Condenan a un vecino de Badajoz por coaccionar a una familia gitana que vivía en su bloque
El hombre exigió el contrato de alquiler a la pareja el primer día, les denunció por ruidos y les reclamó el pago de una supuesta deuda con la comunidad, entre otros hechos
El Juzgado de lo Penal número 1 de Badajoz ha dictado una sentencia en la que condena a un vecino de la capital pacense por dos delitos de coacciones con la circunstancia agravante de odio racista hacia una familia gitana.
La resolución judicial recoge como hechos probados los sucesos acaecidos desde la llegada de la pareja y sus dos hijos menores de edad en 2014 a un bloque de viviendas, un «hostigamiento» que se agravó en 2020 durante la pandemia.
El primer día el vecino acusado solicitó a la familia su contrato de alquiler, «sin tener ningún derecho a ello». Posteriormente, llamó en varias ocasiones a la Policía para denunciarles por ruidos, sin que los agentes les multaran en ninguna situación, al no estar incumpliendo la normativa de ruidos.
El acoso continuó a lo largo de los años siguientes. En numerosas ocasiones, cuando se cruzaba con la madre y sus hijos, menores de edad, el ahora condenado le gritaba a ella que tenía que educar mejor a sus hijos y les reclamaba una supuesta deuda con la comunidad. Es más, les impedía subir en ascensor, diciéndole que no era digna de su uso y le indicaba que debía limpiar las zonas comunes para saldar la deuda.
La sentencia también recuerda que el vehículo propiedad de la familia apareció con una pintada en la que se podía leer la frase «Gitano paga o vete», un daño del que se desconoce su autoría y que generó más angustia en la familia.
Tendrá que pagar 6.700 euros
Tras el fallo judicial, el condenado tendrá que satisfacer una multa de 19 meses a razón de una cuota diaria de cinco euros por cada uno de los dos delitos de coacciones (5.700 euros en total). Además, en concepto de responsabilidad civil, deberá abonar 500 euros al hombre y la misma cantidad a la mujer; es decir, un total de 6.700 euros.
La sentencia no es firme y contra la misma cabe recurso de apelación ante la Audiencia de Badajoz.
La pareja acabó denunciando los hechos con el apoyo de la Fundación Secretariado Gitano ante la Fiscalía especializada en delitos de odio y discriminación de Badajoz. Dicha entidad, que ha acompañado y asesorado a la familia durante el procedimiento, manifiesta su satisfacción ante esta condena que «pone el foco en el acoso discriminatorio y de antigitanismo».
Indica la Fundación Secretariado Gitano que se trata de una situación que «no es aislada y que desgraciadamente sufren muchas familias gitanas en las comunidades vecinales y que cercena dignidad y el disfrute del derecho a la vivienda digna en condiciones de igualdad por parte de estas familias».
Sara Giménez, directora general de la Fundación Secretariado Gitano, ha señalado que «esta sentencia condenatoria reconoce el hostigamiento al que ha estado sometida esta familia por una motivación antigitana y manda un mensaje claro a la sociedad de que los delitos de odio «no pueden quedar impunes, siendo fundamental la respuesta de los tribunales».
Uno de los últimos casos de hostigamiento a una familia gitana que se han enjuiciado en España tuvo lugar en Burgos.