Dos horas y media de espera para ser los primeros en entrar en Lefties de El Faro

Sandra, la hija de María Elena, ha sentido al entrar un cosquilleo especial. Desde niña ha vestido las prendas de Lefties pero nunca había tenido la oportunidad de comprarlas en Badajoz. «Nosotras íbamos al Centro Comercial El Lago de Sevilla, porque antes vivía allí, ahora tengo la oportunidad de encontrar lo que me gusta sin salir de casa».

Pero no era ese el único motivo de satisfacción. En la tienda de más de 5.000 metros cuadrados que se ha inaugurado este sábado trabajará su primo Cristian Cabello Duque, que después de varios años dedicado al comercio ha pasado 15 días en el Lefties de Granada para familiarizarse con su nueva marca y en estos últimos días se ha empleado a fondo en el montaje de la tienda de Badajoz.

Cristian es uno de los alrededor de cien trabajadores que a partir de ahora se van a encargar de la atención de una inmensa sala de venta que, por la superficie que ocupa, solo es comparable a la que tiene Primark en el otro extremo de El Faro.

Lefties Badajoz se encuentra en la zona central del antiguo Hipercor, en la zona oeste del centro comercial, y es posible perderse entre sus expositores, en los que cuelgan decenas de miles de prendas para todas las edades.

Ángel Luis Martin y Jesús Cabeller han sido de los primeros en llenar la cesta con ruedas en la que han depositado sus compras. Salieron de Alburquerque a las 9 de la mañana y tenían previsto regresar al pueblo antes de la una de la tarde.

«Lo que más nos gusta es la variedad de cosas, sobre todo para hombres. En otras tiendas hay poca variedad y cuando sales a la calle ves que todo el mundo viste igual que tú. Comprando en Lefties es más difícil que te ocurra», destacaba Jesús, que esperaba gastar entre 100 y 150 euros en chaquetas, pantalones, botas, camisas, calcetines y ropa interior.

«Una compra como esta igual la haces una vez al año», apuntaba Ángel Luis minutos antes de pasar por caja, donde es el propio cliente quien pasa los artículos por el lector con la ayuda de un trabajador, un sistema de compra que ya se utiliza en Decathlon Badajoz.

Antes de la línea de caja, en la que hay una docena de puestos de pago, hay una zona con pantallas táctiles en las que es posible personalizar las prendas. Hacerlo cuesta 1,99 euros si se borda una palabra (hasta 7 letras) y 3,99 si se desea serigrafiar una imagen (en la pantalla hay cientos de modelos) y bordar una palabra.

Para poner en marcha este novedoso servicio se ha desplazado estos días a Badajoz Adja Thioune, una chica de 29 años a la que todas sus compañeras conocen como Mami. Ella trabaja en el departamento de personalización de Lefties Granada y pasará unos días en Badajoz para poner en marcha el servicio.

Junto a los mostradores también hay una cabina fotográfica que al estilo de un fotomatón permite hacerse un selfie para personalizar las prendas, un servicio que ha despertado una gran curiosidad. «Pueden personalizarse camisetas, zapatillas, gorras... Lo que uno quiera y solo se tarda diez minutos», explicaba Mami.

En torno a la mitad del personal que hoy trabaja en Lefties procede de fuera de Extremadura. Muchos de ellos de tiendas que esta marca tiene repartidas por comunidades limítrofes.

Pero el grueso del personal son dependientas que viven en Badajoz o proceden de pueblos de la provincia. «Yo he trabajado seis años en La Casa de las Carcasas y también de teleoperadora, pero ahora empiezo en Lefties. Tengo mucha ilusión, algo de nervios y sobre todo muchas ganas», confesaba Indira Casquero, que reside en Badajoz.

«Yo creo que esta marca va a traer mucho turismo porque es una de las tiendas más grandes que tiene Lefties en España. Aquí se puede encontrar de todo», añadía feliz.

Esa felicidad era la misma que transmitía el rostro de Javier Hernández, el asset manager de Castellana Properties, la empresa propietaria de El Faro, un centro comercial que es gestionado por Cushman & Wakefield y que busca convertirse en «motor económico y social de la región»,

Ha adelantado Javier Hernández que tras la apertura de Lefties inaugurará su nueva tienda Álvaro Moreno el próximo 20 de diciembre en un espacio que también ha sido habilitado en la zona donde estuvo Hipercor.

Entre ambos establecimientos irá Mango y más próximo a la puerta exterior habrá un gimnasio al que se accederá desde el bajo aunque irá en la primera planta. A todo ello se unirá un supermercado.

Esos son los planes de futuro de Castallana Properties, aunque la novedad este sábado estaba en Lefties, que poco antes de las 11 de la mañana, apenas 45 minutos después de abrir sus puertas, ya comenzaba a tener una actividad incesante en la zona de caja.

«Yo conozco a Lefties de Lisboa y de Madrid, aquí encuentras una calidad buena para el precio que tiene. Y por lo que he visto en otras ciudades, tienes que ser rápido porque en el momento que te paras diez minutos a ver cosas ya no está lo que buscas», advertía Elisa Martínez, que este sábado ha ido de compras acompañada de su hijo Francisco, que tiene 13 años.

«Nosotros somos como las marujas, venimos a remover la cesta y ver si encontramos una chaqueta y un pantalón. Lo bueno de esta marca es que suele tener una planta de hombres casi tan grande como la de mujeres, eso no es lo habitual», concluían Lolo Romero y Eloy González, felices de ser protagonistas en la puesta de largo de una marca que ofrece «colecciones de moda para todos los públicos, además de calzado, accesorios y una línea de hogar» que pretende convertirse «en un punto de referencia para quienes buscan productos actuales a precios asequibles».