Antonio Sáez, explicó personalmente algunos detalles de esta exposición. Más tarde tuvo lugar la animación teatral de Francis Lucas titulada 'Personajes en busca de autor'.

Pregón

La concejala Paloma Morcillo arrancó el acto del pregón en la carpa de conferencias hablando del cartel de esta XXXVIII edición. Se trata de una obra de Luis Fano en la que se aprecia una mesa perfectamente preparada con cubiertos, servilleta, mantel y tenedor; pero en lugar de un plato hay un libro. Todo ello desde la vista del lector/comensal. Morcillo, que mencionó en su alocución a Vargas Llosa, Francis Bacon o Borges, invitó a los allí presentes a degustar los mejores ejemplares. En todo momento, una intérprete ponía el punto de accesibilidad ya que tradujo simultaneamente todos los discursos a lengua de signos.

Francisco Javier Fragoso dedicó unas bellas palabras a la literatura y a los universos que se abren con ella. «Hablar de libros es hablar de magia porque en ellos hay un mundo por conocer», indicó. Además, el primer edil mostró el orgullo que le producía tener de pregonera a Palmira Márquez, una agente literaria que además también ha escrito dos libros y es extremeña.

Palmira, de Granja de Torrehermosa, reconoció la ilusión que le hacía «ser un poco profeta en mi tierra» y contó la divertida anécdota de que cuando recibió la llamada del Ayuntamiento de Badajoz pensó que era una multa. Pero acto seguido, Paloma Morcillo se identificó y la sacó del susto.

Márquez contó a una carpa llena a rebosar cómo es vivir entre libros. Se remontó con tremenda pasión a sus raíces para hallar su afición por la lectura y detalló un acontecimiento que para cualquier joven hubiera sido traumático, pero para ella fue sanador, ya que estuvo varios meses postrada en una cama con 16 años debido a una fuerte bronquitis. Sin embargo, pasó ese tiempo leyendo con intensidad. Estuvo enferma, pero leyó El Quijote y le quedó la secuela del amor por las letras para siempre.

También aportó datos nada esperanzadores sobre el sector del libro, como que desde 2008 ha descendido un 40%, o el daño que hace la piratería, las pantallas o las redes sociales a la lectura. «Antes cuando quedabas con tus amigos les preguntabas qué libro estaban leyendo, ahora; qué serie están viendo», exclamó. Pero a pesar de que Extremadura tiene uno de los índices más bajos de lectura, conminó a todos los presentes a arreglarlo, a comprar y a regalar libros; y su discurso fue tan motivador y tan sincero que mientras acababa de caer la tarde en el Paseo de San Francisco, alguno de los oyentes apretaba el paso para conseguir un ejemplar antes de que las casetas echasen el cierre al primer día de feria.