Badajoz teme que su 'Ciudad encendida' se apague el martes

¿Se salvan del apagón los monumentos? La letra del decreto, publicado el pasado día 1 de agosto, no los excluye expresamente y la aclaración de la ministra de Transición Ecológica sobre este asunto, tampoco arroja mucha luz. Según sus palabras, la iluminación artística de los monumentos se puede mantener siempre que no estén desocupados por la noche.

De ser así, la primera víctima del apagón cultural serán los principales monumentos de la ciudad. Ni la Puerta de Palmas, ni la Torre de Espantaperros, ni el fuerte de San Cristóbal ni la muralla o las torres de la Alcazaba están ocupadas (no abren a las visitas turísticas por la noche), por lo que dejarían de lucir sus característicos colores.

Más dudas plantearían el color azul del Puente Real o el espectáculo estival de la Plaza Alta. En el primer caso, porque está abierta al tráfico; en el segundo, porque las luces se mueven entre las Casas Coloradas, que están ocupadas, y el resto de fachadas, que tienen horario administrativo.

Se da el caso de que precisamente el plato fuerte de la oferta turística de este mes en Badajoz es el espectáculo 'Testigo de lo nuestro', un show de luz y sonido en la Plaza Alta, que se celebra cada jueves, viernes y sábado justo después de que la campana de Espantaperros dé las once de la noche. En este caso, la torre hace de narradora de una historia que dura en torno a los 20 minutos y que perdería el sentido si hay que dejar la mitad de los monumentos a oscuras.

Estas dudas también asaltan al propio Ayuntamiento. Si bien la concejala Blanca Subirán, que estos días es alcaldesa accidental porque Ignacio Gragera está de vacaciones, confirmó el miércoles que Badajoz acatará la norma para ahorrar energía, en la práctica están viendo ahora cómo les afecta.

El concejal de Turismo y Patrimonio, Jaime Mejías, explicó ayer que desde el servicio de Alumbrado y Eficiencia Energética del Ayuntamiento se está preparando un informe sobre cómo afecta el real-decreto del Gobierno d España a los distintos servicios y edificios municipales. El propio edil reconocía que no tenía claro si los monumentos habría que apagarlos. A la espera de recibir las instrucciones, sí reiteró la postura de Subirán: «Si es ley, hay que cumplirla».

El único díscolo que ha levantado la voz hasta el momento en contra de las medias para reducir el gasto de energía ha sido Alejandro Vélez. El edil no adscrito hizo público ayer el texto de una moción, que más que para su debate en el pleno (teniendo en cuenta que como muy pronto podría entrar en el orden del día de la sesión ordinaria del mes de septiembre) sirve para fijar su posición sobre el asunto, donde llama a no cumplir las normas contenidas en el real-decreto.

Vélez, como concejal responsable de los poblados, puso el acento en la celebración de sus fiestas. Las de Sagrajas, Valdebótoa, Gévora, Alvarado, Alcazaba y Novelda se celebran entre este mes y septiembre. «Estas serían las primeras fiestas normales en tres años y ahora surge esto. Mi opinión es que pasen por alto la norma para que puedan celebrar sus fiestas con normalidad», defiende Vélez.

Con normalidad también se está organizando La Noche en Blanco, que es la última fiesta que le queda a Badajoz por recuperar desde que llegó la pandemia. Está programada para el sábado 3 de septiembre y ya está en marcha el proceso para contratar la iluminación especial de fachadas y espacios públicos para esa madrugada. 31.000 euros ha reservado Cultura para por ejemplo, llenar de guirnaldas de luces decorativas San Atón o la plaza de Santa María o para el espectáculo de apertura en la plaza de España.