Cómo encontró la policía tres kilos de heroína escondidos en el airbag de un coche en Badajoz

Las sospechas sobre su actividad eran abundantes pero el elemento en el que se ha sustentado el fallo son los 360 gramos de heroína hallados en el hueco del salpicadero donde debía ir alojado el airbag del coche en el que se transportaba la droga.

En la sentencia se explica que esas dos bolsas llenas de polvos de color ocre pesaban algo más de tres kilos (el peso real de la heroína era 360 gramos porque el grado de pureza era del 20%) y habían sido introducidas en una oquedad a la que sólo se podía acceder si previamente era accionado el botón del aire acondicionado, el botón del sistema que calienta las lunas traseras del vehículos y, además, era introducido un palillo en el pequeño orificio que permitía accionar un mecanismo específico que había sido colocado bajo el cuadro de mandos situado en la zona central del salpicadero.

Las imágenes difundidas por la Policía Nacional permiten comprobar que el sistema de seguridad era triple, razón por la que la apertura de esa trampilla no se realizó en la rotonda donde fue interceptado el coche sino en dependencias policiales, donde se comprobó que dentro del receptáculo había dos bolsas envasadas al vacío.

Una era de color azul y la otra de color naranja. Ambas estaban precintadas con cinta de embalar adhesiva transparente y en su interior había una sustancia en polvo de color ocre. En total 360 gramos de heroína que habrían alcanzado en el mercado un valor superior a los 163.000 euros.

Con la droga en poder de la policía, la instrucción del caso continuó y casi dos años después la Audiencia considera a los cuatro procesados autores de un delito contra la salud pública por tráfico de drogas que causan grave daño a la salud y por un delito de constitución o integración en grupo criminal.

A Juan Manuel H. R. le impone ocho años y nueve meses de cárcel (siete años y tres meses por el primer delito y un año y seis meses por el segundo) además de una multa de 300.000 euros con responsabilidad civil subsidiaria en caso de impago.

A los otros tres procesados los condena a siete años, tres meses y dos días de prisión (un año y un día por el primer delito y un año, tres meses y un día para el segundo) y multa de 150.000 euros.

De Antonio David indica que no se le puede aplicar la atenuante de drogadicción porque no ha recibido tratamiento psicopatológico alguno ni presentaba signos de encontrarse bajo los efectos de las drogas cuando fue detenido. «Los agentes de la policía coincidieron en que la actividad criminal que desarrollaba Antonio David requería un elevado grado de concentración y frialdad de ánimo incompatible con la ingesta de estupefacientes con dependencia severa».

La sentencia no es firme y contra ella cabe interponer un recurso de apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura.