¿Qué metales preciosos hay en los catalizadores que los hacen atractivos para los ladrones?
«Lo peor es que el suministro de esta pieza es lento porque se están produciendo más robos, y tarda»
E. F. V.
BADAJOZ.
Martes, 8 de noviembre 2022, 11:21
El auto judicial de la Audiencia de Badajoz sobre la venta de un vehículo manipulado en Extremadura ha puesto de actualidad el catalizador, un dispositivo ... anticontaminante que desde hace tiempo es codiciado por los delincuentes.
La prueba está en la denuncia que realizaron en junio los vecinos de la barriada de El Junquillo de Cáceres. En esa fecha una mujer alertó de que habían sustraído el catalizador de su Toyota Auris en el garaje de uno de los edificios más grandes de la barriada.
La misma noche en la que a ella le robaron hubo otros dos hechos similares en la capital cacereña. «Lo peor es que el suministro de esta pieza es lento porque se están produciendo más robos, y tarda», denunciaba la afectada.
En esos días se supo que un taller ubicado en Charca Musia, también en Cáceres, estaba reparando un automóvil al que le habían sustraído el catalizador.
Los talleres de Badajoz también confirman que han atendido casos similares. «Hace un año me trajeron un coche al que le habían quitado el catalizador en Valdepasillas», afirma Luis Rosado, con taller en el Cerro del Viento de Badajoz. También José Antonio Polo, experto en motor de HOY, ha tenido noticias de hechos idénticos. «Los materiales que llevan los catalizadores son valiosos y hay bandas que se dedican a sustraerlos».
Rodio, el paladio y el platino
Los portales especializados en motor explican que en el interior hay metales preciosos como el rodio, el paladio y el platino, elementos que facilitan el proceso químico que permite reducir la proporción de algunos gases nocivos que se producen durante la combustión de los combustibles. Esos metales que se desprenden de los catalizadores son vendidos por los delincuentes.
La presencia de los catalizadores en los tubos de escape no es novedosa. Su uso es obligado en todos los vehículos de combustión interna desde 1992. Ese año se obligó a que los llevaran los motores de gasolina y en 1997 se extendió a los de diésel, que también tienen filtro de partículas.
A la vecina de Cáceres le costó la reparación 2.135 euros porque no contaba con seguro a todo riesgo. Al concesionario de Badajoz le supondrá 11.500 euros salvo que una sentencia judicial de la Audiciencia Provincial obligue al dueño del coche a devolver ese dinero. «El problema es que la ausencia de catalizador ha dañado al vehículo», lamenta Juan Antonio Menaya, el abogado que representa al concesionario que llevó el caso a los tribunales.
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